Hoy es 16 de noviembre

los primeros meses del botànic, presididos por conflictos en sanidad, agricultura e innovación

Paradigma del desgaste: tres consellerias donde no funciona el mestizaje ajeno ni el 'propio'

23/02/2020 - 

VALÈNCIA. Si hay un elemento peculiar y genuino de las dos ediciones del Botànic -acuerdo entre fuerzas progresistas que gobiernan el Consell- es el mestizaje. De hecho, y pese a las similitudes que muchos se empeñan en establecer entre el recién estrenado Ejecutivo de coalición estatal y el valenciano, la principal diferencia reside precisamente en que en Madrid no han aplicado este método.

Una fórmula que consiste en mezclar en las diferentes consellerias altos cargos elegidos por las tres fuerzas -o al menos dos- del pacto: PSPV, Compromís y Unides Podem. Esta iniciativa, ya aplicada en la primera edición del Botànic, tiene como objetivo que las carteras no se conviertan en departamentos estancos y que todos los partidos implicados tengan conocimiento sobre lo que ocurre en cada área y participen de la gestión.

Una manera de gobernar que acumula argumentos a favor y en contra. Los puntos positivos son los ya mencionados, mientras que los negativos surgen cuando no hay entendimiento entre los referentes de cada partido y se producen choques -a menudo aireados en los medios de comunicación- o bloqueos.

Ahora bien, en estos primeros meses de legislatura los conflictos se están produciendo en algunas consellerias no solo a cuenta de la mezcla entre dirigentes de distintos partidos, sino también a causa del mestizaje 'propio': es decir, las relaciones entre altos cargos elegidos por la misma fuerza política. Por ejemplo, el PSPV.

Uno de los casos que está preocupando en el seno de la formación socialista es la desconexión detectada entre la consellera de Sanidad, la socialista Ana Barceló, y el segundo escalón del departamento. En este caso, los problemas no son tanto entre la máxima responsable y los representantes de Compromís, sino con otros dirigentes socialistas. 

Así, fuentes del Ejecutivo y del partido admiten por ejemplo que la relación entre la consellera y la secretaria autonómica de Eficiencia y Tecnología Sanitaria, Concha Andrés, no viene atravesando su mejor momento. Una desconexión que resulta especialmente llamativa dado que ambas pertenecen, ya no solo al mismo partido, sino incluso al mismo sector socialista próximo al presidente de la Generalitat, Ximo Puig. Pese a que algunos dirigentes apuntan que se han limado asperezas en los últimos días con la presentación del Plan Óptima -listas de espera-, la relación entre Barceló y el segundo equipo todavía tiene que mejorar para superar los obstáculos en un área de gestión tan exigente como la sanitaria.

Ximo Puig en la toma de posesión de Ana Barceló. Foto: VP

En esta línea, tal y como informó Castellón Plaza, otra de las consellerias donde el PSPV no está teniendo fortuna en sus designaciones es la de Innovación, dirigida por Carolina Pascual. Semanas atrás, el secretario autonómico de Universidades, Rafael Tabares, presentó su dimisión mostrando su "preocupación" por el futuro del Botànic.

Un adiós de un dirigente elegido por Puig, que llegó tras los problemas de arranque de una conselleria de nueva creación y a los que hubo que sumar la falta de entendimiento entre el subsecretario, José Villar, y el mencionado Tabares, un factor que contribuyó de forma importante a la salida de este último y la consiguiente crisis abierta en el departamento. Para sustituir esta baja, se ascendió a la directora general Carmen Bevià, sin que el puesto que abandonó se haya cubierto todavía. Al margen de esto, fuentes de la conselleria consultadas por este diario insisten en que estas variaciones no han supuesto "ningún progreso" en un departamento que, denuncian, sigue "estancado" o, en todo caso, "avanzando muy lentamente".

Barceló, Mollà y Pascual durante el último Seminari de Govern. Foto: PEPE OLIVARES

Por otro lado, donde ya ha empezado a producirse un enfrentamiento más 'clásico' dentro del Botànic es en la Conselleria de Agricultura liderada por Mireia Mollà (Compromís). Distintas fuentes vienen apuntando la falta de sintonía de la titular del departamento con el 'número dos' del mismo, Francisco Rodríguez Mulero, miembro destacado del PSPV.

La desconfianza inicial ha crecido exponencialmente hasta el punto de, tal y como informó Las Provincias, que la consellera -a través de su subsecretario- trató de trasladar de despacho al secretario autonómico a otra planta para evitar la proximidad del dirigente socialista. Al margen de esto, fuentes del PSPV recalcaron a este diario que la desconexión es tal que en el último Seminari de Govern celebrado en La Marina los objetivos en materia de Agricultura (el área de Mulero) se resintieron al no ser tomados en cuenta por Mollà. Más allá de la realidad sobre estas discrepancias focalizadas en el área agraria, lo que resulta evidente es que el citado departamento no atraviesa un mestizaje idílico que puede convertir a esta conselleria -de nuevo- en una de las más 'calientes' de la legislatura.

Noticias relacionadas

next