GRAND PLACE / OPINIÓN

"Momento Chernóbil"

9/03/2021 - 

En el I-Aniversario de la llegada del virus al Territorio-Europa, el mundo había dado un vuelco. Se había cumplido un año desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote de Covid-19 como una pandemia global. “Por entonces se volvió común escuchar que países como China atravesarían un ‘momento Chernóbil’ derivado de su incapacidad para gestionar las sociedades abiertas y el acceso a la información”, advertían los analistas de Política Exterior. “En Europa y las Américas, los gobiernos populistas también tenían los días contados: combatir al coronavirus implicaba un uso riguroso de la ciencia y los datos, incompatibles con su demagogia y postulados ideológicos”, añadían desde este foro.

Nada más lejos de la realidad. Un año después, LaGranFábrica estaba imponiendo su modelo y LaGranRusia expandía su imperio en la DeepWeb, poniendo y quitando gobiernos con la ayuda de Google Analytics y las FakeNews. La emergencia sanitaria había hecho aflorar todo tipo de corruptelas y se imponían los partidos populistas. Se ponían en duda derecho fundamentales y luchas ganadas con sangre en siglos pretéritos.

Incluso la lucha por la igualdad de las mujeres fue motivo de chanza y menosprecio por las ideologías fascistas, en presunta oposición al Partido de la bandera roja y las estrellas amarillas. Los términos “feminazi” o “terf” fueron utilizados por los populistas para iniciar una caza de brujas, que devino en la prohibición del derecho constitucional de manifestación ante sus reivindicaciones. Eso ocurría cuando desde los gobiernos supuestamente democráticos se intentaba incluso borrar la palabra “mujer”, en una campaña perfectamente orquestada y subvencionada por los NeoLib y NeoCon a nivel mundial.

El TerritorioEuropa sufría un retroceso en sus valores por la igualdad y las libertades. La democracia entró en una espiral peligrosa de prohibiciones y condenas. Cantar estaba penado con cárcel. La prensa estaba estigmatizada y menospreciada. Sus trabajadores eran motivo de ataques, no sólo en las redes sociales sino en el mundo real, con un creciente peligro para su integridad física. La salida a la calle se iba haciendo peligrosa… y no sólo por el riesgo de contagio.

Mientras, la corrupción en los planes de vacunación en la Zona-Sudámerica llevaba a revueltas y revoluciones que acabaron sofocadas por el mismo virus, cuya variante cercana, la brasileña, no tenía en aquellos momentos una vacuna eficaz contra la covid-19, antecesora de la covid-21. La capacidad del desgobierno y los retrocesos democráticos desembocaron en autoritarismos firmemente asentados, para sobrevivir en la era covid, la de la NuevaNormalidad.

En las trincheras, LasFarm iban tomando el poder. Al incumplimiento de los contratos para la producción y suministro de la vacuna con el gobierno de la Unión, se unió la inocuidad de una vacuna obsoleta frente a las sucesivas mutaciones del virus. La vacuna autorizada, Comirnaty, provocaba una actividad de neutralización cruzada contra variantes genéticas de SARS-CoV-2 que diferían de la cepa de vacuna autorizada. Se necesitará más información y análisis, particularmente para variantes con múltiples mutaciones.

La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) recomendaba a los titulares de autorizaciones de comercialización (TAC) que proporcionaran información sobre las respuestas inmunitarias inducidas por la vacuna contra las cepas circulantes emergentes de SARS-CoV-2 tan pronto como estuvieran disponibles.

No había contrato que oponer y LaGranFábrica se preparaba para un asalto con su vacuna, estableciendo una estrategia de vacunación ligada a la libertad de movimientos, a la par que se implantaban campañas de vacunación masiva. El eHealthPassport estaba en marcha.

El verano de 2021, nadie se movería de casa sin el pasaporte covid, sin un certificado de vacunación que le permitiera viajar, trabajar, salir de copas o subir a un autobús. El Consejo Europeo había dado su visto bueno y ya nada volvería a ser igual.

-Qué extraño, David. No entiendo por qué la Tieta se lamentaba de tener un certificado digital que nos da la libertad de movimientos. Si no fuera por nuestro eHealth Passport, no tendríamos el privilegio de subir a un dron, vernos en la terraza, pasear por la ZonaZero-Port… No entiendo por qué no querían salir y sentirse libres para vivir.

-Bueno, Laura, tengo entendido que en aquellos años estaban confinados por peligro de contagio del virus. Ni siquiera estaban vacunados, ni tenían el chip. Había toque de queda y prohibición  de reunión, de viajar, restricciones para celebrar fiestas o visitar a familiares en sus habitáculos. Creo que tampoco estaban permitidas las muestras de cariño… Por cierto, te recuerdo que nos vemos en la terraza, aunque llueva…