'Top ten' de los nombramientos con más morbo del segundo escalón del Consell

5/08/2019 - 

VALÈNCIA. El pasado viernes se celebró el último pleno del Consell antes del parón veraniego que finalizará cuando se retomen estas reuniones el próximo 6 de septiembre. En la cita, se acordaron varios de los nombramientos que faltaban por producirse, con lo que el organigrama de 137 altos cargos queda prácticamente completo a falta de cinco puestos todavía vacantes de los que tres pertenecen a la Presidencia que ostenta Ximo Puig y los otros dos, corresponden a Podemos.

Unas designaciones que se han repartido entre los firmantes del Botànic II -PSPV, Compromís y Unides Podem- bajo diferentes criterios. En unos casos ha pesado más el equilibrio orgánico de los partidos, en otros el aspecto puramente técnico, la compensación a dirigentes que habían quedado descolgados o una combinación de distintos factores. En todo caso, algunos nombramientos han tenido más miga que otros, por lo que Valencia Plaza ha separado diez de los que, por el contexto, modo de producirse o expectativas a medio plazo, tienen más morbo.

-David Torres, director general de Desarrollo Rural. Una de las designaciones que sorprendió a más de uno fue la realizada por la consellera de Agricultura y Medio Ambiente, Mireia Mollà, al fichar al exdiputado de Podemos David Torres. Lo curioso es que el nombramiento no entraba dentro del 'mestizaje': es decir, era un puesto que correspondía a Compromís pero para el que la consellera decidió incorporar a un destacado militante de Podemos. Una circunstancia que no dejó indiferente a la formación morada, más aún cuando Torres mostró en una entrevista concedida a Valencia Plaza un despego notable respecto a la fuerza política a la que venía representando: "Si me pidieran que me afiliara a Iniciativa, lo haría". Ahí queda eso.

-Isaura Navarro, secretaria autonómica de Salud Pública y del Sistema Sanitario Público. La diputada de Compromís fue una de las parlamentarias más activas de este grupo en Les Corts durante la pasada legislatura y, en más de una ocasión, un quebradero de cabeza para su socio en el Consell, el PSPV. En la recta final del mandato, se presentó a las primarias para el Congreso y para el Parlamento Europeo. En el primer caso, ganó el proceso en Iniciativa lo que le valió el segundo puesto por Valencia de Compromís, si bien la coalición solo logró un escaño, mientras que en Europa la coalición no obtuvo representación. La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, pidió a Navarro que entrara como secretaria autonómica en Sanidad, un área que ha manejado en Les Corts y que controla el PSPV en el Gobierno valenciano. Con un perfil más activo que su predecesor, Narcís Vázquez, los socialistas ya miran con recelo los movimientos de Navarro por lo que se augura un 'mestizaje' animado.

-Alfred Boix, secretario autonómico de Promoción Institucional y Cohesión Territorial. Es uno de los principales colaboradores del presidente de la Generalitat y los hechos evidencian que ha sabido reiventarse tras su relevo como vicesecretario de Organización. El área que maneja combina una importante responsabilidad en la relación económica con los medios de comunicación -más aún tras la agitación que se está viviendo en este ámbito con la publicidad institucional- con una tarea de cohesión territorial que además puede permitirle mantener o reforzar sus vínculos orgánicos dentro del partido. Un nombramiento que agradó a unos e inquietó a otros pero que, indudablemente, pasa por ser uno de los más llamativos del nuevo Ejecutivo.

-Ignacio Blanco, secretario autonómico de Participación y Transparencia. En 2015, una de las pocas malas noticias para muchos sectores y votantes de la izquierda fue que Esquerra Unida quedara fuera de Les Corts tras la labor batalladora de oposición que había encabezado Blanco. Ya se habló entonces la posibilidad de una incorporación al Ejecutivo del candidato de EU pero ha sido ahora, con el pacto con Podemos, cuando el exdiputado ha aceptado dar un paso adelante y entrar en el Gobierno valenciano. Eso sí, como suele ocurrir en su partido, la designación de altos cargos decidida por la coordinadora general, Rosa Pérez, ya ha despertado las críticas en el sector opositor de la formación.

-Blanca Marín, secretaria autonómica de Comunicación. Puig volvió a sorprender en este caso eligiendo para el cargo a un perfil técnico y no a un profesional del ámbito como ya ocurriera con José María Vidal. Se daba por hecho que Marín no continuaría en la Secretaría Autonómica de Economía e incluso había sonado como consellera, pero finalmente el presidente apostó por ella para un puesto que todavía tiene pendientes cuestiones importantes relacionadas principalmente con À Punt o con las licencias mediáticas.

-Teresa García, directora general de Emprendimiento y Cooperativismo. La ex teniente de alcalde de Sagunt, miembro destacado del sector crítico del Bloc, dejó en su momento su acta de concejal para centrarse en su tarea de diputada en Les Corts. No obstante, no obtuvo un puesto lo suficientemente alto en las primarias para repetir en la cámara, pese a su alianza con Enric Morera. Finalmente, y tras algún rifirrafe interno, su nombramiento se produjo no sin cierta resignación para algunos dirigentes próximos a la dirección del Bloc.

-Francesc Gamero, secretario autonómico de Hacienda. En la pasada legislatura, fueron notables las tensiones entre la Vicepresidencia y Conselleria de Igualdad que lidera Mónica Oltra y el departamento de Hacienda que dirige el socialista Vicent Soler. Así, ya en la recta final, la líder de Compromís envió a su hasta entonces subsecretario -persona de confianza aunque miembro del Bloc- a la citada conselleria aprovechando la salida obligada de Clara Ferrando al ser incluida en la lista al Congreso, donde no obtuvo escaño. Así, Oltra mató dos pájaros de un tiro, situando a Gamero en Hacienda para tener mayor conexión en esa cartera y sacar de la ecuación a Ferrando, con quien no mantenía buena sintonía.

-Rebeca Torró, secretaria autonómica de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Consumo. La legislatura pasada fue agitada para la también exconcejal socialista de Ontinyent, dado que fue alto cargo en Vivienda y después pasó a ser vicepresidenta de la Diputación. Tras el adiós al PSPV de 'su jefe' Jorge Rodríguez por la imputación en el caso Alquería, Torró ha tratado de mantener unido el bloque jóvenes dirigentes locales que se había formado en torno al alcalde de Ontinyent. Su puesto, en una conselleria donde hubo graves problemas con el 'mestizaje' en el pasado, puede considerarse un premio de partido que no será fácil de gestionar.

-Ferran Puchades, director general del Secretarido y de la Portavocía del Consell. Miembro histórico del Bloc, curiosamente ha encontrado acomodo en la sala de máquinas de Mónica Oltra, con quien mantiene una buena relación. Tras un 'mestizaje' complicado con Gabriela Bravo en Justicia durante la pasada legislatura y un fallido intento de ser concejal en el Ayuntamiento de València -las primarias le dejaron demasiado lejos de lograrlo-, Puchades pasa a ser un alto cargo con un carácter más político y estratégico que de gestión. Sin duda, un paso interesante para el otrora secretario de Organización del Bloc.

-Miquel Lorente, director general de Economía Sostenible. El candidato de EU (Xàtiva Unida) en la capital de La Costera ha sido otra de las sorpresas en la lista de nombramientos. Mientras algunas fuentes de Compromís aseguran que entra dentro del 'mestizaje' y de un acuerdo con Esquerra Unida, otros insisten en que fue una decisión de la coalición valencianista unilateral. En cualquier caso, la designación ha levantado no pocas suspicacias en el PSPV, dado que la relación con Lorente en Xàtiva no ha sido especialmente buena. De hecho, el socialista Roger Cerdà no contó con el apoyo de EU para la investidura en el mencionado municipio y se interpreta que el impulso a Lorente en el Ejecutivo va dirigido a reforzarle de cara al futuro en una localidad donde Compromís está dividido y sin representación.

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