entrevista a la presidenta de la asociación de inmobiliarias valencianas

Nora García (Asicval): "La mayoría de las inmobiliarias han facturado menos en 2018"

2/01/2019 - 

VALÈNCIA. La Asociación de Inmobiliarias de la Comunitat Valenciana, Asicval, se constituyó como tal a finales del pasado 2018 con el objetivo de convertirse en la entidad de referencia del sector en la autonomía, donde cuentan -como punto de partida- con un total de 126 agencias asociadas. Su presidenta, Nora García Donet, concede a Valencia Plaza su primera entrevista tras alcanzar este hito, en el que explica los orígenes de la organización desde 2011, cuando se constituyó como MLS para impulsar las ventas conjuntas de las inmobiliarias en un momento todavía complicado, durante los últimos coletazos de la pasada crisis. En la actualidad el colectivo disfruta de un escenario más estable, si bien aboga por una mayor protección de los propietarios, "que son quienes ponen los inmuebles en el mercado", y alertan de que "2018 ha sido peor que 2017 en número de operaciones y facturación para la mayoría de inmobiliarias".

-¿Cómo nace Asicval?

-Nosotros nacimos a finales de 2011 como MLS, como una base de datos de inmuebles compartida. El objetivo entonces era darle un impulso a la venta de los activos, porque estábamos en años de crisis y estaba siendo muy complicado. En 2012 se constituyó la primera junta de 10 personas, y a partir de ahí hemos ido creciendo, y ahora somos 126 con dos más que van a entrar. Hablo de inmobiliarias, oficinas hay más. Hay compañeros que tienen cinco oficinas. Lo que hacemos básicamente es, que si tú me encargas la venta en exclusiva compartida de tu vivienda, se puede ver tanto en mi inmobiliaria como en la de cualquiera de la asociación, lo que genera una mayor difusión y facilita la venta.

-¿Qué mínimos exigen a las inmobiliarias para formar parte de la MLS?

-El principio nos centramos en 'salvar los muebles', pero desde hace alrededor de dos años empezamos a trabajar también en, a falta de una regulación en el sector, fijar unas normas mínimas de calidad para compartir los inmuebles. Nosotros, por ejemplo, obligamos a que todos los inmuebles que ofrecemos vengan con su nota simple, el certificado energético, seguro de responsabilidad civil... cuestiones básicas que, desgraciadamente, no se respetan en todas las inmobiliarias. Ahora, al calor de la recuperación, están abriendo muchas inmobiliarias sin cumplir estos mínimos de profesionalidad que nosotros ofrecemos a los propietarios como garantía de un servicio de calidad y de seguridad jurídica. También pedimos al menos tres años de experiencia, que no cuenten con una sentencia en contra por cuestiones del sector inmobiliario... son filtros para agrupar solo a los profesionales del sector, no solo a gente que pague la cuota.


-¿Es la primera vez que se agrupa así el sector en la Comunitat?

-Ha habido asociaciones, pero sin un largo recorrido. Tal vez porque no han sabido transmitir un valor añadido a los asociados. Yo antes pertenecía a una asociación con la que no tenía más relación que la del pago de la cuota. Lo que sí existen son los Colegios Profesionales de APIs, pero con otra realidad, con mucha gente que no ejerce la profesión o la ejerce pero la compagina con otras. Yo creo que nosotros hacíamos falta en el sector, porque nadie representaba estrictamente los intereses de los profesionales y de los consumidores, que son dos cuestiones que tienen que ir de la mano.

"Asicval preside la federación nacional de MLS sin ánimo de lucro porque somos la más grande de España. También estamos en Fadei, la patronal del sector inmobiliario"

-Imagino que con esa red tendrán una información muy valiosa para saber cómo está en cada momento el sector...

-Por supuesto. Nosotros somos los primeros en saber si el mercado sube o baja, antes que los tasadores y registradores. Nosotros estamos en la primera línea, y hasta ahora estábamos regalándole esta información a los portales inmobiliarios. Desde hace un tiempo también estamos intentando optimizar estos recursos a nivel autonómico y nacional. Nosotros pertenecemos a la federación nacional de MLS sin ánimo de lucro, la cual presidimos porque somos la MLS más grande de España; y también estamos en Fadei, la patronal del sector inmobiliario, donde también formamos parte de la directiva. En eso estamos, en la misión de poner un poco de orden en este sector.

-En su reciente comunicado sobre la iniciativa del Consell de fijar precios de referencia para el alquiler se muestran como agente social en defensa de los intereses del colectivo ¿Van a seguir en esta línea tras constituirse como asociación?

-Efectivamente. Nosotros nos ofrecemos para lo que podamos aportar por nuestra experiencia, porque quien está en el día a día y sabe cómo piensa el propietario y cómo piensa el comprador o el inquilino somos nosotros, los profesionales que estamos en contacto con ellos. Sobre esta cuestión concreta yo ya podría adelantar las reacciones tanto de un lado como de otro. Yo hago más de cien alquileres al año, sé como piensan y sé cuáles son sus problemas. Si nos quieren escuchar nosotros podremos ofrecer nuestra experiencia. Porque entendemos que los políticos, con toda su buena voluntad de solucionar un problema real como el del alquiler, quizá desconocen una parte importante de la realidad. Y quién mejor que nosotros para aportarles esa visión.

"Fijar precios de alquiler obligatorios sería un error garrafal. Quien pone el inmueble en el mercado es el arrendador, y cuantas más trabas tenga más difícil será que lo haga"

-Sobre este asunto en concreto: ustedes ven bien bonificar a los propietarios que alquilen sus viviendas a precios asequibles, pero no que se fijen precios de referencia obligatorios...

-Efectivamente. Nosotros creemos que fijar precios de obligado cumplimiento sería un error garrafal. Quien pone el inmueble en el mercado es el arrendador, y cuantas más trabas le pongas más difícil será que lo haga. La principal preocupación de los propietarios es la falta de garantías, el miedo a que no le paguen o tenga problemas para recuperar la vivienda cuando la pone en alquiler por primera vez. Nosotros creemos que es ahí donde hay que incidir para que haya más viviendas en el mercado del alquiler, en dotar a los propietarios de garantías rápidas contra los impagos y contra los problemas para recuperar las viviendas. Si esto se implementa habrá más viviendas en el mercado y bajará el precio.

También ha hecho mucho daño el auge de los apartamentos turísticos en ciudades como València. Este fenómeno ha quitado del mercado una cantidad muy importante de inmuebles que se destinaban a la vivienda habitual para destinarlos al uso turístico, porque obtienen más dinero y no tienen la preocupación de que les dejen de pagar. Y también hay que tener en cuenta el efecto de la recuperación económica. La gente está alquilando más porque la economía va mejor, y esto se ha juntado con una falta de oferta. Es blanco y en botella.

-¿Cuánto ha caído la oferta de inmuebles para el alquiler de media y larga estancia en València?

-Hace poco estuve en una reunión en Madrid con Idealista, uno de los portales de viviendas líder, y subrayaban que, según sus cifras, València era la zona en la que más ha caído la oferta de inmuebles, el stock de vivienda. ¿Por qué? Porque estos años, al no haberse construido obra nueva, quienes pudieran haber salido de sus casas y ponerlas en alquiler -o directamente comprar para alquilar, como inversión- no lo han hecho, no han salido nuevas viviendas al mercado mientras la ciudad ha seguido creciendo. Tal vez en un año y medio, cuando se entreguen las promociones que ahora se están poniendo a la venta, tengamos el efecto contrario. Pero en estos momentos han confluido estas circunstancias: poca vivienda nueva y la moda de los apartamentos turísticos.


-Al margen de los proyectos que ya están en marcha en la ciudad ¿Cómo ven los futuros desarrollos de Fuente de San Luis, Benimaclet, Mestalla o PAI del Grao? ¿Serán suficientes para el crecimiento de València?

-La entrada de nuevas viviendas será es positiva, porque hace que el mercado se mueva y permite una rebaja de los precios. Pero está lejos de tener un impacto en el actual mercado. Funciona como un ciclo. Cuando la gente tiene su vivienda nueva es cuando pone la anterior en alquiler o venta, y de momento lo que hay es gente a la espera de recibir su vivienda nueva. Hasta dentro de un año y medio, cuando se entreguen las viviendas de zonas como Malilla o Patraix, no habrá mucho movimiento. Las zonas de futuros desarrollos está bien tenerlas ya previstas para que no vuelva a haber un escenario de congestión.

-¿Cómo ven el área metropolitana de València y el resto de municipios en los que el sector está más activo en la Comunitat?

-Hay una diferencia muy importante entre la capital y los pueblos. Los tiempos no tienen nada que ver. En València funciona todo mucho más rápido, en los pueblos se compra a otro ritmo. Castellón también está más parado, y Alicante cuenta con la inversión extranjera que hace que determinadas localidades turísticas jueguen en Champions. El área metropolitana está subiendo por extensión de lo que ocurre en València. Las zonas con mejores accesos están recogiendo parte de esta demanda.

-¿Se ha producido una desaceleración desde verano? ¿Cómo ha influido en el sector el Cambio de Gobierno, la sentencia sobre las hipotecas, el proteccionismo de EEUU, la incertidumbre del Brexit...?

-Nosotros hemos notado que desde verano se ha producido una caída. Es el sentir general de nuestros asociados y el de la federación nacional. A nosotros siempre nos afectan los cambios políticos, más bien la inestabilidad. También ha coincido con las posiciones proteccionistas de EEUU. Los inversores se retraen ante cualquier inestabilidad, y los particulares igual, dejan sus operaciones en espera. Cabe también tener en cuenta que los precios han subido, y que la gente se lo piensa mucho antes de hace una de las mayores inversiones de su vida, si no la mayor. Venimos de unos precios más bajos de la salida de la crisis, y eso, unido a lo que pasó, a que la gente, afortunadamente, se acuerda, hace que los compradores se lo piensen bastante.

"La mayoría de las inmobiliarias han tenido un descenso en el número de operaciones y en el volumen de facturación, han facturado menos en 2018"

-¿2018 ha sido peor que 2017?

-Para la mayoría sí. Eso es lo que me transmiten los compañeros. Quien haya cerrado 2018 con los mismos números que en 2017 se puede dar con un canto en los dientes. Salvo los casos de inmobiliarias que hayan crecido en personal y hayan hecho más volumen, la mayoría, que son las que tienen equipos más estables, han tenido un descenso en el número de operaciones y en el volumen de facturación, han facturado menos en 2018. Además es que tenemos un escenario diferente. Este año hay más de 2.000 inmobiliarias nuevas, y algo tendrán que vender estas nuevas empresas, es normal que toquemos a menos, hay más actores. En cualquier caso, habrá que estar atento al cierre del año a ver cómo ha quedado el número total de transacciones. 

-¿Será un ajuste puntual o hay peligro de que sea el inicio de una recesión en el negocio?

-La verdad es que son tantas cosas las que nos pueden afectar en un sentido o en otro que no me atrevo a pronosticarlo. En 2007 yo jamás pensé que íbamos a pasarlo tan tan mal los años siguientes, y fue durísimo. ¿Qué nos espera? Yo lo que querría es que se frenaran un poco los precios porque creo no es bueno para nadie, sobre todo para las familias y para sus proyectos de vida. Lo bueno es que no se están haciendo las barbaridades de entonces en el sector, cosas como financiar hasta el IVA a los promotores o hacer negocio con los pases de los activos. Ahora el sector financiero ha aprendido la lección y no creo que pase algo tan grave, aunque sí se está viendo alguna alegría como la financiación de más del 80% de la compraventa de viviendas por parte de algunos bancos. Si no actuamos con conocimiento siempre podemos tener nuevos sustos.

 

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