VALÈNCIA. El exdirector de RTVV Pedro García ha sido el último en declarar en la segunda jornada del juicio por el amaño de contratos de la visita del Papa. García ha salvado a Juan Cotino pues ha asegurado que: “Camps me dijo que diese todas las facilidades a lo que me pidieran, que no dijera a nada que no. Cotino no me podía dar instrucciones porque no tenía ascendencia sobre mí”.
Sin embargo, ha puesto en la picota a dos nombres propios, al expresidente de la Generalitat Francisco Camps, y al actual eurodiputado del PP, Esteban González Pons. García ha explicado lo que era un secreto a voces en València, que la Radio Televisión Pública Valenciana estaba dirigida desde presidencia con estos dos hombres enviando las órdenes de lo que había que hacer y lo que no en la televisión de todos los valencianos.
“La televisión dependía del presidente Camps, pero en modo práctico dependía de González Pons, y recibo una llamada de él y me dice que Álvaro está muy enfadado porque lo han dejado fuera y hay que darle algo y que hay que darle las pantallas y la megafonía” ha afirmado García, quien a este respecto ha apostillado que: “Sabía que estaba mal darle un contrato a una empresa a dedo, pero se recibían órdenes políticas en contenidos y en contratos, desde otorgar programas hasta contenidos políticos en los informativos, lo hacía yo y también mis predecesores”.
Así, Pedro García ha dicho que fue González Pons quien le ordenó amañar el contrato para la Gürtel, y que éste lo hacía por orden de Camps. No es la primera vez que estos nombres salen a la palestra en un juicio o una declaración relacionada con esta trama corrupta. De hecho, Camps será juzgado en una de las piezas, la relacionada con el contrato de los contratos menores.
Del contrato de Teconsa ha dicho que Pablo Crespo sabía que yo tenía “una instrucción política”. La instrucción que di fue a Ricardo Calatayud y le dije “esto viene de arriba y hay que hacerlo así”, en referencia a que había que dárselo a la empresa que se había presentado, Teconsa.
Y de las mordidas recibidas, el exdirector de RTVV ha dicho: “No recibí 500.000 euros sino cuatrocientos y pico. Me llamó Pablo Crespo y me lo ofreció si presentaba dos facturas de 242.000 y 243.000. Se me pagó sin prestar ningún servicio”.
Como anécdota sobre las mordidas, Vicente Torró, el vecino de García que abrió una empresa para que se ingresasen las mordidas con facturas falsas ha dicho que Pedro García decidió invertir 111.000 euros en la bolsa. “García quiso invertir en una empresa, Astroc, pero luego quebró y lo perdió todo”.
De los contratos ha aseverado que “esta cuestión política tenía que tener una respuesta formal dado que la iglesia era la titular de la señal, por eso se estableció un convenio para que RTVV pudiera dar la señal y se mete el tema de las pantallas y el sonido”. Y ha dicho que el contrato fue a parar a RTVV por el pánico De la Iglesia Católica al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
Sobre el gobierno socialista ha explicado que el entonces arzobispo de València
Agustín García-Gasco “me llama y me dice que el Papa iba a venir, y que por parte de la Iglesia tenía mucho interés en que lo llevara Canal 9 porque tenían miedo que hubiera manipulación de la señal por parte del PSOE que gobernaba. Ya que la Iglesia había ido en contra de varias medidas del gobierno Central”.
La Audiencia Nacional no ve ningún delito en la actuación del expresidente de la Generalitat respecto a las adjudicaciones y contrataciones con la trama; la sentencia absuelve a Alicia de Miguel, Manuel Cervera, Luis Rosado y David Serra, aunque condena a varios cargos del Consell