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Rural y de interior: así es el bastión del bipartidismo en la Comunitat Valenciana

17/11/2019 - 

VALÈNCIA. Predecían los expertos y las encuestas preelectorales que un retorno a las urnas reforzaría a las dos grandes formaciones del espectro político nacional, y aunque los pronósticos no se cumplieron en el caso del PSOE, que pierde tres escaños respecto a la anterior cita de abril, el avance del Partido Popular concede algo más de oxígeno al viejo bipartidismo: en la Comunitat, donde la suma de las papeletas de ambos partidos se había estancado en el 46% tras el 28A, PP y PSOE cuentan de nuevo con la confianza de uno de cada dos electores.

El calado de estas dos agrupaciones y su resistencia ante fuerzas más recientes, sin embargo, no se reparte de manera uniforme por todo el territorio valenciano. Como ya sucede con otros indicadores, como los económicos o los demográficos, en términos electorales se manifiesta también una clara división entre el votante de las áreas costeras, más abierto a considerar nuevas opciones políticas, y el elector de interior, que tiende a favorecer a los partidos tradicionales. De hecho, en cinco de las siete comarcas que según el Comité Económico y Social de la Comunitat (CES-CV) se encuentran en riesgo de despoblación, el porcentaje de votos que aglutinan PP y PSOE se sitúa por encima del 60%.

Es en esas zonas, y sobre todo en municipios con una población inferior a los 1.000 habitantes, donde el bipartidismo logra sus mejores resultados. Su dominio se hace muy evidente, por ejemplo, en el Rincón de Ademuz, una comarca en la que el 64% de los votantes escoge entre los partidos que encabezan Pedro Sánchez y Pablo Casado, quien consigue allí su segundo mejor resultado en la Comunitat. Los populares se hacen fuertes también en el l'Alt Millars, otra área de interior y castellanohablante en la que obtienen un apoyo superior al 36,5%.

En Castellón, siempre por encima del 50%

A su vez, y como era de esperar, los socialistas dominan en Els Ports, lugar de origen del president de la Generalitat, Ximo Puig, con un 38% de las papeletas. No obstante, incluso en esa zona se aprecia el retroceso del PSOE, puesto que tras el 28A hasta un 43% de los electores confiaba en los socialistas para liderar el Gobierno de España. En el resto de comarcas de Castellón, la provincia que más acusa los efectos de la despoblación, el bipartidismo no se encuentra jamás de media por debajo del 50% de los votos.

Esta situación contrasta fuertemente con la que se aprecia en València y las comarcas de l’Horta, donde PP y PSOE no suman juntos más de la mitad de los votos, y también en el Camp del Túria, una zona en la que los dos partidos tradicionales reducen su peso hasta el 46%. Allí se encuentran municipios como Serra, Náquera o la Pobla de Vallbona, en los que Vox logró colocarse como primera fuerza, por lo que no es de extrañar que la formación de Abascal alcance en esta comarca casi el 21% de las papeletas.




Pero no es en la provincia de Valencia donde la ultraderecha obtiene sus mejores números. Una parte sustancial de su voto se concentra en las zonas más meridionales de la Comunitat, como el Baix Vinalopó o la Vega Baja, un lugar especialmente azotado por la gota fría de septiembre y donde la población inmigrante es superior a la de otras zonas del territorio valenciano. En esta comarca Vox registra uno de cada cuatro votos y se queda a solo 0,11 puntos de superar al PSOE para ubicarse como el segundo partido más votado, mientras que en el Baix Vinalopó sobrepasa el 21% del total escrutado para el Congreso.

Por su parte, Més Compromís destaca en comarcas que tradicionalmente se le han dado bien a la coalición, como la Safor o la Ribera Alta, con más de un 12% de los votos, mientras que los caladeros de Ciudadanos se encuentran en los municipios de más de 50.000 habitantes. De hecho, regiones más urbanas como València o l’Alacantí brindan al partido de Rivera sus mejores números, aunque en ningún caso superan el 4,6% debido a su importante retroceso electoral.

Ciudadanos se desploma entre las rentas más altas

Pero si existe un indicador que evidencia de forma clara la caída de Ciudadanos ese es el de la renta, puesto que la formación naranja, que se consolidó en abril como alternativa al PSOE en los municipios con rentas medias más altas, recogió en noviembre tan solo un 9,26% de los votos. Ciudadanos permanece ahora como quinta opción preferida únicamente por delante de Més Compromís, una formación que, en su aventura electoral con Íñigo Errejón, mejora en algo más de un punto su resultado en ese mismo espacio.




Además, y como ya ocurriera en abril, el PSOE aparece como la formación preferida en todos los tramos de renta, aunque su peso es mucho mayor en aquellas localidades con un menor poder adquisitivo y se resiente conforme aumenta el nivel económico de los votantes. Vox, por su parte, se ubica muy cerca del PP allí donde la renta media no supera los 20.000 euros para obtener casi un 20% del voto.

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