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Sin público los árbitros serán más eficaces y aumentará el respeto

12/06/2020 - 

MADRID (EFE/Carlos de Torres). "Aprender a estar en zona" o la capacidad de aprender a adaptarse a la nueva situación de jugar sin púbico, será determinante para los diversos actores de la competición deportiva, entre los cuales la figura del árbitro puede verse beneficiada sin presión externa, según Alex Gordillo, profesor de psicológía en el INEF de Lleida y del postgrado de la Universdad Abad Oliba.

"Estar en zona" es aprender a prepararse para una nueva situación, ahora sin público. La preparación ayuda a estar lo mejor posible para afrontar el partido. En un estadio, sin presión ambiental hay que activarse un poco más, con calentamientos más intensos".

Según explica a EFE Alex Gordillo, jugar sin público "será un reto para todos: jugadores, entrenadores, árbitros... La situación que van a afrontar será similar a la del entrenamiento, solo que ahora tendrán que competir".

En este escenario subraya la importancia de la capacidad adaptativa, en cuyo desarrollo es vital la figura del entrenador, quien debe crear en los ensayos situaciones diferentes para que los jugadores se adapten a un nuevo escenario, a una situación novedosa que será un reto para todos.

Los árbitros pueden ser más eficaces

¿Sin la presión del público los más beneficiados pueden ser los árbitros?. El experto explica que los árbitros son capaces de aislarse, es parte de su trabajo, pero ahora el entorno puede ser facilitador.

"Pueden ser más eficaces. La falta de presión ambiental puede facilitar su la tarea y mantener un alto nivel de rendimiento si realizan una preparación pre-partido adecuada adaptada a esta nueva situación".

"Como el resto de protagonistas, los árbitros van a tener que encontrar la activación óptima para arbitrar. Si bajan la concentración subirán los errores. Sin ambiente tendrán que crear condiciones para ser eficaces, buscar su nivel de tensión apropiado. Tienen que estar en zona, ni muy estresados ni relajados, y para ello cada uno tiene su estrategia y plan de competición".

Gordillo también recuerda que "arbitrar también es una labor de equipo, ya que participan los linieres y los componentes del VAR. "Es muy importante que ese grupo esté coordinado a la hora de preparar y afrontar el partido. El árbitro escucha a sus asistentes, y si ha habido buena coordinación la toma de decisiones será más acertada".

Se reducirán las conductas violentas

El respeto, "que siempre tiene que ir por delante", saldrá ganando con el estadio vacío.

"El componente emocional de la grada no existe, sin esta variable no habrá tantas conductas excesivas. En ambientes de tensión los jugadores impulsivos pueden perder el control con facilidad. Las conductas violentas o irascibles no se van a dar tanto porque sin la presión ambiental que saque a los jugadores de su zona, esa conducta por sobreactuación no será tan abundante".

Es posible que cambie el comportamiento del jugador, afirma Alex Gordillo.

"Las protestas pueden ser estratégicas o por pérdida de control. Las segundas disminuirán, mientras que las estratégicas se mantendrán. Algunos jugadores por su estatus piensan que presionando en algunas situaciones de partido piensan que puede influir en la toma de decisiones para sacar ventaja. Los árbitros son conocedores de ello y normalmente saben manejarlo bien".

Un aspecto de efecto nulo sobre los jugadores es la simulación de público en la grada mediante carteles o figuras humanas.

"Poner carteles o muñecos en las gradas es una manera de llenar el espacio que no tiene efecto en el jugador. Se hace para evitar la imagen de estadio vacío, cosas del márketing que no producen efectividad en los deportistas. Para jugadores, árbitros y técnicos no tendrá ningún efecto. 

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