VALÈNCIA (EFE/Laura Cristóbal). El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha advertido de que "desde el ingreso de España en la Unión Europea (UE), la PAC y los fondos de recuperación suponen el mayor reto de gestión pública de fondos, y no podemos fallar".
"Me gusta mucho la política, pero me gusta mucho la gestión pública, el buen uso de los fondos públicos; ahora hay una suma muy importante, con la Política Agraria Común (PAC) hasta el 2027 y el fondo de recuperación que gestiona el Ministerio, un total de 47.724 millones", afirma Luis Planas en una entrevista con EFE para analizar las cuestiones más relevantes del sector para este 2021.
"Ahora tenemos unos fondos que no se van a repetir en un horizonte próximo y la obligación pública de su buena gestión", subraya, tras detallar que tres grupos ya trabajan a nivel técnico en lo que se refiere a los dos pilares de la PAC (ayudas directas y desarrollo rural) y la gobernanza (con organizaciones agrarias, cooperativas y comunidades autónomas).
"Esta PAC es la oportunidad de un gran acuerdo nacional. Disponemos del dinero y los instrumentos, y si nos ponemos de acuerdo en su aplicación es el mejor servicio que podemos dar", insiste, tras admitir que el calendario para el plan estratégico de aplicación de la PAC en España es "realmente apretado", en un contexto general muy complicado y grandes retos para la producción.
Planas prioriza como retos del sector el paso a la economía circular en respuesta a los desafíos medioambientales, la innovación y la digitalización (con el objetivo de cobertura de banda ancha para todo el territorio) y la incorporación de los jóvenes y las políticas de género.
"Todo lo queremos cubrir con la PAC y los fondos de Recuperación, Transformación y Resiliencia; y no sólo con los mil millones que gestiona Agricultura, sino también con lo que los departamentos de Industria, de Economía o de Transición Ecológica pueden atender a la industria alimentaria, los temas digitales o al reto demográfico".
Pero a ello se suman los desafíos políticos y económicos del contexto internacional, como los derivados del Brexit, la nueva Administración estadounidense, los acuerdos comerciales en negociación o las dificultades logísticas por la pandemia, dada la vocación exportadora del sector agroalimentario español.
Con los datos oficiales a noviembre de 2020, España exportó en el último año móvil por valor de 55.362 millones de euros, un 4,7 % más que en el anterior, y registró un saldo positivo de 18.296 millones.
"Somos el segundo exportador neto de la Unión Europea, después de Países Bajos. Estamos en proceso de ratificación del nuevo acuerdo con México y el de Mercosur, y en negociación con Australia y Nueva Zelanda, Indonesia y Chile", avanza Planas, quien defiende en Bruselas que no sólo se exporten alimentos, sino el "modelo regulatorio y de producción agroalimentaria".
Planas ve en la victoria de Joe Biden la apertura de "una nueva etapa de esperanza" y la vuelta a las reglas internacionales: "He pedido a la Comisión Europea que en los primeros contactos uno de los temas sea la eliminación de aranceles que pesan injustamente sobre el sector. Será bueno para nosotros pero también para el norteamericano, que ahora soporta aranceles por el caso Boeing".
En el caso del Brexit, el foco se dirige -una vez conseguido que no haya aranceles con el Reino Unido- hacia el sector pesquero.
"España insiste en que es necesaria la conservación de los 'stocks' biológicos, pero que hay que hablar de la rentabilidad empresarial de nuestros pescadores y armadores, y de las comunidades costeras; el acuerdo fue bueno en cuotas para España, pero tenemos que preservar el acceso a aguas", detalla.
El ministro presentará en febrero en primera lectura al Consejo de Ministros el anteproyecto de ley de pesca sostenible e investigación pesquera, y a final de año los proyectos de ley de inspección y control -sobre el reglamento europeo que actualmente está en discusión- y de comercialización.
En el capítulo de acuerdos pesqueros, están sobre la mesa la conclusión del nuevo con Mauritania o el que se debate con Noruega, sobre bacalao, que preocupa al ministro.
En terreno nacional, el año agrario afronta una nueva sucesión de campañas que tienen que encarar la ola pandémica, como hicieron en 2020 y para lo que se creó un mecanismo piloto con Sanidad para evitar los brotes y garantizar la mano de obra necesaria.
"Ahora lo analizaré con la nueva ministra de Sanidad, Carolina Darias. Tenemos que repetir lo logrado en 2020 y tener una buena coordinación entre el Ejecutivo, las comunidades autónomas y los empresarios agrarios".
La ley de la cadena continuará su recorrido parlamentario, y según Planas, será un paso adelante para "una mayor transparencia en la formación de precios, un mayor equilibrio y un apoyo para agricultores y ganaderos, que son el eslabón mas débil; y atenderá a las peculiaridades de la cooperativas y a la formación de valor, "que ese es el verdadero objetivo".