VALÈNCIA. En su segunda etapa en la Generalitat, Juan Ángel Poyatos ha asumido un rol clave para la recuperación de la Comunitat tras la crisis provocada por la covid. Desde que el pasado septiembre recibió la llamada de Ximo Puig para ponerse al frente de la Oficina Valenciana para la Recuperación, encadena jornadas maratonianas para engrasar el mecanismo que permita a la Generalitat aprovechar la oportunidad que se abre con el fondo europeo de recuperación.
En apenas tres años, la Comunitat recibirá cinco veces más fondos estructurales que en los últimos catorce años, alrededor de 14.000 millones de euros. El reto será ejecutarlos de manera eficiente y colaborar con el sector privado en el diseño de los proyectos que opten a esa financiación. Esta misma semana ha apadrinado la presentación al Ministerio de Industria de veinte grandes proyectos industriales que aspiran a captar 5.500 millones de euros.
Su otra gran línea de trabajo es la interlocución permanente con el Gobierno central para tratar de influir en el diseño de las convocatorias, una labor previa en la que tradicionalmente ha fallado el Consell y que ahora será fundamental para conseguir que esas convocatorias estén lo más alineadas posible con los intereses de las empresas de la Comunitat.
– Aunque los recursos vienen de la UE, la decisión fundamental sobre el reparto y la Gobernanza del fondo la va a tomar el Gobierno de España en función de la calidad de los proyectos, ¿en qué posición relativa se encuentra la Comunitat Valenciana respecto al resto de CCAA?
– Desde la presentación del Plan España en octubre estamos trabajando para estar preparados cuando todo se active en torno al mes de mayo o junio. El Gobierno central está negociando con la Comisión Europea el contenido, indicadores y objetivos del propio plan así como las reformas asociadas. Se espera que ese proceso dure un mes y se abra otro periodo de tres meses para el proceso administrativo de la aprobación del plan. Con lo cual, el dinero empezará a llegar a principios de verano.
En lo que estamos centrados ahora es en el trabajo previo con los Ministerios para que, cuando salgan sus convocatorias, estas tengan en cuenta cuál es nuestra realidad, nuestros proyectos y nuestras realidades. Aunque ni en el caso de los proyectos industriales ni en el hidrógeno va a ser la Generalitat la que gestione directamente los fondos, nuestro papel es el de agregar valor a los proyectos y apoyarlos institucionalmente. Lo importante no es quién lo gestione, sino que el dinero llegue. Siempre se ha hablado de nuestra falta de agenda madrileña, pero ahora estamos haciendo una labor previa muy buena en la que tradicionalmente hemos fallado. El propio Ministerio de Industria nos dice que lo estamos haciendo muy bien.
El Plan España es único. A la Comisión le da igual quién gestione, si la administración central o la autonómica o local; es una decisión interna que se está tomando en estas semanas. En principio, la mitad del fondo la gestionará el Gobierno y la otra las CCAA, pero esta parte también está condicionada por lo que pida el Gobierno. Las decisiones sobre las grandes líneas se van a tomar en Madrid. Por eso es importante estar mucho allí para defender continuamente la industria valenciana, los proyectos de despoblamiento, de humedales...
La única parte en la que tenemos cierta discrecionalidad son los 1.254 millones del fondo React EU. Ahí hemos intentado que el reparto se hiciera en función de unas variables justas que al final nos han beneficiado. Aquí sí tenemos discrecionalidad para elegir dónde los ponemos.
"Los 1.254 millones del fondo React se gastarán ya y donde realmente se necesite"
– ¿Existe alguna idea sobre el reparto de esos 1.254 millones del React EU?
– Es la parte que la Comisión Europea quiere movilizar más rápido, la punta de lanza del plan de choque. la manera jurídica de movilizarlos rápidamente es utilizar los reglamentos en vigor, que son los del Programa Operativo 2014-20, vigente hasta 2023 por la regla n+3, porque aún no había reglamento del fondo Next Generation ni del Programa Operativo 2021-27. Formalmente hemos creado un objetivo temático en Feder y en Fondo Social Europeo y, a partir de las grandes líneas que nos han marcado, podemos elegir dónde destinamos el dinero. La idea del presidente es utilizarlo muy rápido para aquellos sectores mas afectados por la pandemia. Nuestra idea es financiar lo máximo posible del plan Resisteix con este fondo. Necesitamos gastarlo muy rápido y donde realmente se necesita ya ese dinero. No podemos esperar a 2022 a ayudar a los autónomos, la hostelería o el turismo, pero sí para otros proyectos como el del hidrógeno verde. Nuestra idea es hacer una gestión inteligente de las posibles fuentes de financiación –React EU, Next Generation y Programas Operativos– porque, aunque podríamos hacerlo, utilizar el dinero del React EU para cuestiones a medio plazo.
– España va a recibir finalmente cerca de 70.000 millones más del MRR europeo, 10.000 más de lo previsto ¿qué supone esto para la previsión de ingresos que tiene la CV?
– Hay partes de los fondos del Plan España que el ministerio va a repartir por regiones en función de variables objetivas. Lo que estamos intentando defender es que no sea solo por PIB o población, sino que entren en juego otras variables como la capacidad financiera de afrontar esta situación o el impacto de pandemia en nuestro empleo. Hasta ahora el Gobierno lo ha entendido y cuando ha habido que territorializar fondos hemos salido bien parados más allá del famoso 10% de nuestro peso. En cualquier caso, es una buena noticia porque nos corresponderán más recursos de una u otra forma.
– El objetivo de esta movilización de fondos es la recuperación del daño por la covid, pero también la transición ecológica y digital ¿Cuál debe ser la prioridad de la Comunitat ante esta oportunidad?
– A las grandes empresas no les vamos a descubrir la digitalización, pero ahora van a tener los recursos para hacerlo más rápido. Pero no solo va a haber recursos para la economía, vamos a tener recursos para digitalizar la educación o la sanidad y la propia administración pública.
Por la parte de cambio climático, hay una parte muy económica que es la oportunidad para nuestras empresas para competir con un elemento diferencial importante en un mercado global. La Unión Europea tiene las restricciones medioambientales más importantes del mundo y, si somos capaces de que nuestras empresas compitan siendo las menos contaminantes y más eficientes en la gestión de los recursos, tarde o temprano hará que sea un elemento diferenciados competitivo a nivel global. A la larga, también EEUU y los países asiáticos van a girar hacia la economía verde. Si nuestras empresas son las primeras en estar preparadas para este nuevo esquema, tenemos la oportunidad de diferenciarnos por primera vez en un mercado global, porque hasta ahora hemos perdido todas las batallas. No tenemos otra que llegar los primeros.
– La comisión ha aprobado recientemente el reglamento que rige el fondo, lo que aclara mucho el camino para definir los proyectos, ¿ya está definida la Estrategia Valenciana de Recuperación definitiva?
– Va a ser un documento abierto para tres años y va a haber distintas líneas. La Estrategia como tal nos debe permitir es estar en pleno movimiento y listos para reaccionar rápido alas oportunidades que surjan y buscar financiación. Sobre todo tiene que tener los mecanismos de estructura y gobernanza que permitan a la Generalitat reaccionar rápido. El objetivo es estar muy vivos y listos para no perder ni una oportunidad.
"Hay que intentar recuperar la confianza del mundo empresarial con las ayudas publicas"
– ¿Va a haber suficientes proyectos privados buenos para captar un porcentaje relevante de estos fondos?
– Creo que sí. Hay que intentar recuperar la confianza del mundo empresarial con las ayudas publicas. Nuestra industria, también la tradicional, tiene mucho potencial. Nuestro tejido productivo está más que preparado, pero tenemos que volver a conectar con ellos y recuperar la confianza perdida en los últimos años. Este es parte de nuestro trabajo también.
– Una de las preocupaciones de las empresas, especialmente pymes, es que el grueso de los recursos acabe siendo comprado por las grandes empresas, ¿está fundada esa inquietud?
– Es cierto que el Gobierno puede tender hacia las grandes empresas, pero en la manifestación de interés del Ministerio de Industria se obliga por ejemplo a que participen cuatro pymes. Se crean espacios para ellas dentro de los grandes proyectos. Pero nos consta y lo hemos defendido cada vez que hemos ido a Madrid que va a haber una línea especifica de los fondos para modernizar y digitalizar el tejido industrial de la pyme.
"Va a haber una línea especifica de los fondos para modernizar y digitalizar el tejido industrial de la pyme"
– Uno de los grandes retos va a ser la exigencia de ejecutar gran parte de los recursos del plan en los tres próximos años. Ante ello, ¿es más inteligente centrarse en pocos proyectos de mayor envergadura?
– En general, se pretende agrupar. Los proyectos industriales que hemos presentado esta semana son un ejemplo porque se pedía la participación de varias empresas, con implicación de toda la cadena de valor y centros de conocimiento. Lo que se pretende es transformar y solo se puede conseguir si se apoyan proyectos en los que exista esa colaboración. Hay proyectos de clusters como el del calzado o el cerámico. Esa es la filosofía de cómo queremos que se gestionen los fondos. La Generalitat puede aportar valor ayudando a que se generen esas alianzas. El mensaje es el de que cada uno no haga la guerra por su lado porque lo que se presente de forma agrupada, vertical u horizontalmente, va a ser más fácil que capte recursos.
– La propia Comisión ha marcado ese camino al reservar una bolsa de 80.000 millones para consorcios empresariales de diferentes regiones. ¿Qué oportunidades se abren en el ámbito de los consorcios para las empresas valencianas?
– Los consorcios son el ejemplo del tipo de juego que quiere la Comisión. Siempre hemos visto muy lejano el poder estar con regiones líderes, pero estamos dando los pasos para estar preparados para tejer las alianzas cuando todo se active. Estamos tratando de establecer estas alianzas en ámbitos como economía baja en carbono o gestión de recursos hídricos para cuando surjan las líneas ya formales.
– Una vez presentados los proyectos tractores y aprobado el reglamento de los fondos, la Oficina Valenciana de la Recuperación tendrá que presentar definitivamente sus proyectos transformadores para abrir las convocatorias...
"El dinero de los fondos europeos empezará a llegar a principios de verano"
– El proceso de convocatorias se iniciaría a principios del verano. Habrá de dos tipos: unas saldrán directamente desde Madrid, vía Ministerio de Industria, y otras a nivel autonómico. Esto es lo que estamos definiendo con los ministerios, qué parte asume cada uno. Igual que con los ayuntamientos. Hasta junio tenemos que terminar de negociar con el Gobierno de España qué parte asumen ellos y qué parte nosotros. Donde no gestionemos directamente nosotros, como en el caso de Industria, vamos a intentar tener el papel de ayudar a nuestro tejido productivo a prepararse para las convocatorias.
– En aquellas áreas donde las competencias estén transferidas, entiendo que la gestión va a ser de las Comunidades Autónomas...
– En términos generales sí. Tiene sentido que ejecute quien tiene la capacidad de ser más eficiente. Por ejemplo, si hablamos de tres o cuatro proyectos de gigafactorías, no tiene sentido descentralizarlo. Para las CCAA será más fácil ejecutar los recursos allá donde tiene competencias muy claras: vivienda, servicios sociales, sanidad y educación. En las zonas grises donde los dos tenemos competencias habrá que ver si el Gobierno central se encarga de los grandes proyectos y nosotros de los proyectos singulares. Sería la alternativa lógica.
– La Comunitat Valenciana ha aprobado un protocolo del hidrógeno verde, ¿qué opciones tienen las empresas valencianas en este ámbito?
– El proyecto referente es el de la generación de hidrógeno verde, que es complementario con el proyecto que el clúster cerámico ha presentado al Ministerio de Industria. En el del uso del hidrógeno como fuente de energía BP tiene un papel fundamental por su capacidad y proximidad con el gran demandante que puede ser el sector cerámico. Este proyecto se complementa con la necesidad de que la industria adapte su tecnología a una nueva fuente de energía y eso es lo que hemos presentado: la adaptación del modelo productivo de la industria cerámica para la descarbonización. Esto va a ser fundamental para la industria cerámica.
– El Gobierno ha aprobado un real decreto para eliminar cuellos de botella y acelerar la ejecución de los proyectos financiados con cargo a esos fondos, ¿dota este real decreto a la administración de la agilidad suficiente para aprovechar esta oportunidad?
"Tenemos que tener capacidad para gestionar 14.000 millones de euros en tres años"
– Nos da algunas herramientas y nosotros estamos viendo internamente cómo complementar ese marco para ir más allá hasta donde se pueda con nuestra propia legislación. Una vez que conocimos el Real Decreto Ley el 31 de diciembre nos hemos puesto a trabajar en nuestra propia norma y en nuestros propios procesos para ser más eficientes. Estamos explorando la aplicación de nuevas tecnologías para agilizar procesos. Estamos viendo diferentes alternativas para ir al máximo dentro de la seguridad jurídica que tengamos que tener a la hora de contratar, pero que nos dé capacidad para gestionar algo que, si no, va a ser ingestionable. A lo largo de catorce años hemos recibido de los dos últimos programas operativos 2.900 millones de euros en ayudas. Ahora, con la proyección de que nos corresponda el 10%, vamos a recibir 14.000 millones en hasta 2023. Tenemos que tener capacidad de gestión para absorberlo porque sino esto es susto o muerte.
– El Consell ha anunciado su propia reforma para reducir la burocracia, ¿por dónde debería caminar esa reforma para complementar a la que ha realizado el Gobierno?
– Hay una parte que no es normativa básica que vamos a tener que trasponer a nuestra legislación pero luego estamos viendo otras alternativas ya no tan solo a nivel jurídico, sino de gestión, tecnológico o humano para ser lo más eficientes posible. Tenemos un grupo de trabajo integrado en Presidencia trabajando con Abogacía y Contratación que está analizando ese RDL y que hará una propuesta antes que acabe el mes.
— La eliminación de procesos y las adjudicaciones directas de las ayudas abre la puerta a las suspicacias sobre el posible reparto discrecional de los recursos, ¿cómo se puede contrarrestar esta idea?
– Es cierto que cuanto más se relaja la burocracia se abren más puertas a un posible mal uso. Pero si soy sincero, y dado la que está cayendo, prefiero acertar en un 95% de los casos y perder en 5% que no acertar en el 100% de los casos porque para ello voy a tener que tener un sistema ingestionable y con plazos imposibles. Tenemos que ser conscientes del momento y de lo prioritario porque si vamos a algo 100% garantista, estamos muertos. Tenemos que buscar un equilibrio en el que tengamos confort y seguridad en lo que estamos haciendo, pero que nos permita gestionar. No hablo de corrupción ni nada por el estilo, sino de posibles errores como dar una ayuda por duplicado o no hacer el uso más eficiente del recurso.