VALÈNCIA. Con un mes de retraso, este miércoles el Consejo Rector de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC) aprobó sus cuentas de 2018. Una noticia esperada que, sin embargo, quedó eclipsada por otras cuestiones que sucedieron en la reunión: el consejero designado por Compromís, Rafa Xambó, pidió la dimisión de la directora general de À Punt, Empar Marco. No se solicitó el cese porque en ese caso debería realizarse una votación dentro del Consejo y no está garantizado que saliera adelante porque debería reunir dos tercios de los apoyos.
Un requerimiento de dimisión que se le trasladará a Marco para el que pidió adhesiones y que no solo fue planteado in voce, sino que también fue registrado por escrito y que por tanto consta en acta. Una maniobra con la que quedó expuesta sin reservas la grieta actual que existe entre el Consejo Rector de la Corporació y Marco -meses atrás ya había solicitado su cese el consejero propuesto por el PP Vicente Cutanda-, y que adquiere si cabe más importancia con otro de los acuerdos que adoptó el máximo órgano directivo del ente en el encuentro de ayer: a la vuelta de las vacaciones estivales -el 29 de agosto volverán a citarse- los consejeros empezarán a diseñar las bases del nuevo concurso para elegir a la persona que ocupará la dirección general a partir de marzo de 2020.
Cabe apuntar que Empar Marco fue nombrada en marzo de 2017 y su mandato expira el 8 de marzo de 2020, ya que tal y como fija la Ley de Servicio Público de Radiodifusión y Televisión de Ámbito Autonómico la dirección general se mantendrá en el cargo por periodo de tres años "desde su toma de posesión ante el Consejo Rector" y "agotado el periodo de mandato, continuará en sus funciones hasta el nombramiento de la nueva Dirección General".
Sin embargo, que este miércoles se encadenara una cosa con la otra fue, para algunos de los consejeros, un aviso a navegantes. Hubo quien, incluso, aventuró que podría ser convocado antes de que finalice el año.
La solicitud que el candidato de Compromís expuso a sus compañeros del Consejo vino acompañada de un duro comunicado remitido posteriormente a la prensa en el que enumeraba los motivos de su demanda.
A nivel informativo, Xambó consideró que se ha construido un medio "irrelevante" y no se ha logrado que À Punt sea un "referente". Sin embargo, las críticas no sólo se extendieron a los malos resultados obtenidos durante estos dos años de gestión de Marco donde las audiencias son moderadas y los ingresos por publicidad escasos.
También hizo referencia en el texto a "la actitud" de la responsable de la radiotelevisión valenciana, con quien aseguró que habían surgido "numerosos conflictos" cuando los consejeros le han hecho algún requerimiento para que cumpla los objetivos que marca la ley. A veces "se ha negado taxativamente" a realizar lo que se le encomendaba y otras "directamente lo ha ignorado, lo que debería haber sido motivo para que el Consejo tomara una medida extraordinaria", indicó Xambó en el comunicado.
De la misma manera, subrayó que las competencias sobre el presupuesto de la CVMC son exclusivas del Consejo, por lo que recriminó que la directora se hubiera excedido en sus atribuciones "incluso en sede parlamentaria". Un comentario que hacía referencia implícitamente a la comparecencia de Marco en septiembre de 2018 en Les Corts. En dicha intervención, la directora general pidió que se aumentara el presupuesto de À Punt a 69 millones, una cifra que no llegó a verbalizar minutos antes el propio presidente del ente Enrique Soriano, quien simplemente sugirió que los fondos eran justos.
Por último, Xambó se apoyó en el informe de evaluación de la gestión de Marco encargado a una consultora externa. Tras su análisis se terminó puntuando a la directora con un 5,9 sobre 10. Una cifra que, si bien cuantitativamente supone un aprobado raspado, cualitativamente no resulta tan positiva si se acude a la "baremación" diseñada por el Consejo. Si Marco obtenía una nota situada entre el 50% y el 60% esto supondría que no habría "cumplido las expectativas".
Toda esta exposición de motivos, junto al acuerdo de iniciar los trámites para convocar el nuevo concurso de la dirección general vuelven a situar a Marco en el ojo del huracán apenas tres semanas después de conseguir salvar su propuesta de programación de otoño. El Consejo rechazó la parrilla que la directora propuso en una primera reunión y no le permitieron acudir al siguiente encuentro. No fue hasta la tercera cita cuando pudo asistir y exponer los cambios que había acometido, lo que valió para que los consejeros le dieran luz verde.
A última hora de la jornada, se conocía además que la Audiencia Nacional había desestimado el recurso de la Unió de Periodistes interpuesto contra À Punt al considerar que el baremo diseñado para acceder a las bolsas de trabajo vulneraban el principio de igualdad a favor de los exempleados de RTVV.
Si bien el alto tribunal considera que algunas diferencias "pueden parecer desproporcionadas entre los extrabajadores y aquellos que no lo fueron", concluye que esto no supone un "obstáculo" para acceder a la bolsa. Con todo, la validación de las cuentas, sin lugar a dudas, quedó en un segundo plano.
El momento más visto fue la bajada de la Senyera con un 20,4% de cuota de pantalla, donde À Punt lideró la audiencia por delante del resto de cadenas.