VALÈNCIA. El PSOE y Compromís acercan posturas con vistas a una futura investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Los socialistas, con el propio Sánchez al frente, se comprometen este lunes en València a plasmar en un documento todas las peticiones de la coalición para conseguir el apoyo de Joan Baldoví en el Congreso. A cambio, este da otros ocho meses de plazo desde que se constituya el Ejecutivo para plantear su propuesta de modelo de financiación, pese a que todo el trabajo técnico previo está terminado.
El secretario de Organización de los socialistas, José Luis Ábalos dio por hecho ese respaldo al anunciar un pacto "en lo sustancial" con el único diputado nacional de la formación valencianista. Lo hizo tras el encuentro de Pedro Sánchez con Baldoví en presencia del jefe del Consell, Ximo Puig, y de la vicepresidenta Mónica Oltra celebrado este lunes en València.
Pese a la vaguedad de los plazos –en el mejor de los casos el Ejecutivo no se constituiría hasta el otoño– y de cuestiones como una "evaluación" de la deuda histórica, la coalición considera que si el PSOE recoge en el documento otras reclamaciones como la devolución de una mensualidad del IVA a las comunidades autónomas, que para la Comunitat supondría 280 millones de euros, o la financiación del 25% del sistema de Dependencia en dos años el respaldo estaría justificado.
En el cambio de criterio de Compromís también ha pesado la promesa del Gobierno en funciones para enviar a la Comunitat este año 450 millones de euros en concepto de entregas a cuenta del sistema de financiación. Se trata de un dinero con el que el Consell cuenta para acabar el ejercicio, pero que ahora está paralizado al no haberse constituido el nuevo Gobierno y mantenerse prorrogados los PGE.
El Gobierno de Sánchez incluyó esta y otras promesas –como la del mencionado IVA– en su frustrado proyecto de Presupuestos para 2019 para las que, por el momento, no ha ofrecido soluciones alternativas. Lo más parecido a una medida que pueda aliviar la tesorería de la Generalitat fue la promesa verbalizada por Ábalos para que el primer Real Decreto del nuevo gobierno sea para actualizar esas entregas a cuenta, que supondrán 4.739 millones para el conjunto de las Comunidades Autónomas.
Aunque Compromís reclamaba para ya esa transferencia, el Gobierno contrapone un informe de la Abogacía del Estado que concluye que ello solo es posible con el gobierno ya constituido. "Si finalmente el PSOE es receptivo al documento que mandamos, si vemos que hay ganas de llegar a un acuerdo, hay margen para pasar de la abstención al sí", concretó Baldoví tras el encuentro.
Pese a que Compromís pide ocho meses y el PSOE lo alarga hasta un año, se trata de un plazo más que cómodo para Sánchez teniendo en cuenta que el actual gobierno se encontró todo el trabajo hecho, tal y como Puig se encargó de recordarle en la carta en la que instaba a la ministra de Hacienda –entonces con plenas funciones– a completar la reforma este mismo año porque todo el trabajo técnico preparatorio finalizado: el informe de la Comisión de Expertos, documento del Comité Técnico Permanente de Evaluación y los documentos de trabajo de las distintas comunidades.
La propia Montero propuso crear en septiembre del año un grupo político de trabajo para rematar la propuesta del nuevo modelo para remplazar al actual, caducado desde 2014, pero el asunto no pasó de ahí porque no se reunió ni una sola vez.
A falta del nuevo modelo, que con estos plazos no contaría con una propuesta hasta el próximo verano, la Comunitat ha recibido en los últimos días ingresos con los que también contaba como los más de 250 millones en concepto de FOGA, el fondo para compensar a las autonomías por la atención sanitaria de pacientes extranjeros.
El Consell, en sus presupuestos más expansivos de la legislatura para cuadrar un incremento del gasto de nada menos que el 9,9%, incluyó 300 millones por ese concepto, un 20% más de los que había en los presupuestos de la Generalitat de 2018.
A ellos se suman otros 344 millones de euros de lo que el Consell llama el"FOGA histórico" –pendiente desde 2015– y que se incluyó por primera vez en el Presupuesto de este año para que salieran los números.
Esta es la partida que tanto Ximo Puig como Mónica Oltra han reclamado la pasada semana al Gobierno central. Curiosamente Puig lo hizo el jueves, el mismo día que el Ejecutivo liberó los fondos, tal y como confirmó a este periódico el Ministerio de Sanidad. Pese a ello Oltra aún lo reclamó públicamente en su rueda de prensa de los viernes como portavoz del Consell.
El abono de esta cantidad, adelantada por Levante este lunes, alivia en parte los problemas de liquidez, pero no despejan la necesidad de atajar los gastos de cara al segundo semestre o la Comunitat, tal y como le ha advertido el Ministerio de Hacienda en el primer informe de seguimiento del Plan Económico Financiero (PEF) que ha emitido este año, se encamina a cerrar el ejercicio con un déficit muy por encima del objetivo del -0,1% del PIB fijado para las Comunidades Autónomas.
La reunión de este lunes entre Pedro Sánchez y Joan Baldoví suponía la apertura de la nueva ronda de contactos del presidente del Gobierno en funciones con partidos políticos para intentar lograr su investidura. A diferencia de los anteriores encuentros, el mero hecho de que Sánchez se haya desplazado hasta València para celebrar esta reunión ya evidencia el cambio de paso de los socialistas para tratar de ganarse el apoyo de Compromís.