ENTREVISTA

Roberto Bautista: “Federer pronosticó que yo llegaría a semifinales de Wimbledon”

1/08/2019 - 

CASTELLÓ. Roberto Bautista fue uno de los grandes nombres propios de Wimbledon. El torneo más antiguo y prestigioso del tenis mundial vio al castellonense en la ronda de los cuatro mejores del cuadro individual masculino, donde plantó cara a todo un número uno de la ATP como Novak Djokovic. Antes, en Halle, estuvo a punto de tumbar a Roger Federer, diez veces campeón de ese torneo y ocho veces en el All England Club. El jugador suizo percibió en ese momento que Bautista estaba llamado a hacer algo grande en el templo del tenis, como revela el de Benlloc en esta entrevista. Cumplido ese pronóstico, el número 13 del mundo aspira a situarse entre los diez mejores del ranking tras la gira norteamericana, que inicia la próxima semana.

P: Qué bien suena lo de semifinalista de Wimbledon…

R: Suena muy bien (risas). Fueron dos semanas de buen tenis y uno de los mejores resultados de mi vida.

P: Ya en el torneo previo, en Halle, su nivel fue muy bueno plantando cara a todo un Roger Federer, que estaba en su mejor superficie… 

R: Ya venía con muy buenas sensaciones después del torneo de Miami (ganó a Djokovic en octavos de final) y me encontré con mucho nivel en los entrenamientos de la gira de tierra. Luego los resultados en esos torneos no fueron los que yo esperaba, pero seguí trabajando duro y preparándome bien y por suerte en la gira de hierba se obtuvo la recompensa a todo ese trabajo.

P: Aquel partido ante Federer se le escapó por muy poco, pero a pesar del disgusto, ¿le dejó la impresión de que había dado otro salto de calidad frente a los grandes?

R: Cuando jugué en Gstaad (Suiza), la semana pasada, estuve hablando con el entrenador de Federer (Severin Luthi) y me dijo que después de aquel partido en Halle, Roger había pronosticado que llegaría a semifinales en Wimbledon. Son predicciones que a veces se cumplen y a veces no, pero él estaba convencido de que iba a hacer un buen torneo. También es cierto que la semana previa a Wimbledon entrenamos juntos y vio mi estado de forma.

P: El partido de cuartos de final ante Guido Pella, que era la llave para alcanzar esa penúltima ronda, ¿ha sido uno de los más complicados de su carrera a nivel mental, teniendo en cuenta la presión añadida que tenía por ser favorito?

R: No sé si ha sido uno de los más complicados mentalmente, pero se asemejaba mucho a la sensación que tengo cuando juego Copa Davis, porque era un partido de mucha tensión y muy difícil de jugar. Es verdad que yo era favorito, o así lo sentía, y era una buena oportunidad porque no siempre tienes la posibilidad de disputar unos cuartos de final de Grand Slam y contra un jugador al que ya has derrotado con anterioridad.

P: Ya en semifinales, ¿cómo se viven los momentos previos a un partido tan especial, con los focos de la prensa mundial y del público puestos en usted y compartiendo presencia en esa ronda con el big-3?

R: Fue muy bonito. Wimbledon es uno de los torneos en los que los jugadores tenemos un vestuario separado entre cabezas de serie y no cabezas de serie, de tal forma que los primeros días el vestuario era muy pequeño y estaba lleno de gente. Pero el día de las semifinales quedábamos cuatro. Me giraba a un lado y estaba Rafa; me giraba a otro lado y estaba Novak y luego tenía a Roger. Fue una experiencia muy bonita que ojalá se pueda repetir.

P: Habrá sido gratificante plantar cara al número uno del mundo en su primera semifinal de Grand Slam, cuando lo habitual es que los debutantes en una ronda tan avanzada no sean competitivos ante estos jugadores…

R: Sí. De hecho, este año Lucas Pouille jugó las semifinales de Australia ante Novak y fue arrollado. Yo creo que hice un buen partido y en el tercer set quizás merecí más de lo que indicó el marcador y en conjunto la semana fue muy positiva y el partido con Novak también.

P: Ahora llega la gira norteamericana, que afronta como número 13 del mundo, sin puntos de que defender y con la oportunidad de salir de ella entre los 10 mejores del mundo. ¿Es una de las giras más importantes de su carrera?

R: Al final, todas las giras son importantes para nosotros. El año es muy largo y tenemos que ser muy regulares. Para mí, cualquier torneo al que voy es importante. Sí que es verdad que hay semanas en que estás menos preparado que otras, como ha sido el caso de Gstaad, después de volver muy justo de Wimbledon. Ahora hay dos Masters 1000 y un Grand Slam, donde los buenos resultados te dan muchos puntos, pero yo sigo haciendo las cosas como hasta ahora, me preparo como en cualquier otro torneo e intento dar lo mejor de mí como en cualquier otra fase de la temporada.

P: Aun así, ¿se lo toma como una buena oportunidad de llegar al top-10?

R: Es una buena oportunidad. No defiendo puntos en todo el verano y son tres torneos grandes a los que llego en buen estado de forma. Estoy con energía, completando entrenamientos de tres o cuatro horas con buena intensidad y, si todo va bien, puede que esté en uno de mis objetivos, que es el top-10.

P: Y al margen de números y objetivos concretos, la sensación que transmite es que cada año va evolucionando su tenis y es mejor jugador…

R: Ese es el objetivo prioritario: levantarnos cada mañana e ir a la pista de La Coma, en Castellón, prepararnos bien, tratar de ser mejores y cada vez más completos. Es la única manera de que el ranking no te eche atrás y por eso trabajamos y luchamos tanto.

P: Después del desgaste físico y mental que supone alcanzar unas semifinales de Grand Slam, ¿cómo llega a esta fase de la temporada?

R: Pues la verdad es que yo estaba eufórico después de Wimbledon y, hablando con mi equipo, decidí ir a Gstaad, pero es verdad que tras dos semanas de tanta intensidad, necesitas descansar y asimilar todas las emociones. Ese bache de energía que he tenido después de Wimbledon ya lo he superado y creo que ahora voy a ir para arriba.

P: La temporada acaba con la Copa Davis, que tiene un nuevo formato que se estrena en Madrid. ¿Es un objetivo para usted?

Para mí por supuesto. No puede ser más ilusionante jugar una Copa Davis en casa, con el público de Madrid, que siempre anima y está con los españoles. Ojalá tenga la oportunidad de jugar.

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