VALÈNCIA. Los vehículos híbridos enchufables constituyen una tecnología clave en la hoja de ruta de la conducción sin emisiones directas. Mercedes‑Benz Cars perfecciona sistemáticamente sus vehículos híbridos enchufables bajo el sello EQ Power. Ahora celebran su estreno tres modelos de la gama compacta con propulsión híbrida de la tercera generación: el A 250 e (consumo de combustible en el ciclo mixto 1,5-1,4 l/100 km, emisiones de CO2 en el ciclo mixto 34-33 g/km, consumo eléctrico en el ciclo mixto 15,0-14,8 kWh/100 km)1, A 250 e Sedán (consumo de combustible en el ciclo mixto 1,4 l/100 km, emisiones de CO2 en el ciclo mixto 33-32 g/km, consumo eléctrico en el ciclo mixto 14,8-14,7 kWh/100 km)[1] y B 250 e (consumo de combustible en el ciclo mixto 1,6-1,4 l/100 km, emisiones de CO2 en el ciclo mixto 36-32 g/km, consumo eléctrico en el ciclo mixto 15,4-14,7 kWh/100 km)1. La introducción en el mercado de estos modelos tendrá lugar antes de finalizar el año. Las variantes EQ Power de la Clase A y la Clase B refuerzan la ofensiva de modelos híbridos enchufables de Mercedes-Benz, que tiene previsto ampliar la oferta a bastante más de 20 variantes hasta 2020.
En los nuevos modelos compactos con EQ Power priman el placer de conducción en modo eléctrico y la idoneidad para el uso cotidiano. Esto queda patente si se echa un vistazo a sus aspectos destacados:
70-75 km de autonomía en modo eléctrico (NEDC)
75 kW de potencia eléctrica
160 kW de potencia total
450 Nm de par motor total
Velocidad máxima 140 km/h (modo eléctrico)/235 km/h (valor absoluto; Clase A compacto)
Aceleración de 0-100 km/h en 6,6 segundos (Clase A compacto)
La tecnología híbrida no restringe prácticamente el volumen del maletero.
Los vehículos de la gama compacta de Mercedes-Benz equipan motores montados en posición transversal. Para el cambio de doble embrague 8F-DCT se ha desarrollado una unidad de propulsión híbrida de dimensiones compactas que obedece a los mismos principios técnicos que el componente equivalente en los vehículos con motor en posición longitudinal. Se trata de un motor síncrono de excitación permanente con rotor interior. El estátor está integrado de forma fija en la carcasa de la unidad de propulsión. En el interior del rotor del motor eléctrico se aloja el embrague húmedo de separación del motor, que opera con bajas pérdidas. La refrigeración del estátor y el rotor en función de la demanda permite hacer uso sin problemas de la potencia máxima y de la potencia en régimen constante del motor eléctrico.
Por primera vez en un modelo de Mercedes-Benz, el arranque del motor de combustión interna cuando se precisa su potencia tiene lugar exclusivamente mediante el motor eléctrico; los híbridos compactos no disponen de un motor de arranque convencional de 12 voltios.
La elevada potencia total asegura altas dosis de placer de conducción
El motor eléctrico desarrolla una potencia de 75 kW. Junto con el motor de cuatro cilindros y 1,33 litros se alcanza así una potencia conjunta de 160 kW (218 CV) y un par motor total de 450 Nm. Gracias al motor eléctrico EQ Power, el A 250 e y el B 250 e reaccionan de forma especialmente espontánea al acelerador y brindan unas prestaciones considerables. El A 250 e, por ejemplo, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6,6 segundos, y alcanza una velocidad máxima de 235 km/h (más datos técnicos en la página siguiente).
El acumulador eléctrico es una batería de alto voltaje de iones de litio con una capacidad total aproximada de 15,6 kWh, que puede cargarse por conexión a una fuente externa de energía eléctrica. Los modelos A 250 e y B 250 e pueden cargarse tanto con corriente alterna como con corriente continua. La caja de enchufe de carga necesaria para ello se encuentra en la pared lateral derecha del vehículo. Si se conectan a una wallbox de 7,4 kW, los modelos compactos híbridos enchufables se cargan con corriente alterna (AC) en 1 h 45 minutos (carga del 10 al 100% SoC). Si se utiliza corriente continua (DC), el tiempo de carga es de unos 25 minutos para un incremento del 10 al 80%.
Las baterías proceden de Deutsche ACCUMOTIVE, una filial al 100% de Daimler. La batería de alto voltaje se refrigera por agua y pesa unos 150 kg.
Práctica disposición de los componentes
Un innovador sistema de escape permite una disposición de los componentes sumamente práctica. El tubo de escape no se extiende hasta el extremo trasero del vehículo, sino que termina en el centro, bajo el piso del vehículo. En consecuencia, el silenciador trasero está integrado en el túnel central. La integración del depósito de combustible en el espacio de montaje del eje libera el espacio necesario para montar la batería de alto voltaje debajo de los asientos traseros. En consecuencia, el volumen del maletero del A 250 e y el B 250 e no disminuye prácticamente en comparación con los modelos con propulsión convencional.
Dado que los vehículos compactos emplean técnica híbrida enchufable de tercera generación, hacen gala de todas sus funciones. Entre ellas destaca especialmente la estrategia de modo de servicio basada en el trayecto, que tiene en cuenta, entre otras informaciones, los datos cartográficos, la topografía, las disposiciones en materia de velocidad y el trayecto previsto. La estrategia de modo de servicio contempla la totalidad del itinerario previsto, y propone el modo de conducción eléctrico en los tramos en los que resulta razonable.
Con la introducción de MBUX (Mercedes-Benz User Experience), los antiguos modos de servicio Plug-in de todos los modelos EQ Power se convierten en programas de conducción. Es decir, todos los modelos híbridos enchufables de Mercedes-Benz disponen de los nuevos programas de conducción «Electric» y «Battery Level». Estos programas forman parte del equipamiento de los híbridos compactos desde su introducción. En el programa «Electric» se disfruta de las prestaciones máximas de la propulsión eléctrica. El motor de combustión interna se conecta sólo si el conductor activa el kick-down pisando el acelerador a fondo. Además, en el programa «Electric» es posible seleccionar la intensidad de recuperación mediante las levas situadas detrás del volante. Las levas de cambio en el volante permiten seleccionar cinco niveles diferentes de recuperación energética (DAUTO, D+, D, D- y D- -).