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entrevista

Mohammad Yunus: “Los bancos no han aprendido nada con la crisis. Estaban demasiado ocupados ganando dinero”

Foto: EVA MÁÑEZ
24/11/2018 - 

VALÈNCIA. Muhammad Yunus sigue paseando por el mundo con su eterna sonrisa. Nadie diría que es un Premio Nobel de la Paz, si no fuera por la paz que él mismo desprende... y por la confianza en el ser humano. Le recuerdo hace doce años, cuando le recibimos en Valencia premiado por la Fundación por la Justicia poco antes del Nobel. Ahora ha vuelto de la mano de la Fundación Novaterra y la cooperativa de consultoría para la transformación social y medioambiental Tándem Social, para presentar su nuevo libro, Un mundo de tres ceros. La nueva economía de pobreza cero, desempleo cero y cero emisiones netas de carbono. Pero también para abrir nuevos caminos hacia el emprendimiento en la sociedad actual.

Acaba de hablar durante más de dos horas. Llueve en València. El profesor Yunus necesita un pequeño descanso antes de responder las últimas preguntas a Valencia Plaza. Es todo sonrisa y amabilidad, y tiene un gran sentido del humor. No obstante, no esconde su preocupación por los últimos acontecimientos que han llevado al mundo a la crisis financiera más salvaje desde el crack del 29.


-Usted fue pionero en establecer un sistema de microcréditos para la gente pobre cuando creó el banco de los pobres, el Grammen Bank… ¿Cómo ha asistido a la caída del sistema bancario internacional, de los grandes tótems financieros?

-Cuando la banca colapsó en 2008, la economía y el mercado quiso volver al viejo sistema. Pero la crisis comenzó porque había algo fundamentalmente erróneo en ese sistema y no se podría volver atrás con el mismo sistema para llegar a los mismos errores. El mundo de los negocios estaba demasiado ocupado para volver a ocupar su lugar y los errores seguían produciéndose. Hoy, la crisis volverá porque están repitiendo los mismos errores, no han aprendido nada. Los bancos no aprendieron ninguna lección porque estaban demasiado ocupados ganando dinero.

-¿Y cómo piensa cambiar el sistema social sin cambiar el sistema económico?

La economía no está al servicio de la propiedad privada ni de los intereses individuales. Esto lo dijo otro Nobel. La economía rechaza tanto la supremacía del mercado como la del Estado, está al servicio del bien común y su objetivo es lograr un mundo mejor.  Los llamamos bancos… Deberíamos llamarlo Bancos de los Ricos. Es una trampa. Éste es el aspecto crucial. Tenemos que cambiar las palabras y cómo trabajamos. Empezar a trabajar con las personas que dejamos al margen.

Foto: EVA MÁÑEZ

-Esto parece muy utópico…

-Es lo que hemos hecho bajo una estructura que se hizo famosa, empezó a conocerse como microcréditos. Atacamos a los fundamentos del sistema bancario. Hemos eliminado las garantías y los avales, mientras todos los bancos se basan en ellos. Nosotros los hemos olvidado, no lo necesitamos. Funciona sobre la confianza. Ellos confían en nosotros y nosotros en ellos. Los pobres no disponen de avales.

-¿Cree que con ello se terminará la pobreza en el mundo?

-No hay ningún motivo para ser pobre. Nuestro jóvenes nos acusaran!: “¿Cómo permitisteis esto? ¿Cómo lo pudisteis tolerar durante años, siglos…?”. Cuestionarán nuestra capacidad de criterio, de juicio y de resolver cuestiones que se pueden resolver rápidamente.

-¿Cómo hay que hacerlo?

-Podemos comparar un bonsai con la pobreza. Se toma una semilla de un árbol muy alto y lo colocamos en una maceta para que crezca. Pero no crece como el árbol del que procede su semilla. La semilla es buena, pero no dispone de suficiente tierra. Los pobres son personas bonsai. No hay nada malo con su semilla. Pero no disponen de su espacio necesario.

-¿Y todo tiene que ver con la financiación?

-No sólo. Hace falta un cambio de mentalidad y un cambio en nuestro sistema educativo, que machaca las semillas y persiste en lo que se ha hecho anteriormente. Hay que potenciar el emprendimiento y la empresa social. Creamos una campaña con Danone para abordar el problema de la hambruna de Bangladesh. El 20% de los vegetales que no cumplen estándares de color y tamaño, feas, se desechan en Europa. Mcain recoge estos vegetales y los transforma en vegetales cortados para distribuir. También crearon sopas. Porque no todo el mundo hace empresas sociales? Porque el capitalismo interpreta mal al ser humano, como un ser egoísta, y ha convertido a todos los seres humanos como maquinas de hacer dinero.

Foto: EVA MÁÑEZ
Foto: EVA MÁÑEZ

-Ha nombrado la palabra emprendimiento. En Europa hace diez años que se potencian las políticas para emprendedores, pero ello no ha evitado que crezcan el desempleo y las desigualdades tras la crisis.

-Ésa es la clave: emprender solos. ¿Por qué buscáis trabajo?, les diría a los jóvenes.  ¡Los seres humanos no han nacido para buscar trabajo! Somos emprendedores por naturaleza. No hemos nacido para trabajar para otros. ¿Tenéis una buena idea? Os vamos a prestar dinero para llevarla a cabo. Hoy en día invertimos en más de 1.000 jóvenes mensualmente, e incluso semanalmente.

-Recuerdo uno de sus primeros proyectos, hace 14 años… Cuando comenzó a prestar dinero, microcréditos a los pequeños transportistas en bici, los rickshaw… Y aquella campaña “Súbete al rickshaw”, en la que colaboró la Fundación por la Justicia desde la Comunitat Valenciana. Con un préstamo en un banco, les permitía comprar la biciricksaw y la ayuda de una ONG de desarrollo. En menos de un año, se había devuelto el préstamo. ¿Es fácil acabar así con el desempleo?

-El problema del desempleo lo ha creado el concepto puro del empleo, de que hay que tener un trabajo. Porque, entonces, nadie hace nada hasta que no consigue un trabajo. Me gustaría cambiar el sistema educativo. Les formamos para tener el mejor trabajo en la mejor empresa como si fuera el objetivo final del ser humano. El ser humano tiene una capacidad creativa ilimitada. Todos, pobres y ricos. No hemos nacido para eso. Tenemos que tratar de liberar en los jóvenes el potencial creativo. El trabajo como concepto es el final de la creatividad del ser humano. Hay que ser nosotros mismo, ser emprendedores. Si todos nos convirtiéramos en emprendedores no habría esta concentración mundial de la riqueza, porque construiríamos el mundo. Ahora trabajamos para ellos, somos sus mercenarios, para que se conviertan en ricos, y luego nos quejamos. ¿Por qué no trabajamos para nosotros mismos y cambiamos el sistema?

-Usted intentó cambiar el sistema con otra iniciativa hoy muy de moda, el apoyo a la mujer. Precisamente, su sistema bancario de microcréditos iba dirigido a la mujer, que es el sustento de la familia y la que se responsabilizaba de ello.

-Este sistema sigue siendo válido que cuando nos centramos en los microcréditos, porque lo que estábamos buscando era ayudar al emprendimiento. La gente no debe buscar trabajo sino crear el suyo propio. cuando la forma de trabajo del emprendedor se convierta en un modelo estándar, las mujeres serán las beneficiarias.

Foto: EVA MÁÑEZ

-¿Por qué las mujeres?

-Porque sigue sin haber un modelo de sociedad igualitario que permita crecer a todas las mujeres en un mundo laboral masculino. Ir a la oficina no se compadece bien con cuidar a la familia, que sigue siendo responsabilidad de las madres en la mayoría de culturas y países. Es un ambiente hostil para compaginar la vida familiar. Si eres emprendedor, tú defines tu lugar de trabajo, tu ambiente de trabajo y significa libertad para establecer lugares y horarios. Si sales de casa para ir a la oficina y dejas a los niños, la vida familiar se resiente, son unas condiciones muy duras para ellos.

-¿Eso sirve para un país como India o también para las mujeres en Occidente? Porque aquí lo que intentamos es que sean los hombres los que se queden en casa con los niños…

-Seguro. Sirve para cualquier país. Ser emprendedor te ayuda a quedarte en casa o cerca, a los hombres también, para que cuiden de sus hijos. Y no significa por ello que la economía tenga que ser pequeña. Porque hoy los negocios son globales y desde tu casa puedes llegar a cualquier lugar del mundo.

-¿Es esta la forma de darle la vuelta al sistema económico, de evitar otra gran crisis que puede llegar en cinco años, de acabar con la pobreza?

-Eso no va a pasar en cinco o diez años. Miro otra cosa, otro horizonte, el de la humanidad, la sociedad entera. Estamos sentados sobre una bomba. No es sólo la crisis financiera, es la concentración de riqueza, todo junto. Toda la sociedad se desmoronará, explotará en hambre. Y esto ocurrirá en 30 o 40 años. El mundo volará por los aires tal como lo conocemos, completamente, porque habrá una insatisfacción de la gente. Y los síntomas los estamos viendo ahora. La gente no es feliz, los políticos son un desastre y no escuchan al pueblo.

-¿Piensa que podemos parar esto?

-Podemos volver a redefinir completamente el sistema. Piensa en la globalización como el problema, el que ha globalizado la precariedad y la pobreza. Si continuamos con el sistema antiguo, seguiremos con los mismos problemas y colapsará.

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