VALÈNCIA. "Quabit no ve justificada la caída que ha venido experimentando la acción en las últimas semanas, dado que no se corresponde con el valor actual ni con los fundamentales de la compañía". Así recogía el hecho relevante enviado ayer doce minutos antes de la apertura bursátil por la inmobiliaria fundada y presidida por Félix Abánades a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Y es que la cotizada madrileña se ha desplomado solo en lo que va de mes un 23,14% tras el fuerte rebote bursátil que se anotó ayer (+10,23%) cerrando en los 1,53 euros tras abortar una racha bajista de cuatro días cayendo. Un 'subidón' que no vino acompañado precisamente de un volumen de contratación elevado, lo cual resta empaque al tirón alcista, dado que se intercambiaron de manos 332.789 acciones frente a una media diaria anual de 391.830 títulos, según los datos de Infobolsa.
Pero lo cierto es que Quabit Inmobiliaria (QBT) solo ha logrado cerrar este mes de octubre en positivo en dos de las dieciocho sesiones celebradas: en la de ayer (+10,23%) y en la del pasado miércoles 17 (+2,23%). El resto ha sido pasto de la ola de ventas que se extiende por la renta variable española en general y por los valores de menor capitalización en especial. De ahí que QBT siga en terreno negativo este 2018 al dejarse en el parqué un 16,50% y ver mermada su valor en bolsa hasta los 227,61 millones de euros.
Todo ello mientras las posiciones bajistas se mantienen en el 1,82% del capital de la inmobiliaria, según la última comunicación de la CNMV fechada el pasado 12 de octubre. Cierto es que solo el hedge fund BrightSphere (0,52%) aparece con nombre y apellidos por aquello de igualar o superar el mínimo legal del 0,50%, a partir del cual hay que 'desnudarse' ante el mercado.
En relación a la controversia judicial sobre el pago del impuesto de actos jurídicos documentados en las hipotecas, asegura que "en nada está afectando a la actividad de la sociedad, ni desde el punto de vista de la concesión a Quabit de préstamos promotores, ni en la firma de hipotecas de los clientes". En este sentido, Quabit recuerda que en la mayoría de los casos, los compradores se subrogan a los préstamos promotores, por lo que quedan exentos del pago del citado gravamen.
"No se advierte efecto material adverso para el patrimonio de Quabit por este cambio jurisprudencial por cuanto la sociedad tendría en su caso una posición procesal activa en eventuales reclamaciones de las cantidades que ha satisfecho en concepto del impuesto. En todo caso, no se ha adoptado decisión alguna respecto de la posibilidad de iniciar reclamaciones", añadía el hecho relevante remitido al organismo supervisor en la mañana de ayer.