MADRID. El operador global de la cadena de cafeterías Starbucks es otro candidato adecuado para ofrecer dividendos crecientes cada año, al mismo tiempo que se invierte en unas acciones de consumo de máxima categoría.
Durante los últimos cinco años, Starbucks ha aumentado su pago más del 20% cada año, destacando el fuerte esfuerzo de la directiva para devolver capital a las partes interesadas. La compañía, con una rentabilidad anual por dividendo del 1,57%, paga 0,45 dólares por acción trimestralmente.
Tras recibir un duro golpe en sus ventas y ganancias durante la pandemia, la compañía está recuperando rápidamente el terreno perdido. Se pronostica que las ventas ascenderán hasta 28.500-29.300 millones de dólares en este año fiscal, pues va claramente encaminado A superar los 26.500 millones de dólares que la compañía ganó en el año fiscal 2019. Si la reactivación de la economía mundial sigue su curso, estas proyecciones podrían incluso acabar siendo conservadoras.
Durante la pandemia, la relación de pagos de Starbucks se disparó a medida que se desplomaban sus ganancias. Pero históricamente, esta cadena de cafés especiales ha demostrado ser una apuesta segura para los inversores de renta fija con su ratio de pago rondando el 50%. A medida que se recuperan las ventas y mejora la posición de efectivo de la compañía, Starbucks está en una buena posición para recompensar a sus inversores.
Estas expectativas han impulsado un fuerte repunte de las acciones de la compañía, que han subido un 60% durante los últimos 12 meses, cerrando antes de ayer en 119,55 dólares.
Haris Anwar es analista senior de Investing.com