VALÈNCIA. La experiencia de viajar al extranjero para aprender un idioma y conocer otras culturas tendrá que esperar un verano más. Y con este será la segunda campaña estival consecutiva que la pandemia de la covid-19 priva a muchos jóvenes y adultos de esa oportunidad. Un volumen de negocio que en España supone unos 650 millones de euros y en el que 130.000 alumnos marchan al extranjero en verano. Sin embargo, el coronavirus ha vuelto a paralizar al sector: “Debido a la pandemia este verano va a volver a ser muy limitado porque las restricciones van cambiando por semanas y las personas prefieren esperar un año más”, comenta Marta Galea, secretaria general de Aseproce(Asociación Española de Promotores de Cursos en el Extranjero), a la que pertenecen 67 empresas.
La campaña estival representa un 50% del grueso del negocio pues es cuando la mayoría de personas marchan a colegios fuera de España para mejorar el idioma, en su mayoría el inglés. De ellos, el 80% de los estudiantes que marchan en estas fechas son menores. Una experiencia que ha sido pospuesta por familias que prefieren esperar un año más a que sus hijos tengan esa experiencia en el extranjero. “Hay muchas ganas de viajar y aprender un idioma pero la realidad de la pandemia frena esas ilusiones y las personas prefieren marcharse cuando la situación sanitaria mejore, especialmente los menores”, explica Salva Fuster, CEO de Tu Viaje de Idiomas- Eurolingua Study, una agencia de idiomas con sede en València y Gandia. Según apunta, el posible contagio mientras están fuera o que la situación cambie de un día para otro son las principales preocupaciones de los padres y las madres.
Malta, el destino preferido este verano
Tanto es así que desde Aseproce aseguran que la normalidad no regresará hasta el próximo verano: “Los cursos de corta estancia no se van a reactivar este año, habrá que esperar al 2022 para que volvamos a cifras de 2019”. Una situación que se debe a los constantes cambios en los requisitos de entrada a los países, que pueden verse modificados en función de la evolución de la pandemia. “Las personas adultas, de más de 20 años, huyen de países como Reino Unido e Irlanda y optan por destinos como Malta, Suiza o Francia”, matiza Marta Galea.
Fuster corrobora que Malta se ha postulado como el destino preferido para este año porque “la situación de la pandemia allí es favorable, no hay restricciones de movilidad y tan solo piden un PCR para entrar”. Tal es el volumen de peticiones que estudiantes han tenido dificultades para reservar el curso: “la capacidad de la isla para acoger estudiantes es limitada y más con las restricciones para evitar contagios, así que algunos estudiantes han tenido dificultades para encontrar un alojamiento”.
De hecho, Ingmar Albig, director de la escuela de EC Malta, explica que las reservas de cursos van a un buen ritmo: "La situación en Malta está mejor que en otros países porque a penas hay casos de coronavirus y es un país al que se puede acceder fácilmente". Sin embargo, matiza que las reservas son mucho menores a las de 2019.
La Valetta, Malta.
Las escuelas de Reino Unido preocupadas
Por tanto, Malta se impone a destinos tradicionales como Reino Unido o Irlanda pero también a Estados Unidos y Canadá. En el caso de Reino, uno de los países preferidos para aprender inglés, se exige una cuarentena de diez días, con la posibilidad de salir después de cinco días ante un PCR negativo. Una situación que dificulta la llegada de estudiantes españoles pues la estancia media en 2019 fue de 1,9 semanas.
Desde English UK, la asociación nacional de centros de enseñanza del idioma inglés acreditados en el Reino Unido, explican la unión de las escuelas para que España deje de estar en la lista ámbar. “Estamos presionando al gobierno, junto con el resto del sector de viajes, para que España se coloque en la lista verde de países y facilitar la movilidad”, explica Tim Barker, Business Development Director- English UK. Sin embargo el tiempo no corre a su favor pues: “julio es la temporada alta para los estudiantes españoles y no tenemos una indicación del gobierno sobre cuándo puede cambiar la situación con respecto a España”.
Unas restricciones que suponen un nuevo azote a las agencias de idiomas, que desde marzo de 2020 han visto paralizada su actividad debido al cierre de fronteras. Desde Aseproce no tienen un cálculo del impacto de la covid-19 en el sector pero subrayan que se trata de un sector “muy resiliente que ha logrado mantenerse pese a la situación gracias a las ayudas del Gobierno”.
Una situación muy similar en Reino Unido pues Tim Barker explica que el impacto que ha tenido la covid-19 en las escuelas de inglés en el Reino Unido es de perdidas en ingresos de 590 millones de libras esterlinas y el 91% de los empleos eliminados o reducidos en 2020. Una situación que no esperan que mejore hasta el 2023: “en 2022 habrá una recuperación entorno al 60% y 80%, pero la recuperación total no será hasta 2023 o más allá, aunque esperamos un gran repunte cuando las restricciones lo permitan, especialmente en el mercado español”.
Las esperanzas están en septiembre
Sin embargo, desde Aseproce explican que la oferta relativa a los cursos escolares de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) o Bachillerato sí se está reactivando de cara al próximo curso escolar. Tanto es así que Aseproce augura que aumentarán un en 150% el número de estudiantes que saldrán de España para formarse el próximo curso 2021-2022 en comparación con el anterior. Sin embargo, no se llegarán a cifras de 2019: “Unos 18.000 alumnos se han matriculado hasta la fecha para cursar el próximo año académico en el exterior, frente a los 10.000 del pasado ejercicio”, comenta. Estados Unidos, Irlanda, Canadá y Reino Unido se mantienen como destinos favoritos.
Asimismo, Marta Galea sostiene que el Brexit no perjudica en nada el sector: “La única diferencia con respecto a otros años es el tema burocrático pues tendrán que sacarte un visado, un documento también necesario en Estados Unidos, donde muchos estudiantes deciden marcharse”.
Londres. FOTO: David Mark en Pixabay