exposición en Sant Joan de Moró

Paz Sanz esculpe la fuerza de las mujeres africanas

6/03/2021 - 

CASTELLÓ. Cuando Paz Sanz regresó de un viaje por África a Holanda, la ciudad por la que entonces residía, no le salía hacer otra cosa que producir esculturas inspiradas en las mujeres que aquellos días conoció. De esto hace cerca de 25 años y todavía hoy son su mayor fuente de inspiración. Ellas, su fuerza y una manera de afrontar la vida a la que no solo las mujeres europeas, sino toda la población, habría de mirar de bien cerca. 

"Me encontré con unas mujeres que son capaces de sacrificarse por el resto de la familia, trabajando bajo el sol con un niño a la espalda. Hacen los trabajos que los hombres no quieren hacer. Cultivan la sierra y siembran a plena luz del día, mientras ellos lo hacen bajo un árbol a la sombra. Y encima después llegan a casa hacen la comida y son capaces de ponerse una tela, pintarse los labios y salir a bailar. Llevan la vida, pese a todo, con mucha alegría. Esto me impactó porque yo por entonces me quejaba de todo. Que si hoy llueve, que si hay mucho tráfico. He vivido en Ámsterdam 30 años y por la presión de la sociedad, me quejaba por todo. Ahora lo continúo haciendo claro, aunque no tanto, porque me quedé con su fuerza y con todas las 'superwoman' que allí conocí", asegura Sanz. 

La escultora, que ahora vive en Sant Joan de Moró, ha recorrido ciudades de toda Europa para transmitir estos valores. Y es que cree firmemente que "las mujeres africanas podemos ser cualquiera". Solo basta con ver sus obras y conocer su discurso para entenderlo. Un trabajo que ahora se podrá ver en este pequeño pueblo de Castellón. La sala de exposiciones del Ayuntamiento de Sant Joan de Moró acoge desde este domingo y hasta el 14 de marzo, con motivo del Día Internacional de la Mujer, nueve de sus esculturas.

A través de todos los viajes que ha emprendido, asegura Sanz que ha llegado a una misma conclusión: "Sin mujeres el mundo no podría existir", porque simplemente "son ellas quienes lo llevan". Esto -añade- "es una realidad que los hombres también conocen", pero simplemente obvian. "Hubo una noticia que salió hace tiempo en los medios holandeses que me dejó sorprendida. Una mujer, que tuvo un accidente de coche con sus dos hijos, salió disparada del vehículo y fue capaz, aun así, de levantar un coche sola para sacar a sus hijos que habían quedado atrapados dentro. No levantó el coche entero, solo lo suficiente como para poder sacarlos, pero esto demuestra que tenemos más fuerza de la que pensamos", cuenta la escultora.

En sus piezas quiere transmitir estos valores con unos rostros que aparecen, en su mayoría, con los ojos cerrados. Un hecho que simboliza toda esta fuerza interior de la que artista habla. "En África hay también una vida muy oscura. A las mujeres les pasan cosas que no nos podemos ni imaginar, pero sacan toda la fuerza de dentro. Decidí pintarlas con los ojos cerrados precisamente por eso. Para que reflexionemos. Por el tipo de vida que tenemos, pensamos que no podemos afrontar hechos fuertes, pero esa fuerza la tenemos dentro. Solo hay que sacarla. No nos tiene que importar lo que hay fuera". 

La artista hace sus creaciones en cerámica, bronce y también en neolith. Siempre las elabora primero en barro y después las cuece a 1260 grados. Una técnica que permite que sus obras puedan exponerse en plazas de Holanda, Alemania, Suiza o Francia, y lo que es más importante, sin que estas se rompan por el frío. "En estos momentos tengo pendientes cinco exposiciones en Alemania, pero no sabemos si podremos hacerlas. Mi aterrizaje a España y a Castellón ha significado no hacer nada profesionalmente durante un año. Tenía muchos planes en el extranjero que quería seguir haciendo desde aquí, pero se anularon todos. Además, las galerías donde tengo piezas también están cerradas. Yo vivo de esto, pero ahora me encuentro con que no se vende nada. He tenido unos pocos clientes que me han comprado obras sin verlas en persona, pero no es lo mismo", explica Sanz, que añade: "La imposibilidad de hacer exposiciones es tan agobiante como quien tiene una tienda o un restaurante y no lo puede abrir".

Con todo, aprovechando que su muestra se podrá ver durante el Día de la Mujer, Paz Sanz apunta en unas pocas líneas cómo es la situación de las artistas, dentro y fuera de África. "Si eres europeo no hay demasiadas diferencias entre las mujeres y los hombres, pero en países como Afganistán, Irán o en toda África es muy complicado que las mujeres hagan lo que quieran; si quieren hacer arte tiene que ser a escondidas. Evidentemente no pueden enseñar sus obras ni mucho menos vivir de esto. Vivir del arte se puede considerar un lujo que en países pobres no se lo puede permitir prácticamente nadie. Esto es una pena horrorosa porque en África hay muchas mujeres que sin saberlo son artistas. Artesanas que diseñan prendas de ropa o utensilios. En cuanto a nosotras, las que vivimos en Europa, es evidente que sigue habiendo mucha desigualdad con respecto a los hombres, especialmente a la hora de protagonizar exposiciones. Todavía hay quienes consideran que las mujeres hacen arte por hobby y no por trabajo. Yo me dedico únicamente a esto desde hace más de 30 años, pero posiblemente me ha costado mucho más que a un hombre lograrlo. Yo sola me he abierto paso en un país extranjero."

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