Publicada la Ley valenciana de Estructuras Agrarias que define el suelo infrautilizado
6/03/2019 -
VALÈNCIA (EP). El Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) publica este miércoles la Ley de Estructuras Agrarias para establecer un nuevo marco general que impulse la mejora de las estructuras agrarias en la Comunitat.
La norma define el suelo agrícola infrautilizado y crea la figura de agente dinamizador para impulsar técnicamente la gestión del territorio, detalla la Conselleria de Agricultura en un comunicado.
Para ello, integra la normativa preexistente, tanto autonómica como estatal, actualiza y desarrolla aspectos no contemplados e introduce innovaciones mediante nuevos instrumentos para impulsar la mejora y el cambio estructural del campo valenciano.
La ley, que puede consultarse íntegramente en la página web del departamento, define el suelo agrícola infrautilizado con el objetivo de inventariar la magnitud del problema de las parcelas abandonadas y hacer un seguimiento.
También crea la figura de agente dinamizador, como persona que impulsará técnicamente la gestión del territorio, y ofrece herramientas de planificación e información para las políticas agrarias y en general para todos los agentes del sector, como los mapas agronómicos.
Paralelamente, crea una red de oficinas gestoras de tierras para consolidar y apoyar a las experiencias de bancos de tierras. Prevé así la constitución de la red de tierras con el fin de conectar la oferta y la demanda de parcelas agrarias y a la movilidad del suelo.
La meta es contribuir a movilizar parcelas a favor de agricultores profesionales y de iniciativas de gestión en común (IGC), una nueva figura que se crea con la ley. Plantea asimismo medidas de apoyo público a la reestructuración parcelaria, con el apoyo del Consell, e introducen incentivos fiscales a la adquisición y al arrendamiento de fincas rústicas.
Uso eficiente del agua
La Ley de Estructuras Agrarias busca favorecer la promoción de la adaptación y mejora de los regadíos con medidas que fomentan el uso racional y eficiente del agua, además de incorporar las obras con objetivos ambientales en relación a la adaptación y mitigación del cambio climático.
Bajo este prisma, la norma tiene en cuenta la promoción de las energías renovables y las intervenciones para conectar el medio rural con la sociedad de la información y la comunicación.
En definitiva, sienta las bases para el cambio estructural de la agricultura valenciana, "un sector estratégico aquejado de debilidades estructurales como el elevado minifundismo, la dispersión parcelaria, la excesiva relevancia de la agricultura a tiempo parcial, el envejecimiento o la falta de relevo generacional".
Otros problemas son la escasa movilidad del mercado de tierras y la atomización de las estructuras comerciales, que sitúan a los productores en una situación de desventaja en la cadena de valor, señalan desde el departamento autonómico.