el tintero / OPINIÓN

¡Qué gran vuelta al cole!

Es cierto aquello de que el verano acaba cuando empiezan los colegios, como la Navidad llega cuando nuestros grandes almacenes preferidos iluminan sus tiendas o la primavera. Hay hechos que marcan la agenda vital y eso es así

11/09/2019 - 

Es el mes de septiembre una de esas épocas que hay que pasar sin más hay que sufrirla, soportarla, sobrellevarla con toda la dignidad posible. La realidad no lo suele poner fácil, la vuelta a la rutina tiene sus peajes, desde la añoranza lógica a los horarios flexibles y la cómoda vida que nos proporciona el verano, hasta la inestabilidad meteorológica que nos trae lluvia, viento y demás incomodidades para ir al colegio, al trabajo o hacer la compra.

La vuelta tiene algo de pesadumbre, de sensación de repetición, ver un telediario o escuchar que los políticos siguen diciendo justo lo contrario a lo que hacen, nos enfrenta a una realidad no especialmente agradable ni bella. El día va acortando y las nubes hacen que el gris sea un color habitual en estas fechas. Por supuesto que los corazones melancólicos o románticos pueden hallar una gran belleza en toda esta mezcla de atmósferas y sensaciones carentes de luz y alegría, pero en líneas generales es una época que todos deseamos que pase. 

Pero en este año, no podíamos imaginar que la vuelta al cole tendría dos noticias tan buenas, tan positivas y tan esperanzadoras para los valencianos especialmente, pero para toda España sin duda alguna. Ambas llegaron esta semana y ambas tienen en común el trabajo, el esfuerzo y el éxito. Una sencilla combinación que no siempre se da y que debemos valorar, aprender de ella y por supuesto disfrutar y saborear estos buenos momentos que, en esta época de inicio de curso, son agua bendita. 

En primer lugar, el mejor deportista español de la historia y previsiblemente uno de los mejores tenistas de la historia, Rafael Nadal, conquistó su decimonoveno Grand Slam, el Open USA. Y aquí habría infinidad de enseñanzas que extraer, pero lo fundamental es mirar a ese joven mallorquín que lleva muchos años triunfando y sigue actuando con la misma humildad y naturalidad del primer día, ese es su verdadero éxito. Los valores de Nadal son los que necesita la sociedad española, no debe ser un modelo al que simplemente admirar sino al que deberíamos intentar imitar. Y esos valores son: lucha, trabajo, sacrificio, esfuerzo, humildad, tenacidad, coraje, valentía, superación, dedicación, concentración y profesionalidad. 

 

Cada triunfo de Nadal es un subidón colectivo, un hecho que nos hace mirarnos y comentar con nuestro entorno la gran gesta que realiza cuando logra un nuevo título, no sin gran esfuerzo. En esta ocasión jugó durante casi cinco horas y remontó dos sets que a cualquiera le habrían dejado en una compleja situación anímica. EL tenis es un deporte donde la capacidad de concentración, de superación y de resistencia es fundamental. Todo ello nos sirve para nuestro día a día, para superar retos en la vida a nivel personal y profesional, para pelear aun cuando las cosas no salen como nos gustaría y para no rendirnos como tantas veces nos sucede. 

Y si ese triunfo nos deja esos valores que tanto necesitamos de manera individual y colectiva, la otra gran noticia de estos días y que augura unos años de gran proyección internacional para nuestra querida Valencia, es la obtención de la capital mundial del diseño para el año 2022. Un triunfo que ha sido el fruto de un gran trabajo con profesionales del diseño valenciano que hace tiempo creyeron que éramos justos merecedores de ese reconocimiento y que planificaron todo con profesionalidad y minuciosidad. Sus nombres están recogidos en esta magnífica crónica publicada en CulturPlaza. Ahora tenemos por delante unos años para posicionar a Valencia, para atraer talento entorno al mundo del diseño y la creatividad y a ser posible, para mejorar la imagen de muchos puntos de la ciudad, incluso hacer una política donde el buen gusto y la estética tengan mayor protagonismo. Así que pese al mes, las lluvias y los problemas, tenemos motivos para la alegría, este será un gran curso.