PUNT DE FUGA / OPINIÓN

¿No quieren pagar impuestos? Entreguen su pasaporte

22/01/2021 - 

La Constitución Española establece en su artículo 31.1 que todos los ciudadanos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad. Se trata de uno de los principales deberes que comporta la condición de la ciudadanía en España. Hay un conocido aforismo que afirma: “todo derecho comporta una obligación”, por lo tanto, es legítimo preguntarse si quien incumple un deber constitucional básico debe beneficiarse de los derechos que comporta la ciudadanía. Si alguien no está dispuesto a cumplir con su deber de pagar impuestos, debería plantearse también si debe retener la nacionalidad española. ¿No quieren pagar impuestos? Entreguen su pasaporte. Al fin y al cabo, los que se mudan al extranjero para eludir el pago de impuestos se están beneficiando de la protección que el Estado otorga a sus ciudadanos en el exterior.

A raíz de todo el debate que se ha montado sobre la fuga del Rubius y otros youtubers a Andorra, muchísima gente les ha tildado de insolidarios por querer quedarse un dinero que debería dedicarse a nuestras escuelas y hospitales. Esto es cierto, pero hay que recordar que no solo los derechos sociales necesitan financiación a cargo del presupuesto del Estado. Los aeropuertos y las carreteras con las que algunos youtubers se van a Andorra se han financiado con dinero público. Su conexión a internet se ha financiado con dinero público. La propia creación de internet es producto de un proyecto de defensa de los Estados Unidos financiado con dinero público. Si el dinero que amontonan en sus cuentas corrientes tiene valor es porque está respaldado por las instituciones públicas.

El sistema fiscal moderno no es un invento del socialismo sino del liberalismo. Hagamos un poco de memoria: El origen del IRPF en España se remonta a 1845 con la dictadura de los moderados del General Narváez. Los siguientes intentos de reforma se produjeron primero durante la época de la Restauración de mano del Partido Conservador, y más tarde durante la dictadura de Primo de Rivera. La primera vez que se creó un impuesto sobre la renta tal como lo concebimos hoy fue en 1932 de la mano de un republicano liberal, Jaume Carner, colocado como Ministro de Hacienda por Manuel Azaña. Finalmente fue Fernández Ordóñez, ministro de la UCD, quien en 1977 sentó las bases del actual IRPF. 

Es lógico que los liberales impulsaran la creación de un sistema fiscal moderno. La economía de mercado tal como la conocemos hoy no surge al margen del Estado sino que se ha hecho dominante precisamente a través del Estado. Antiguamente las relaciones de mercado estaban muy limitadas a determinados lugares, momentos, modos y personas. Los liberales construyeron el Estado moderno para que éste expandiera la economía de mercado: acuñando una moneda nacional, unificando pesos y medidas, financiando infraestructuras para movilizar mercancías, aprobando las normas del derecho mercantil, salvaguardando los derechos de propiedad, reclutando jueces y policías para velar por todo ese entramado de relaciones e instituciones, etc. Todo eso costaba y cuesta dinero. Que la verborrea de los ultraliberales no les confunda, un país sin Estado no es Suiza, es Somalia.

En todo caso, la contribución del pensamiento socialista al sistema fiscal es, sobre todo, el concepto de progresividad. Otro conocido aforismo, del socialista francés Louis Blanc, afirma: “de cada cual según sus capacidades, a cada cual según sus necesidades.” Por mucho dinero que tuviera que tributar uno de nuestros youtubers huidos a Andorra, el esfuerzo económico que le supondría no sería mayor, ni mucho menos, que quien paga impuestos teniendo un contrato precario con un sueldo que no da para pasar el mes. Cuando un youtuber como el Rubius dice que hace lo que quiere “sin hacer daño a nadie” está mintiendo. Nos hace daño a todos. 

Los ricos tienen el incentivo constante de aprovechar su poder económico para separarse de la sociedad cuando tienen que contribuir mientras siguen aprovechando su posición en el seno de la sociedad, y a menudo a costa de la sociedad, para seguir haciendo sus negocios. Lo sorprendente es que después de casi 50 años de envenenamiento ideológico neoliberal, con el machaque persistente del individualismo metodológico y el egoísmo racional, la sociedad siga defendiéndose a si misma de sus abusos. No solo es que buena parte de la sociedad haya reaccionado contra el egoísmo y las excusas de los youtubers andorranos, también lo han hecho personas que siendo igualmente famosos con dinero, han defendido que hay que quedarse en España. Y es que, pese a todo, sigue estando muy arraigada en la sociedad la idea fundamental de que sin solidaridad, sin apoyo mutuo ni lazos comunes, estamos todos irremediablemente abocados al fracaso.

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