Smart City Box, taquillas inteligentes en las ciudades para un turista libre de equipaje

VALÈNCIA. Caminar con las maletas por la calle o estar en la playa pendiente de tus pertenencias son algunas de las tareas molestas con las que tienen que lidiar turistas -y también locales- en su viaje a una ciudad. Si a eso se suma un móvil sin batería se completa una ecuación en la que el viajero busca desesperadamente un espacio al que acudir para resolver estas situaciones incómodas.

Y así nació Smart City Box, impulsada por Ivanna Sagan. De nacionalidad ucraniana, ha lanzado desde València una empresa que instala taquillas inteligentes para que cualquier persona que vaya cargada con objetos personales pueda guardarlos. Las taquillas tienen espacios de diferentes tamaños, para dejar desde un bolso a una maleta o un casco de moto, y algunas de ellas incluyen cargadores de móvil para resolver un problema común para aquellos que pasan todo el día fuera de casa.

Según explica Sagan, de profesión psicóloga, la compañía nació gracias a Invat.tur Emprende, programa del Instituto Valenciano de Tecnologías Turísticas,. "Nació de esa experiencia como turista, que siempre vamos sin batería y estamos cargados", señala. Este enfoque también justifica que el idioma al que se puede acceder a las taquillas, totalmente automatizadas, esté en castellano, alemán, francés, italiano, ruso, chino y así hasta un total de ocho idiomas. "Podría implementarse cualquier otro", asegura. 

La compañía instala las taquillas en aquellos lugares donde se lo solicitan. En València, por ejemplo, ya están presentes en centros comerciales y discotecas. También han ganado varias licitaciones públicas para poner en marcha estas consignas en la playa y se encuentran ubicadas en Villajoyosa -en la Comunitat Valenciana- y Mataró y Calella -en Cataluña-. 

Las consignas, que aceptan pagos con billetes y tarjeta, no necesitan llaves, sino que funcionan con un código. Tienen sistema antirrobo y wifi, además de cámara de vigilancia. Según explica Sagan, también es posible hacerla funcionar con placas solares en espacios abiertos con el fin de ser más sostenibles y la superficie de la taquilla también sirve como soporte publicitario. El precio de utilización es a partir de un euro la hora dependiendo del tamaño elegido.