El grafeno se perfila como el material protagonista del siglo XXI

Oportunidades de negocio en la revolución de los materiales

7/01/2019 - 

VALÈNCIA. Que los materiales han desempeñado un papel principal en la evolución humana lo pone de manifiesto el hecho de haber catalogado distintas edades del hombre en función de su uso. La edad de piedra atañe al momento de la prehistoria en que los humanos elaboran herramientas a base de cuarzo, sílex, obsidiana… Tuvieron que pasar siglos hasta llegar a la edad de los metales, cuando estos materiales, primero el cobre, después del bronce y, por último el hierro, suplantan a la piedra y abanderan la evolución tecnológica que supone un salto cualitativo para la humanidad.

Ya en el siglo XX, el silicio pasará a la historia, en opinión de muchos, como el material de la centuria. Dado que es un elemento semiconductor muy abundante, el silicio despertó gran interés en la industria electrónica y microelectrónica como material básico para la creación de obleas o chips que se pueden implantar en transistores, pilas solares, computadoras y una gran variedad de circuitos electrónicos.

La presencia de este material en la zona sur del área de la Bahía de San Francisco, en el norte de California (EE.UU) es el germen de Silicon Valley, actualmente con la mayor concentración de empresas de alta tecnología del mundo.

En cuanto al siglo XXI, es pronto aún para saber si surgirá un material capaz de revolucionar de forma sustancial la sociedad que conocemos de la misma manera que hicieron los referidos. Sin embargo, hay quien apunta al grafeno, descubierto en el año 2004, como protagonista. En torno a él han surgido ya numerosas oportunidades de negocio.

Relacionadas con el grafeno

Hace tiempo que el grafeno se viene presentando como el material del futuro. Ello se debe a las múltiples propiedades que presenta entre las que se encuentran su elevada resistencia, su extraordinaria ligereza (200 veces más resistente y ligero que el acero), elasticidad, un tamaño mínimo, transparencia o su capacidad como conductor del calor y eléctrico. En cuanto a las aplicaciones, también estas parecen ilimitadas pudiendo utilizarse en áreas como la electrónica, informática, tratamiento de aguas, sector energético, la industria automovilística, robótica o la telefonía móvil, entre otros.

Atendiendo a la demanda creciente surgen empresas como la española Graphenea, una de las pocas que se dedican en nuestro país a la producción y desarrollo de este material. Radicada en San Sebastián, Graphenea nace en 2010 impulsada por Jesús de la Fuente, su CEO, y en 2013 recibe una inversión de Repsol para impulsar su capacidad tecnológica, respaldar su crecimiento como empresa y permitirle mantener su liderazgo internacional dentro del emergente sector de producción de grafeno. Actualmente, Graphenea es uno de los principales fabricantes europeos de grafeno útil para aplicaciones industriales en un mercado que, a escala mundial, tratan de abanderar EE.UU y China. Graphenea es también socio del proyecto europeo Graphene Flagship, un consorcio que constituye la mayor iniciativa de investigación de grafeno de Europa.

Sostenibles y justos

Pero, al margen de conseguir materiales compatibles con las nuevas tecnologías y modelos de negocio que impulsen la competitividad, el otro gran reto que deberá superar cualquier material candidato a dominar el siglo es el de la sostenibilidad, tanto en lo que atañe a su producción como al consumo. Procurará, además, que su impacto sea global.

Trovant Technology intenta aunar la demanda creciente del material de moda con la sostenibilidad aprovechando lo que, en su opinión, supone una debilidad del grafeno. Se refieren a sus altos costes de producción y baja escalabilidad. Suman a ello riesgos medioambientales y humanos, dado que el material se fabrica a partir de materias primas no renovables. Para contrarrestar estos efectos perniciosos, la startup fundada por José Manuel Estrada y Alexandre Colzi propone fabricar grafeno a partir de residuos orgánicos no contaminantes. En principio, su investigación en este campo la orientan a la industria automovilística con vistas al previsible crecimiento del coche eléctrico. “Nos interesan, sobre todo, el tratamiento y la valorización de residuos mediante procesos biológicos para la obtención de productos de alto valor añadido como biopolímeros o bioenergía”, afirman.

Otra solución interesante es la que encabeza la empresa 

Fairfhone,  localizada en Amsterdam. Su misión es desarrollar teléfonos inteligentes diseñados y producidos con el mínimo impacto negativo posible para las personas y el planeta. Para ello, además de servirse de material reciclado, rastrean el origen y toda la cadena de abastecimiento de los cerca de 40 materiales que utilizan en la fabricación de sus teléfonos. “Hemos creado el primer smartphone modular y ético del mundo”, afirman.

Los citados ejemplos citados ponen de manifiesto que la investigación y desarrollo de nuevos materiales corresponden a un mundo cada vez más sofisticados que requiere del concurso de múltiples disciplinas, pero que acaban dando frutos en el mercado de masas. Nanomateriales, metamateriales, biomateriales…son los nuevos materiales que constituyen un pilar básico para sustentar el desarrollo de nuevos productos y servicios cuya misión final es contribuir, de manera decisiva, al incremento del bienestar de nuestra sociedad.

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