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Una estrella en el segmento de los SUV compactos: el nuevo Audi SQ2

24/12/2018 - 

VALÈNCIA. El diseño llamativo se combina con una conducción tremendamente divertida: Audi presenta el SQ2. El nuevo modelo tope de gama en la familia Q2 se desmarca dentro del segmento de los SUV compactos. Con una potencia de 221 kW (300 CV), acelera de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos y alcanza una velocidad máxima de 250 km/h. La tracción quattro y la suspensión deportiva S se encargan de transmitir de forma suave todo su potencial a la carretera. El Audi SQ2 también está a la cabeza frente a la competencia en lo referido a sistemas de, infotainment y asistencia al conductor.

De 0 a 100 km/h en 4,8 segundos: el motor
El corazón de cualquier modelo Audi S es su motor. Y el 2.0 TFSI en el SQ2 (consumo combinado en l/100 km: 7,2-7,0; emisiones combinadas de CO2 en g/km: 163-159) se encuentra en plena forma. Desarrolla una potencia de 221 kW (300 CV) y un par máximo de 400 Nm, que permanece constante entre 2.000 y 5.200 rpm. Desarrollado por los ingenieros de Audi y construido en Györ, supera a todos sus rivales en este segmento. Lo mismo se aplica para el rendimiento del SUV deportivo, capaz de acelerar de 0 100 km/h en 4,8 segundos y de alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h.

El TFSI de cuatro cilindros y 1.984 cm3 del Audi SQ2 es un motor de alto rendimiento. Responde de forma instantánea hasta que la aguja del cuentarrevoluciones alcanza la línea roja, a 6.500 rpm. En el modo dynamic del sistema Audi drive select responde de forma aún más directa, con un rápido doble embrague que acompaña los cambios de marcha de la transmisión S tronic. El motor genera un sonido particular que se deja notar cuando se conduce de forma dinámica. El TFSI de 2 litros de cilindrada pesa solo alrededor de 150 kg, lo que beneficia no solo la ligereza total del Audi SQ2, sino también la distribución del peso entre los ejes.

Numerosas características de alta tecnología distinguen al potente motor de cuatro cilindros. Los árboles de levas de admisión y escape son ajustables para optimizar el llenado y el intercambio de gases. En el lado del escape, el sistema Audi valvelift system (AVS) ajusta la alzada de las válvulas en dos etapas, en función de la demanda. Esto reduce las pérdidas en la cámara de combustión, y asegura un flujo de gases de escape óptimo hacia el turbocompresor, particularmente en el rango de bajas revoluciones. Las ventajas son una respuesta más rápida y un aumento adicional del par motor. Controlado por una rápida y precisa válvula de descarga eléctrica, el turbocompresor genera su presión de soplado máxima de 1,4 bar (relativa) de forma muy dinámica. Este sistema de gestión del motor mejora la eficiencia y reduce el consumo de combustible durante el funcionamiento con carga parcial.

La eficiencia también es una característica destacada del 2.0 TFSI. Dos válvulas rotativas de accionamiento eléctrico se encargan de regular el flujo del refrigerante. Otro componente importante del sistema de gestión térmica es el colector de escape integrado en la culata, que ayuda al motor a alcanzar rápidamente su temperatura óptima de funcionamiento.

Las medidas específicas que se han implementado en muchos componentes aumentan la robustez del motor y reducen la fricción interna. La bomba de aceite de caudal regulable requiere poca energía para su accionamiento. Bajo carga parcial, el sistema de gestión del motor desactiva la inyección directa de gasolina FSI, y el combustible pasa a inyectarse indirectamente en el colector de admisión, lo que reduce las emisiones de partículas. Un filtro de partículas adicional se encarga de depurar los gases de escape.

Tracción, estabilidad y comportamiento dinámico: la transmisión de potencia
La transmisión de potencia del 2.0 TFSI se realiza a través de un cambio S tronic de siete velocidades con una gran apertura de 8,7 entre la primera y la última marcha. El conductor puede operar la rapidísima transmisión de doble embrague en los modos automáticos D o S, o cambiar de forma manual. Si se selecciona el modo “efficiency” en el Audi drive select, el embrague desacopla la transmisión del motor, permitiendo que el SUV deportivo se desplace en modo de marcha por inercia. Con el sistema start-stop activo, el propulsor se desconecta desde una velocidad de 7 km/h.

Los dos embragues del cambio S tronic de siete marchas están bañados en aceite, de cuyo suministro se encarga una pequeña bomba de engranajes de accionamiento mecánico. Con demandas elevadas, se activa una segunda bomba que cuenta con accionamiento eléctrico. Este suministro eficiente de aceite y la reducida fricción de los componentes individuales de la transmisión se traducen en una alta eficiencia.

Como en cada modelo Audi S, la tracción quattro es de serie en el SQ2. Combina un alto agarre con un manejo fascinante. Su elemento central es un embrague multidisco de accionamiento hidráulico, que distribuye el par de forma continua entre los ejes. Si las ruedas delanteras pierden agarre, el embrague puede transferir hasta el cien por cien de la fuerza al eje trasero en apenas unos pocos milisegundos.

El controlador electrónico de la tracción quattro proporciona dinamismo y seguridad. En conducción deportiva puede dirigir el par al eje trasero tan pronto como el conductor gira el volante. Bajo aceleración, el par empuja literalmente al SUV de forma rápida hacia la curva. El sistema de gestión permite cambios de dirección precisos durante los cambios de apoyo, y proporciona el máximo control y una gran fiabilidad cuando el vehículo se desplaza sobre una superficie con baja adherencia. En condiciones de conducción deportiva, la tracción quattro trabaja en estrecha colaboración con el sistema de control de par selectivo para cada rueda, que suaviza el comportamiento mediante pequeñas intervenciones en los frenos de las ruedas interiores a la curva.

20 mm más baja: la suspensión deportiva S
La suspensión deportiva S del Audi SQ2 encaja a la perfección con el dinamismo del sistema de propulsión. Con un ajuste más deportivo que en la configuración de serie, reduce la altura de la carrocería en 20 mm. La dirección progresiva de serie tiene también un tarado específico, y está especialmente adaptada para que la fuerza necesaria para mover el volante cambie a medida que se giran las ruedas. Cuanto mayor es el ángulo de la dirección, más directa es la relación, lo que mejora la agilidad al maniobrar, tanto en tráfico urbano como en curvas cerradas.

Característico de los modelos S: el diseño exterior
Ya de serie, el Audi Q2 es un SUV con un carácter muy distintivo. La arquitectura en forma de cuña y las líneas precisas de la carrocería, la cabina plana, la hendidura poligonal en los flancos y los blades en color gris titanio mate de los pilares C le otorgan un aspecto inconfundible. Para el SQ2, Audi ha perfeccionado aún más el diseño exterior. El frontal ya deja claro el posicionamiento del vehículo, con ocho barras verticales dobles que dividen la gran parrilla Singleframe octogonal. Un splitter frontal une los bordes exteriores de las dos entradas de aire para subrayar la anchura de la parte delantera del SQ2. Los faros LED de serie y las luces traseras LED con intermitentes dinámicos generan una característica firma lumínica con forma de flecha.

Detalles llamativos también acentúan los laterales y la parte trasera. Las taloneras en la zona inferior de las puertas cuentan con un marcado contorno; las carcasas de los espejos retrovisores exteriores lucen un acabado de apariencia de aluminio brillante. El gran spoiler en el techo proporciona la carga aerodinámica necesaria, y el difusor trasero integra cuatro salidas de escape. La paleta de colores para la carrocería incluye el blanco ibis de serie, y los colores opcionales amarillo vegas, azul ara, gris daytona, plata florete, blanco glaciar, naranja coral, negro mythos, gris quantum y rojo tango.

Audi ofrece dos paquetes para el SQ2. Con el paquete óptico de estilo negro/gris, la parrilla Singleframe, las rejillas de las entradas de aire y el difusor están acabados en negro/gris. El paquete exterior del SQ2 también aplica un acabado negro a las carcasas de los espejos retrovisores, a los blades en los pilares C y a las salidas de escape. El spoiler del techo cuenta con un contorno especial y logotipos quattro adornan las puertas.

Con un coeficiente aerodinámico de 0.34, el Audi SQ2 se desliza fácilmente a través del viento. El nivel de ruido a bordo se mantiene en niveles muy bajos gracias a la optimización de la carrocería para reducir vibraciones, y al alto nivel de competencia de Audi en aeroacústica. Una estructura de aceros conformados en caliente, que combinan una extremada rigidez con un peso reducido, forma la columna vertebral de la resistente célula del habitáculo y permite, a su vez, la elevada rigidez de la que hace gala la carrocería.

Acento dinámico: el interior
El compacto Audi SQ2 tiene una longitud exterior de 4.210 mm, y una distancia entre ejes de 2.594 mm, lo que permite contar con un espacioso interior. El maletero tiene un volumen que puede variar entre 355 y 1.000 litros de capacidad, en función de la posición de los respaldos traseros divididos en dos o en tres secciones. El equipamiento de serie en España incluye asientos deportivos, reposabrazos central delantero, climatizador, volante deportivo multifunción achatado –con levas para el cambio S tronic–, el sistema de información al conductor con pantalla a color, control de velocidad (tempomat), Audi virtual cockpit, Audi smartphone interface y MMI Navegación plus.

El Audi virtual cockpit remplaza al sistema de información al conductor. El control de esta instrumentación completamente digital se realiza a través de los botones situados en el volante. La pantalla de 31,2 cm (12,3 pulgadas) ofrece tres modos diferentes de visualización, incluyendo una pantalla que coloca el tacómetro centrado en posición destacada. La información más importante también puede proyectarse en una pantalla con el head-up display, que a su vez forma parte de la lista de equipamiento opcional.

El diseño interior es una continuación de las líneas tensas y progresivas de la carrocería, y utiliza colores y materiales que ponen acento en su carácter deportivo. La tapicería del techo, los pilares y los asientos vienen de serie en color negro. Las inserciones decorativas en el salpicadero son de aluminio cepillado en acabado mate. Los pedales y el reposapiés están hechos de acero inoxidable, y los umbrales de las puertas iluminados incluyen el logotipo deportivo S. Los diales de la instrumentación son de color gris, con las agujas blancas. La pantalla del MMI y el display en la instrumentación o en el Audi virtual cockpit muestran pantallas de inicio específicas S al conectar el encendido.

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