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¿Quién aguará el rally alcista de las bolsas?

El gestor de TwentyFour AM, una de las boutiques de Vontobel AM, apunta varios factores que podrían frenar la marcha ascendente de los mercados de renta variable

26/02/2020 - 

MADRID. Después del fuerte y prolongado rally del que disfrutaron los mercados en 2019, una de las preguntas más frecuentes entre nuestros clientes se refiere a qué podría descarrilar esta tendencia en 2020. En lo que va de año, el rally de los activos de riesgo (a los que se han unido los bonos del Estado como consecuencia del coronavirus) ha dado pocos signos de agotamiento, y aunque creemos que una buena parte del mercado parece cara, esto no basta por sí solo para provocar ventas masivas. Sería necesario un catalizador.

Una variable económica que puede parecer una amenaza poco probable dada la historia reciente es la inflación. Para ser claros, no esperamos que un aumento de precios se convierta en un problema importante para los mercados en 2020. Sin embargo, cuando casi podría decirse que hay unanimidad al respecto, tendemos a sentirnos un poco incómodos, y en este momento parece haber un consenso muy amplio entre los inversores en renta fija de que la inflación nunca volverá a ser un problema. El punto de equilibrio de la inflación a cinco años utilizando bunds y bunds ajustados por inflación -un sustituto muy utilizado para las expectativas de inflación a futuro- se encuentra actualmente en 92 puntos básicos, no precisamente en los niveles más bajos de los últimos 10 años, pero tampoco demasiado lejos.

Esta visión favorable del mercado permite a los bancos centrales seguir añadiendo estímulos monetarios cuando es necesario en forma de recortes de los tipos de interés o de flexibilización cuantitativa, lo que debería mantener los precios de los activos bien respaldados. Esto tiene sentido como escenario central, ya que creemos que es poco probable que la economía mundial experimente una recuperación en forma de V a partir de su desaceleración de 2019. 

Curvas de bonos muy planas

Sin embargo, las curvas de los bonos del Estado están muy planas (o invertidas en algunos casos) y los mercados confían en el estímulo de los bancos centrales para que las tendencias actuales continúen, lo que significa que cambios relativamente pequeños en las expectativas de inflación podrían tener consecuencias relativamente grandes para los precios de los activos. Si por alguna razón imprevista la inflación aumentara, aunque fuera ligeramente, los inversores podrían empezar a dudar de la capacidad de los bancos centrales para ser el último recurso, ya que en su lugar se centran en el cumplimiento de sus objetivos en materia de inflación. En ese escenario, los mercados probablemente pasarían por una interesante corrección.

Entonces, ¿hay algo que pueda causar este pequeño reajuste en las expectativas de inflación? Si tuviéramos que elegir un 'cisne negro' sería la Eurozona. Estamos viendo cómo el asunto de los estímulos fiscales aparece de forma cada vez más frecuentemente en las noticias en más de uno de los estados miembros. Además, la posibilidad de que el Reino Unido implemente una postura fiscal expansiva bajo su recién nombrado Ministro de Hacienda sólo aumenta la probabilidad de que la Eurozona siga el mismo camino. Dudamos que países como Alemania quieran ver al miembro saliente de la Unión Europea disfrutar de un impulso de crecimiento debido al estímulo fiscal, sobre todo si su propia economía tiene un rendimiento inferior, manteniendo al mismo tiempo un superávit presupuestario a pesar de poder financiarse con intereses negativos. 

El Banco Central Europeo (BCE) también ha estado pidiendo que los estados miembros pongan en marcha estímulos fiscales desde hace algún tiempo, entre otros cambios que podrían quitarle algo de presión a la política monetaria. Si vemos alguna acción por parte de los estados miembros, el BCE podría darse el lujo de ser menos dovish, lo que podría empinar la curva. Así que, aunque no creemos que la inflación sea el candidato número uno para estropear la fiesta en 2020, definitivamente no nos hemos olvidado de ella. Viendo dónde están los precios de los activos en este momento, categorizaríamos la inflación como un riesgo de baja probabilidad, pero de alto impacto.

Dillon Lancaster es gestor de TwentyFour AM

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