CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Peñícola está trabajando en la puesta a punto de su litoral, “no sólo tenemos dos playas urbanas a norte y sur de nuestra ciudadela; contamos con 15 calas naturales en la parte del Parque Natural de la Sierra de Irta que son de una riqueza paisajística extraordinaria” ha explicado el alcalde, Andrés Martínez, que durante esta semana ha seguido las tareas que desde el área de Servicios, Medio Ambiente, Turismo y Playas, se están planificando para la puesta a punto de la temporada de baño.
Atendiendo a los criterios que marcas las fases de desescalada que pauta el Gobierno, “sin manuales aun claros de lo que debemos y no debemos hacer para la reapertura de nuestras playas, seguimos inventariando todo aquello que tiene que ver con nuestro litoral, para poder estar preparados para planificar las medidas a impulsar” ha explicado el concejal de Servicios, Jorge Rovira, que ha acompañado estos días al primer edil en sus visitas a las distintas calas y playas.
“Es prioritario para Peñíscola poner en valor toda nuestra riqueza patrimonial, la gran cantidad de espacios abiertos que tenemos, las inmensas playas de arena fina, así como los kilómetros de parque natural que discurre paralelo al mar” ha constatado el propio alcalde, que ha insistido en la importancia de “tener en cuenta también todas las calas naturales en el plan de actuaciones que se deba llevar a cabo para garantizar la seguridad de los usuarios y bañistas”. Para ello, desde el Ayuntamiento se reivindica la importancia de “la colaboración entre administraciones, pues la Generalitat debe implicarse en ello, garantizar la seguridad es responsabilidad de todos” ha afirmado Martínez.
Más de 40 kilómetros cuadrados del Parque Natural de la Sierra de Irta, que discurre paralelo a la costa y cuenta con 12Km de litoral completamente virgen, se encuentran en el término municipal de Peñíscola con 15 calas naturales. Por lo que respecta a las playas urbanas, Norte y Sur, suman más de medio millón de metros de arenales de arena fina y dorada; que se suman a la riqueza natural de la zona del humedal o marjal, en el núcleo urbano, un pulmón de más de un kilómetro cuadrado que cuenta con pasarelas de madera y un recorrido medioambiental visitable.
“Los inacabables espacios abiertos, nos permiten proponer experiencias a nuestros turistas alejadas de la masificación de otros destinos” ha valorado Martínez, fijando los recursos naturales como ventajas competitivas y garantes de un turismo seguro.