la ministra emplaza a una evaluación técnica la decisión definitiva

Sanidad siembra el desconcierto con la obligatoriedad indiscriminada de la mascarilla

1/04/2021 - 

VALÈNCIA. El uso obligatorio de la mascarilla aun cuando exista distancia de seguridad introducido en la llamada ley de 'nueva normalidad' sembró el desconcierto en la población y abrió este miércoles una brecha notable en la reunión del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) compuesto por el Ministerio de Sanidad y las Comunidades Autónomas (CCAA).

La presión de diversos responsables autonómicos, entre ellos la consellera valenciana, Ana Barceló, conllevó que la ministra, Carolina Darias, asumiera el compromiso de revisar la aplicación de una ley que, por ejemplo, impide quitarse la mascarilla aunque se esté paseando solo por la playa o en medio de la montaña y, además, con independencia de cuál sea la incidencia de contagios en la Comunidad Autónoma donde se encuentre.

Unas discrepancias que empezaron a escucharse el martes cuando la ley vio la luz en el Boletín Oficial del Estado (BOE) para entrar en vigor al día siguiente. Así, el texto recoge la obligación hasta el fin de la pandemia, para las personas a partir de los seis años, de usar mascarilla en la vía pública, en espacios al aire libre y y en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público, incluso aunque se mantenga la distancia de seguridad de 1,5 metros.


Un endurecimiento de la medida que choca frontalmente, no sólo con las actividades habituales de una época vacacional como la Semana Santa -playa, montaña-, sino porque impone una restricción que hasta ahora no se había producido durante toda la pandemia. Es decir, por poner un ejemplo, en la Comunitat Valenciana se podía pasear por la playa sin mascarilla en enero -si no había nadie alrededor- cuando había 1.400 casos por cada 100.000 habitantes de incidencia acumulada y ahora está prohibido hacerlo cuando este indicador marca 28.

Una incongruencia sobre la que varias CCAA ya saltaron este miércoles. "Es una incoherencia que nadie entiende", sentenció la consejera de Salud de Cataluña en funciones, Alba Vergés, preguntada por este asunto. Una opinión en una línea similar expresó el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, quien tampoco comparte la medida y recalcó que existen estudios que sitúan a las playas como "espacios seguros" para poder sin mascarilla si hay la distancia de seguridad correspondiente. No obstante, añadió que si se decide que hay que incluir la mascarilla, se deberá llevar.

En la reunión del Consejo Interterritorial, la consellera de Sanidad, Ana Barceló, pidió que los usuarios de las playas "estén exentos del uso de la mascarilla siempre y cuando se encuentren dentro de un perímetro de seguridad de dos metros de distancia con respecto a otros usuarios y durante el baño". No obstante, al igual que el presidente Puig, Barceló insistió en que "sea cual sea la normativa, los ciudadanos deben cumplir siempre las recomendaciones y normas establecidas por las autoridades sanitarias".

Más radicales fueron desde Baleares y Canarias, donde sus autoridades autonómicas directamente señalaron que no aplicarán esa ley -no sancionarán- y mantendrán el uso de la mascarilla en las playas tal y como está reglado hasta ahora: si no se puede guardar distancia de seguridad o se está en reuniones con no convivientes.

En este sentido, la propia Unión de Consumidores y Usuarios (OCU) también se pronunció sobre este nuevo uso de la mascarilla, alertando de que podría ser "contraproducente". "Obligar a una medida en circunstancias en las que es innecesaria (en espacios al aire libre donde la distancia de seguridad puede estar garantizada) puede incluso desembocar en un hartazgo que, por extensión, haga que se deje de respetar en aquellas situaciones en las que sigue siendo muy necesaria", afirmó.

Una ola de reacciones ante la que la ministra Darias se comprometió a estudiar con el objetivo de "homogeneizar" la norma con las autonomías. Más aún cuando, a lo largo de los últimos meses, Darias ha insistido en que las imposiciones para toda España son medidas de mínimos para que, gracias a la "cogobernanza", las CCAA posean libertad para endurecerlas. Una idea que contrasta con una imposición como la reflejada en esta ley de 'nueva normalidad' sobre las mascarillas.

Ahora bien, exista o no modificación, esta norma es la que está vigente y reinará al menos durante esta Semana Santa, puesto que Darias anunció se trabajará en los próximos días en "elaborar unos criterios técnicos de aplicación de la ley", dentro del margen que deje la norma, por lo que la cuestión se retomará en la próxima reunión del CISNS, el miércoles que viene.

"Espero que en ese margen de actuación podamos encontrar un espacio para poder aplicar esta ley de la manera más armonizada posible y, sobre todo, contextualizado. Desde que se aprobó el real decreto hasta la tramitación de la ley ha transcurrido mucho tiempo y puede que sea necesario intentar buscar en el margen del marco legal una actuación contextualizada", concluyó al respecto.

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