sobre la relación entre Charlotte Murchison y Mary Anning

Saoirse Ronan se posiciona para su quinta nominación al Óscar por 'Ammonite'

La actriz presenta el drama lésbico protagonizado junto a Kate Winslet en el Festival de Toronto

16/09/2020 - 

VALÈNCIA. A pesar de la merma en la programación provocada por los estragos de la pandemia, el Festival de Toronto continúa marcando la quiniela de los Óscar. Los más de 300 títulos seleccionados cada edición se han visto reducidos a medio centenar, pero el drama romántico de época Ammonite, ya ha puesto a la intérprete Saoirse Ronan (Nueva York, 1994) en la diana de su quinta nominación a la estatuilla de Hollywood tras las recibidas por sus interpretaciones en Brooklyn (John Crowley, 2015), Lady Bird (Greta Gerwig, 2017) o Mujercitas (Greta Gerwig, 2019)

La nueva película de Francis Lee vuelve a ahondar en las claves de su ópera prima, Tierra de Dios (2017): la homosexualidad y las tensiones sociales con paisajes rurales de fondo. La trama se ambienta esta vez en la Inglaterra de principios del siglo XIX y tiene como protagonistas a dos eminencias científicas del periodo, la geóloga Charlotte Murchison y la paleontóloga Mary Anning, reconocida por sus descubrimientos jurásicos en los lechos marinos de Dorset.

“En aquella época, la catalogación de fósiles no era un trabajo para una mujer, y ninguna sociedad científica aceptó a Mary. Así que trabajaba sola y recibía la visita de científicos que estudiaban y se atribuían el mérito de su trabajo”, ha recalcado el director artístico del Festival de Toronto, Cameron Bailey.

Anning está interpretado por Kate Winslet y la esposa abatida tras la pérdida de un hijo que se convierte en su aprendiz y después en su amante, por Ronan.

El diario de Charlotte Munchinson

En el transcurso del festival, que ha alternado las proyecciones presenciales para el público local y las virtuales para prensa e industria, la actriz de 26 años se ha conectado virtualmente para participar en una charla sobre su corta pero meteórica carrera.

"He tenido mucha suerte al acceder a papeles muy interesantes desde que era joven y no necesitar apresurarme a aceptar un rol sólo para mantenerme. Para mí es importante no perder la conexión que mantengo con mi trabajo, que ha seguido siendo satisfactoria", ha compartido.

La historia de amor que protagoniza en su último filme es una invención del director, que no quería atribuir a Mary Anning una relación con un hombre “en una sociedad patriarcal y clasista en la que siempre se la había utilizado o mirado por encima del hombro”.

De ahí que realizador y actrices comenzaran a hablar de los personajes para cimentarlos. Ronan comenzó a escribir un diario donde apuntaba detalles que conocía de Murchinson, como su interés por la botánica y los fósiles, y especulaciones, como los vínculos que le intuía con su madre y su familia.

Reclusión con Rose DeWitt

La intérprete empezó a preparar a su personaje durante el rodaje de Mujercitas, un proyecto en las antípodas creativas de Ammonite “En el clásico de Louisa May Alcott éramos muchos actores y protagonizábamos largas secuencias de conversación. Estaba deseando bajar el ritmo y volver a traer la quietud a la interpretación, en un rodaje donde solo íbamos a ser Kate y yo”.

Hay una escena de Mujercitas con Timothée Chalamet que se rodó sobre un estanque helado. En ese preciso momento, sonó el móvil y era Winslet. "Justo acababa de filmar mi momento Titanic ¡cuando recibí una llamada de Rose!”, bromeó Ronan, a quien la confianza que le inspiraba su compañera, “agradable, amable y abierta”, la ayudó a sentirse cómoda en las escenas de sexo.

A la atmósfera de distensión ayudó también la decisión del dirección de fotografía, Stéphane Fontaine, de contar con un equipo de cámaras totalmente femenino. En palabras de Bailey, “como en Tierra de Dios, Lee filma la pasión física sin una pizca de mojigatería. Él, Winslet y Ronan renuncian al brillo de época por un retrato del deseo que se siente mucho más verdadero”.

La película ya ha sido comparada por la crítica internacional con Retrato de una mujer en llamas, el romance entre una pintora y una aristócrata de finales del siglo XVIII por el que la francesa Céline Sciamma se alzó con el premio al mejor guión en Cannes 2019. Ambos filmes comparten un amor prohibido en un periodo histórico intolerante, pero en la película de Lee también se reivindica el papel de las mujeres en la ciencia y la sororidad en sus trabajos, como así lo ha destacado Ronan: “Se necesita mucho tiempo, cuidado y paciencia para encontrar algo hermoso en la amonita y eso es lo que estas mujeres hacen la una por la otra”.

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