El "festival de Semana Santa" ya está aquí. Con nueva dirección a su cargo, el SanSan de Benicàssim suma para su 6ª edición una sede paralela, el 'beach club'. Además, ya piensa en incorporar futuros escenarios, mientras amplía su cartel a otros géneros
CASTELLÓ. La cuenta atrás para la nueva edición del SanSan está al caer. El festival indie celebrará del 18 al 20 de abril su sexta edición aunque, perfectamente, podría presentarse como la primera. El macroevento musical muta casi por completo al contar con nueva dirección, por estrenar sede -el beach club - y por abrir su cartel a más géneros y propuestas emergentes. "Entendemos que cuando pasan cinco años es cuando se consolida un festival, pero en nuestro caso el reto es conseguir consolidarlo tras varios años funcionando", explica a Castellón Plaza Roberto Recuero, director de Sonde3, empresa organizadora de la cita musical de Benicàssim. Lo cierto es que a pesar de llevar poco más de un lustro en funcionamiento, el SanSan ya vivió otro gran cambio cuando se trasladó en 2017 de Gandia a la ciudad castellonense.
"Llevamos años haciendo festivales, por eso cuando la antigua sociedad nos ofreció hacernos cargo del evento no lo dudamos. Nos gustaba la idea y el reto. Es un placer compartir escenario con otros grandes festivales como son el FIB y el Rototom", asegura Recuero. Eso sí, a pesar de ser catalogada como la "tierrra de los festivales", los promotores se han topado con las dificultades comunes que se hallan en ciudades volcadas al turismo del verano: "la mitad de los establecimientos están cerrado, nos ha tocado abrir hasta dos hoteles exclusivamente para el SanSan". Es por ello, que la dirección ha pedido a Diputación medidas para tratar de desestacionalizar la temporada de cara a ediciones futuras. "Somos el festival de Semana Santa y lo seguiremos siendo, solo hace falta ampliar el calendario de la zona".
Otro de los cambios de eje en el SanSan se encuentra en su adhesión al Mediterranew Fest, la marca de la Generalitat que engloba a distintos eventos musicales de nuestro territorio. Hasta la fecha, el festival no formaba parte de sus filas. Es ahora pues, cuando a cargo de la empresa madrileña, deberá ajustarse a las demandas que respalda el proyecto para acceder a su línea de ayudas, tales como promover un desarrollo económico sostenible social y medioambiental, al tiempo que la creación de un empleo estable. En esta línea, tal y como asegura Recuero, durante la sexta edición de SanSan no faltarán los puntos violetas y los mensajes de concienciación. Además, asegura que "permanecerán activas mientras el festival continue abierto". Y es que cabe recordar que durante la temporada pasada Cruz Roja alertó de que muchas citas musicales cerraban sus puntos violetas sobre las 3 de la madrugada, a pesar de continuar la actividad hasta altas horas de la madrugada. "Tenemos sedes en Bilbao, Madrid y Barcelona, así que nos pareció buena idea formar parte del tejido de la Comunitat Valenciana. Es bueno asociarse entre quienes empujamos en la misma dirección", explica el promotor.
Es tierra de indies, pero el SanSan ha querido para su nueva andadura ganar en apertura. Para ello, ha confeccionado un cartel que además del indie nacional, invita a artistas latinos, incorpora música urbana y mira al pop con actuaciones como la de Rozalen. Detrás de esta apuesta más ecléctica se esconden Germán Quimasó y Isabel Sánchez, quienes han logrado además y de forma "natural" -según sostienen- proponer una oferta musical hecha desde la paridad. "Sin ser para nosotros un tema de números, asumimos perfectamente la inclusión de la mujer como un hecho normal. La directora de programación es mujer, por eso, para nuestra empresa es natural contar con el talento femenino. Hacemos además un llamamiento a que esto no sea solo un escaparate, también deben de ocupar puestos de técnica o de dirección, la industria no es solo el escenario", sostiene Recuero. Así, nombres como Fuel Fandango, Triángulo de Amor Bizarro, Morgan, Los Punsetes, EUT, Las Chillers, Zea Mays, Nerabe, Monterrosa o Badlands, rompen con un cartel que en la pasada edición solo contaba con tres mujeres (una batería y dos djs).
"Hemos apostado por la calidad como denominador común pero además queríamos incorporar a referentes como Izal, Love of Lesbian o Carlona Durante, que el público joven quiere ver. Los promotores siempre tratamos de albergar la máxima diversidad de público sin perder los orígenes", sostiene el madrileño. A todos ellos se suman además C. Tangana, La Casa Azul, Miss Caffeina, La Sonrisa de Julia o Monterrosa, que actuarán con su primer trabajo. "En el SanSan seguimos dos vertientes: incluimos a artistas con rostro conocido pero también a otros emergentes". Aun así, preguntado por si el equilibrio entre los músicos que están en el candelero y los que acaban de empezar es suficiente, Recuero señala que es "esencial que las instituciones fomenten el tejido local" para que promotores como él pueden acceder a sus trabajos. "Como programador no los voy a poder ver si no facilitan que toquen en las salas", apostilla.
Fue a principios de marzo que el SanSan anunciaba que su público con abano dispondría de un nuevo escenario: la Beach Club, una sede ubicada en la Playa del Pinar donde se configuraría un cartel paralelo al recinto de conciertos, a fin de "ampliar los horarios" de la cita. Formalmente el festival abre sus puertas a las cinco de la tarde y continúa abierto hasta las cuatro de la madrugada, pero con este otro escenario la fiesta se extenderá durante todo el día con la música de Two Lesbians DJ, Chiki Loro o Guille Milkyway. Eso sí, el aforo en esta ocasión será de unas 2.000 personas, mientras que en el recinto de conciertos se reúnen 15.000 personas al día. "De cara a futuras ediciones tenemos previsto crear algún escenario más y cambiar su diseño. Para consolidar un festival hay que trabajar haciéndolo crecer", manifiesta Recuero.
En relación, la dirección del SanSan ve con buenos ojos que el Ayuntamiento establezca como sitio fijo para los macrofestivales el recinto de conciertos, dado que cada año citas como el Rototom o el FIB afrontaban con incertidumbre su celebración en la ciudad. "Los promotores necesitamos una garantía de estabilidad para poder invertir en un festival. Esto será bueno para todos porque nos permitirá mejorar las instalaciones y hacerlas fijas, por ejemplo, hace falta hacer duchas de obra en el párking", explica el promotor. Según adelantaba el pasado mes de marzo el medio Todobenicassim.com el Ayuntamiento de Benicàssim ya dispone de los 3,6 millones de euros para proceder a la expropiación de los terrenos del recinto de festivales, a la espera de concluir el plazo de alegaciones. Esto significa que para este verano la operación puede estar cerrada y la ciudad contará con su recinto público.