MADRID. La debilidad generalizada del dólar sigue siendo el tema central en los mercados de divisas, que ha retrocedido frente a sus principales pares. Estos movimientos han sido significativos debido a que se han producido sin las típicas tendencias bajistas del dólar en otros lugares. En general, los activos de riesgo cayeron, y los diferenciales de los tipos de interés entre Estados Unidos y otros países se mantuvieron mayoritariamente sin cambios. Los especialistas parecen atribuir esta debilidad a la euforia generada por el acuerdo sobre la aprobación del fondo de recuperación de la UE, aunque esto no justifica las caídas del dólar frente a otras monedas, incluidas las de los mercados emergentes.
Seguimos creyendo que la preocupación por la gestión del Gobierno y la capacitación estatal en EE UU -potenciada por su insuficiente respuesta ante la pandemia-, tienen al menos parte de la culpa. En cualquier caso, el euro subió a su nivel más alto desde septiembre de 2018 frente al dólar y ha vuelto a registrar fuertes repuntes durante las primeras horas de la mañana en el mercado asiático.
Multitud de noticias marcarán, tanto el frente económico como el político, esta semana: el miércoles, reunión de la Reserva Federal, cuyas conclusiones serán claves para el dólar; el viernes, por otro lado, será un día repleto de datos en la Eurozona, ya que se publicarán tanto los datos del PIB del segundo trimestre -que será el primer indicador completo del daño causado por la pandemia en la economía de la zona euro- como los de inflación de julio.
Perspectivas de las principales monedas
Libra
A pesar de las buenas noticias económicas, la ausencia de señales de progreso en las negociaciones del Brexit con la UE ha impedido que la libra siguiera al euro en su fuerte subida, aunque consiguió importantes ganancias frente al dólar. El calendario de datos macroeconómicos de Reino Unido será bastante exiguo esta semana en contraste con Europa y EE UU, por lo que esperamos que la libra siga en gran medida los movimientos del euro frente al dólar americano.
Euro
Al igual que en Reino Unido, los índices de PMI de la actividad empresarial superaron todas las expectativas, especialmente por un repunte mucho más fuerte de lo esperado en los Servicios. El optimismo resultante no hizo sino aumentar más la euforia por la aprobación del paquete de recuperación económica de la UE, que marca un cambio fundamental en la actitud de la UE ante esta crisis en comparación con la anterior. Los mercados aplaudieron ambos acontecimientos, enviando al euro al alza frente a todas las principales monedas no europeas. Se espera que las cifras del PIB del segundo trimestre -que conoceremos esta semana- muestren una enorme contracción de dos dígitos con respecto al trimestre anterior. Dada la fuerza con la que el euro ha subido recientemente y el posicionamiento de los inversores especulativos en la moneda común -cada vez más extenso-, estas cifras pueden servir de excusa para recoger beneficios y una pausa en la subida del euro.
Dólar estadounidense
Mientras los datos de la pandemia siguen divergiendo entre EE UU y Europa, el dólar estadounidense se está viendo bastante afectado. A corto plazo, la principal cuestión gira en torno a si la economía de la Eurozona se recuperará con mayor rapidez. Aquí, la percepción de los consumidores y las empresas de que la pandemia está bajo control es clave, y la Eurozona parece tener ventaja hasta ahora. A largo plazo, el cambio de percepción sobre la calidad de las instituciones estadounidenses y la capacitación estatal puede hacer mella en el papel del dólar como valor refugio. El 62% de las reservas mundiales se mantienen en dólares, mientras que sólo el 20% están en euros; cualquier convergencia en los números se traduciría en un firme vendaval contra el dólar. El dólar ha caído muy rápido y los especuladores están ahora significativamente escasos de divisa; no nos sorprendería ver un repunte a corto plazo.
Enrique Díaz-Álvarez es director de Riesgos de Ebury