CARTAGENA. Rafa Fernández, exportero del Playas de Castellón e internacional español y actual entrenador de guardametas del Jimbee Cartagena, ha asegurado que el parón en las competiciones y en concreto en la Primera División de fútbol sala por la expansión del coronavirus "dañará mucho" a quienes ocupan una posición tan específica como la que a él le atañe y "afectará, sobre todo, a la velocidad de reacción y en lo mental".
"Quizás el trabajo aeróbico no sea tan importante, pero sí en otros aspectos como la velocidad de reacción o movimientos específicos, que no van a realizar con tanta continuidad o intensidad y que se verán afectados cuando se retome la actividad en la pista", ha explicado el valenciano.
El ex de equipos como Valencia Vijusa, Playas de Castellón, Boomerang Interviú, ElPozo Murcia e Irefrank Elche, ha dejado claro que intentarán "que afecte lo menos posible este tiempo sin competir y sin entrenar en grupo y por ello hemos mandado a nuestros tres guardametas -Raúl Jerez, Marcao y Chispi- una serie de tareas coordinadas con el preparador físico a realizar desde sus respectivos domicilios adaptados a las circunstancias".
"La preparación se ha visto totalmente variada. No es lo mismo entrenar en pista, con compañeros, con los materiales, y con una intensidad más alta que a la que se puede tener en casa", sigue diciendo este profesional de 39 años que fue campeón del mundo con España en China Tapei en 2004 y de Europa en Chequia un año después y elegido mejor cancerbero de la Liga Nacional de Fútbol Sala (LNFS) en 2001.
El factor mental durante el largo confinamiento también tendrá su efecto en los jugadores y los porteros evidentemente no escapan a ello. "Cuanto más cumplan las pautas dadas en conjunto por el cuerpo técnico mejor será la preparación con la que regresen los porteros una vez se reanuden los entrenamientos. Tenemos un hándicap, pero como el que tenemos todos los que trabajamos en el mundo del deporte", ha apuntado Rafa.