CASTELLÓ. Natalia Lacunza, compositora y cantante, ha demostrado durante estos dos años, tras su salida del popular programa de televisión Operación Triunfo, que el tesón y el esfuerzo conduce a ganarse un espacio en el mundo de la música. La artista cuenta cómo ha ido gestando su propia imagen musical y habla acerca de su último trabajo.
-¿Qué ha cambiado tras tu paso por uno de los formatos televisivos de mayor éxito, Operación Triunfo?
-Mi vida ha cambiado por completo porque puedo vivir de lo que me gusta, pero he tenido que aprender muchas cosas en muy poco tiempo para poder llevarlo adelante. Sin duda, mi vida ha cambiado para bien en todos los sentidos. Aunque haya cosas con las que tenga que lidiar -por qué pasa esto, por qué me dicen esto, etc.-, al final, merece la pena porque me dedico a lo que quiero. Vamos dando pasos hasta la dirección correcta después de estos dos años atrás desde que dejé la academia. En definitiva, sigo siendo la misma persona, pero he aprendido muchísimas cosas para afrontar mi incursión en el mundo de la música.
-¿Cómo ha sido la toma de contacto con las discográficas y las productoras?
-Nadie me ha reconducido a ningún sitio, por suerte o por desgracia. Además, yo ya sabía que mi edición era un poco más kamikaze que la anterior, y que esta discográfica (Universal) es muy grande y ya funciona con muchos artistas sin necesidad de OT. Por tanto, tenía que afrontar una situación en la que debía poner toda mi predisposición y ser la principal precursora para salir adelante. Obviamente, la discográfica te ayuda y te guía; también, mi A&R ha tenido un papel muy importante para juntarme con la gente correcta y llevar a cabo mis ideas, estoy muy agradecida a mi equipo dentro de Universal. Al final, la voz cantante, nunca mejor dicho, la lleva el artista.
-Tras un fenómeno de masas como el que genera OT, ¿cómo se gestiona el éxito y se consigue un público fiel?
-Yo era muy consciente de que OT es un boom que puede durar x tiempo, pero, al final, la vida real es la de después y depende de tu esfuerzo, de tu coherencia y del trabajo que tu hagas. También es verdad que hay un factor de suerte para que a la gente le guste o encaje lo que haces con un público que ha visto una determinada imagen de ti en un programa. Sin embargo, en OT no se termina de ver tu personalidad ni tu estilo porque haces versiones de otros artistas. Todo eso viene con el curro de después y tienes que conseguir que tu producto propio cuadre.
Desde que salí, yo he seguido a mi corazón y he hecho la música que he querido. Nunca se sabe qué puede pasar, pero creo que he tenido suerte y he convencido al público que me seguía en el concurso y que, también, estoy despertando poco a poco a un sector que no me seguía en mi paso por OT. Lo importante es saber que siempre hay mucho para aprender, nunca está todo ganado y estar en el concurso no te lo va a dar todo en bandeja, ni mucho menos.
-A la hora de escribir tus canciones y de confeccionar tus trabajos, ¿qué es lo que te inspira?
-La verdad es que un poco todo. Sin embargo, el centro de las canciones siempre están basadas en cosas que he sentido a nivel emocional o en cosas que he visto y me han tocado. Todavía no tengo la capacidad de escribir sobre algo que no conozca o no haya vivido. Me inspiran muchas cosas: la gente que conozco, mi gente de toda la vida... Además, soy una persona muy sensible y capto todo lo que pasa a mi alrededor. Todo me inspira porque de todo saco una conclusión. Y, te das cuenta conforme pasa el tiempo de todavía más cosas, así que el flujo de inspiración siempre es muy amplio.
-En este nuevo EP, ¿guardan tus canciones conexión entre ellas? ¿Tienen algo en común?
-Hay canciones que sí que siento que tienen conexión entre sí, pero, claro, tienen conexión para mí porque veo que es un mismo sentimiento aunque dividido en distintos procesos y tiempos. Pese a que hay alguna que puede que no tenga conexión, sí que creo que tienen todas una energía común.
-Y de EP2, ¿con qué canción te quedarías, en cuál hay más de ti?
-No sabría decirte porque todas tienen un pedazo de mí y todas me emocionan. No obstante, la primera que compuse, que es un punto de inflexión en mi manera de escribir, Algo duele más, siento que me dejé mucho en ella y conté cosas que necesitaba expresar de esta manera.
-Hay que tratar las cosas con cariño y las cosas de palacio van despacio (ríe). Además, puedes tener un temazo en el sentido de que a ti te gusta mucho la melodía, la letra y la música pero luego hay proceso de producción que hay que trabajar. Puedo decir que estamos todavía investigando con quien queremos producirla para que salga bien.
-¿Cierras la puerta a algún estilo musical?
-Últimamente, en la música no tenemos un género concreto, suelen ser mezclas de un montón de géneros y cositas de cada uno. Personalmente, no me cierro porque siempre se puede probar, mezclar y reinventarse. También creo que nunca es bueno cerrarse porque te pueden abrir un mundo nuevo que no conocías. Creo que cada género se ha ganado su nombre y su posición porque cada uno tiene su riqueza y nunca desprestigiaré ni criticaré ningún género.
En definitiva, la música se define por la pluralidad y la capacidad de expresar muchísimas cosas que de otra manera no podríamos. Así que no me cierro a nada y menos en este momento musical.
-¿Con quién te gustaría tener una colaboración?
-Hay artistas como Pucho, C. Tangana, Rosalía o Dellafuente que me encantan porque tienen una pureza y un trasfondo artístico increíble. Luego, hay muchos grupos pequeños a los que admiro mucho, hay un grupo murciano –trashi- que tienen una propuesta chulísima y ya haremos algo con ellos. También voy a grabar un tema con CARIÑO, es un grupo que desprende una energía increíble y me encanta el rollo que tienen.
-En los tiempos venideros, ¿qué esperas de la música?
-Yo espero que me dé lo que me ha dado toda la vida. Yo voy a seguir trabajando muchísimo porque creo que he nacido para esto. No hay nada que me haga sentir más que la música, tengo la suerte de tener la capacidad de poder disfrutarla y no quiero romper la relación que tengo con ella, me da igual cantar para 15 que para 1.500 personas.
La música tiene el poder de unir a gente con diferentes opiniones y es un lenguaje universal que te une a personas que no conoces de nada. Esto es algo que para mí nunca va a cambiar, pese a que no se sabe cómo va a salir todo y qué va a pasar, si habrá proyectos más grandes o más pequeños. No quiero perder esa ilusión y esa emoción por trabajar para la música.