VALÈNCIA. Las primarias que celebrará Compromís para elegir a los miembros de sus candidaturas a Les Corts y los distintos municipios tendrán lugar, a priori, la primera semana de marzo. Así, fuentes de la coalición confían en que en los próximos días, quizá esta misma semana, se consiga alcanzar un acuerdo entre las tres patas de Compromís -Bloc, Iniciativa y VerdsEquo- para aprobar el reglamento del proceso.
Un documento que, tal y como ha venido informando este diario, será similar al consensuado en 2014 pero que ha sufrido un bloqueo debido a algunos problemas en municipios concretos así como en cuestiones puntuales como la posible limitación a los militantes de cambios en su afiliación cuando se aproximan las primarias.
Pero, al margen de plazos y reglamento, las primarias que se avecinan en Compromís suscitan un importante interés por otras cuestiones que pueden resultar determinantes para la coalición a medio plazo, como por ejemplo, qué candidatos del Bloc salen vencedores en el proceso interno.
Echemos la vista atrás. Junio de 2015. En plenas negociaciones para el diseño del Gobierno valenciano, un sector del Bloc trataba de impulsar al histórico Pere Mayor como conseller de Economía. La maniobra causó un fuerte malestar en el ala más joven de la formación nacionalista, que se opuso a esta posibilidad y lanzó el nombre del ahora síndic en Les Corts, Fran Ferri. Finalmente, este pulso terminó con un nombre que podía considerarse de cierto consenso entre estas dos corrientes mayoritarias del partido: el alcalde de Muro de Alcoi, Rafa Climent.
Esta tensión en la formación del Ejecutivo -que ya había tenido capítulos precedentes en las primarias de Compromís-, fue un pequeño anticipo de lo que llegaría un año después en el VIIé Congrés Nacional del Bloc. Un cónclave en el que el sector de los autodenominados renovadores impulsaba a Àgueda Micó para liderar el partido. ¿Quién la respaldaba? Referentes como el conseller Vicent Marzà; la vicepresidenta de la Diputación de Valencia, Maria Josep Amigó; el síndic de Les Corts, Fran Ferri; la diputada nacional Marta Sorlí; el portavoz de la Diputación de Alicante, Gerard Fullana; la parlamentaria autonómica Maria Josep Ortega; el entonces el vicealcalde de Castelló, Enric Nomdedéu; o el presidente de Les Corts, Enric Morera.
En la otra orilla, el sector considerado próximo a Pere Mayor impulsaba como aspirante a Rafa Carbonell, jefe de Gabinete precisamente del conseller de Economía, Rafa Climent, quien acudió a su acto de presentación además de otros dirigentes como los diputados autonómicos como Teresa García, Jordi Juan y Mònica Álvaro, el europarlamentario Jordi Sebastià, concejales del Ayuntamiento de València como Consol Castillo y Carlos Galiana, el edil de Alicante Natxo Bellido, el diputado provincial Emili Altur y alcaldes como Quico Fernández (Sagunt) o Eva Sanchis (Godella).
La batalla para el VIIé Congrés se presumía dura. En general, se consideraba que el sector de Micó gozaba de una ligera ventaja en una posible votación a cara de perro. Sin embargo, y tras no pocas conversaciones infructuosas, se llegó a un acuerdo in extremis que evitó que se llegara al duelo en las urnas. Un pacto -que muchos atribuyen al empeño de Morera- que situó una especie liderazgo compartido con cierta ventaja para Micó, si bien en su grupo hubo quien lamentó no haber acudido a una votación donde consideraban que los números los bendecirían.
No obstante, a medio plazo se puso en evidencia que la victoria de los renovadores era cada vez mayor dado que Carbonell no ejerció como portavoz -cargo que se le había otorgado- prácticamente en ningún momento, generando cierto malestar entre los que le habían apoyado para liderar el Bloc. Finalmente, el dirigente dejó su cargo en junio de 2017 dando un portazo y criticando la gestión del conseller de Educación, Vicent Marzà. Un adiós que en cierta medida dejó huérfano al potente grupo que le había respaldado en el cónclave del año anterior.
Pese a esto, la pacificación no ha sido absoluta en la formación nacionalista. Ya en la primavera de 2017 nació la corriente interna Bloc i País que, probablemente ante la inacción de Carbonell, asumía ciertos postulados críticos con la dirección de Micó que ya había utilizado en el proceso congresual el sector más próximo a Pere Mayor. En esta línea, algunos de los representantes de la citada corriente ya meditan presentarse a las primarias de Compromís para intentar dar el salto a Les Corts.
Con este escenario, tampoco dejó indiferente el paso adelante dado por el presidente del Parlamento valenciano, Enric Morera, quien anunció días atrás su intención pelear en el proceso para volver a ser diputado pero con la vista puesta en entrar en el Gobierno valenciano, posiblemente en áreas relacionadas con la economía o la cultura, que a día de hoy recaen en Climent y Marzà.
Un paso el de Morera que no terminó de agradar a varios dirigentes del Bloc por las formas -el reglamento no está aprobado ni el proceso convocado- ni por el contenido -postularse como conseller del futuro gobierno-. Más aún cuando a lo largo de la legislatura se ha producido cierto distanciamiento entre el presidente de Les Corts y buena parte del núcleo duro de la dirección de la formación nacionalista.
Así pues, el proceso de primarias de Compromís servirá para ver quiénes gozan de más respaldos en el Bloc y, por tanto, qué camino sigue la formación nacionalista de cara la próxima legislatura. Si se imponen los candidatos que apoya la actual dirección, quedará patente que el relevo iniciado en 2016 se ha consumado, lo que dará además un nuevo sentido a la formación nacionalista dado que la siguiente legislatura podría ser la de la revisión definitiva de Compromís.
Es decir, tanto si la coalición no logra adelantar al PSPV y tomar la Generalitat, como si hay debacle en la izquierda y se regresa a la oposición, Compromís deberá probablemente hacer un proceso interno de reflexión. Algo que solo podría no llegar si ganan las elecciones y se accede al Palau con Mónica Oltra de presidenta.