VALÈNCIA. Cinco días después de que, el pasado viernes, el Ministerio de Sanidad comunicara públicamente que Comunidades Autónomas (CCAA) -o parte de ellas- avanzaban hacia la Fase 1 del desconfinamiento, siguen sin quedar claras cuáles fueron las razones concretas por las que solo una parte de los departamentos de salud valencianos pudieron progresar hacia la siguiente etapa.
Hasta ahora, tanto desde el ministerio como desde la conselleria, sólo se han ido trasladando algunas 'píldoras' informativas verbales acerca de los motivos principales de que 14 áreas de la Comunitat Valenciana, en su mayoría las más pobladas, se quedaran fuera pese a las buenas expectativas que había difundido la Generalitat que preside el socialista Ximo Puig.
En todo este trance de opacidad informativa, el Gobierno de España insiste en escudarse en los criterios cualitativos, subjetivos y globales de la decisión. Tanto el ministro de Sanidad, Salvador Illa, como el director del Centro de Emergencias, Fernando Simón, han recalcado que la decisión sobre si una autonomía avanza no se adopta por un mecanismo cerrado y matemático de cumplir con unos parámetros preestablecidos, sino que se valora la totalidad en su conjunto. "No es un check list de cinco cosas", recalcó el ministro en su comparecencia de este martes. Una circunstancia aparentemente razonable que, no obstante, deja una puerta abierta para la flexibilidad e incluso la arbitrariedad.
Con esta reflexión, se entiende que la Comunitat Valenciana no pasó de fase en su totalidad por una serie de factores, que tampoco se han detallado más allá de mencionarse alguno según el día. Tampoco se ha facilitado, tal y como ha reivindicado el Consell, el informe realizado por los expertos en el que se basó la decisión de un desconfinamiento parcial del territorio valenciano. Es más, Illa no aclaró tampoco si llegarán a remitirlo estos días, una condición que ha puesto la Generalitat para volver a optar a pasar a la Fase 1 el próximo lunes.
Mientras, los días transcurren con este baile de comparecencias y perfomances políticas en streaming, acercando el calendario peligrosamente al viernes, donde el ministerio deberá tomar en consideración si autonomías que aspiran a superar la Fase 0 están preparadas para hacerlo.
Así, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, volvió este martes al motivo inicial que mencionó en su primera comparecencia tras la noticia: densidad de población y movilidad. Según la dirigente socialista, esto fue lo único comentado por el ministro durante la reunión con las CCAA celebrada este lunes respecto al caso concreto de la Comunitat Valenciana. Sobre esto, la consellera aseguró que en los criterios a cumplir "no se contemplaba el de una movilidad excesiva", si bien en el cuadro de indicadores solicitado por el Gobierno sí existía todo un apartado dedicado a esta cuestión.
No obstante, Fernando Simón aludió el domingo al "número nada desdeñable de sospechosos" sin diagnosticar existentes en el territorio valenciano. De esta manera, se abría la puerta a la polémica sobre si se había tenido en cuenta un parámetro mencionado públicamente pero no incluido en los parámetros iniciales: la capacidad de hacer test PCR en la atención primarias a sospechosos -con síntomas graves o leves- durante las primeras 24 horas. Una circunstancia que incrementó el enfado en la Generalitat puesto que este criterio no entraba en funcionamiento hasta este lunes y fue anunciado cuando las CCAA ya habían entregado sus documentos para la desescalada.
Precisamente sobre estos PCR en atención primaria puestos en marcha el lunes de cara a diagnosticar sospechosos leves se le preguntó a la consellera, ante las informaciones publicadas de la posible existencia de confusión o falta de medios para realizar las pruebas. Barceló aseguró que las instrucciones se facilitaron el pasado viernes y que tenía constancia de que el material sanitario y los kits para realizar los test habían llegado correctamente y empezarían a obtener resultados de inmediato.
Más allá de estas cuestiones, tanto Barceló como el ministro Illa, consideraron que la encuentro mantenido el lunes sirvió para "clarificar" las posiciones entre ambas Administraciones. Una coincidencia que parece dirigirse a que las aguas 'políticas' vuelvan a su cauce y que podría resumirse en una frase popular: 'Vamos a no hacernos daño'. Ahora bien, tras estos cinco días sigue sin quedar claro a través de una exposición completa y detallada los motivos por los que parte de la Comunitat quedó fuera del avance a la Fase 1. La consellera, si lo conoce, no lo ha transmitido y el ministerio, tampoco lo ha expuesto, pero ambas bandos parece que quieren volver a ser amigos.
En esta línea, Illa no concretó si atenderá la petición de la Generalitat de facilitar el informe con las observaciones de los expertos que motivaron la decisión sobre la Comunitat. Tanto el presidente Puig como la propia consellera, han insistido en recibir este documento como condición para presentarse de nuevo para superar la Fase 0. Una estrategia que no comparten al menos en parte de la Conselleria de Sanidad, donde opinan que eso podría conllevar un malestar en el ministerio que terminara con el envío de un informe más estricto y detallado sobre carencias de la Comunitat, lo que complicaría el paso de fase la siguiente semana.
O lo que es lo mismo, no son pocos los que dudan de que el ministerio vaya a remitir algún "papel", tal y como pedía Puig, y consideran que todo se solucione con alguna instrucción concreta recurriendo, una vez más, a la 'tradición oral'. Lo que concluiría con un paso de fase -quizá con alguna restricción puntual- y una reconociliación basada en la cogobernanza echando tierra sobre la escalada de tensión de esta semana. Eso sí, sin llegar a desentrañar lo ocurrido realmente en estos días de expectativas frustradas.
Lo que sí hizo el ministro fue, al ser preguntado por la Comunitat, defender la posición del ministerio en el avance de fase del País Vasco, criticado desde varias autonomías.
Así, Illa justificó este progreso por la capacidad de Euskadi para hacer test en 24 horas y poder aislar a los infectados por el coronavirus, insistiendo además en que los únicos criterios empleados en las decisiones fueron "técnicos".
No obstante, cabe recordar que la semana anterior los votos del partido gobernante en el País Vasco, el PNV, fueron necesarios para que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lograra su objetivo de prorrogar el estado de alarma, algo que ha levantado suspicacias en el resto de CCAA que, como la valenciana, tenían a priori unos datos más alentadores en varios indicadores como la incidencia acumulada de los últimos 14 días o el número de camas y, sin embargo, se han quedado en la Fase 0.