CASTELLÓ. (EP). Una guía ha recopilado temas prácticos como la conservación de los alimentos y los métodos de transporte; la planificación del menú semanal y la compra así como recomendaciones de ingesta por cada producto con el fin de fomentar la dieta mediterránea.
Bajo el título 'Dieta Mediterránea, de la teoría a la práctica' y elaborada por el dietista-nutricionista y presidente de la Fundación Alimenta tu Salud, Ramón de Cangas, la guía busca promocionar este tipo de alimentación que en la actualidad es más baja de lo recomendable debido al ritmo de vida y la facilidad para acceder a ciertos alimentos que contribuyen a crear un ambiente obesogénico, según el promotor de la misma.
"Esta Guía es un documento sencillo y ameno que acerca los patrones dietéticos mediterráneos a toda la población para demostrar que seguir este modelo de alimentación saludable es sencillo y perfectamente abordable, considerando nuestro estilo de vida hoy en día", ha precisado Cangas que ha presentado en València el libro.
"La forma más recomendable de lograr un buen estado nutricional es apostar por una gran variedad de alimentos en nuestra dieta", ha explicado el nutricionista que ha detallado que "al ingerir diferentes grupos de alimentos obtenemos nutrientes con funciones específicas, con el consiguiente impacto positivo y la Dieta Mediterránea es ideal para lograrlo ya que no excluye ningún producto".
La base de esta dieta son las verduras, hortalizas, frutas, lácteos, legumbres y proteínas animales procedentes de pescados, mariscos y, en menor medida, carnes.
Para cocinar se declina por el aceite de oliva virgen y propone extra y entre horas un puñado de frutos secos. "Además, siempre hay sitio para los caprichos y podemos permitirnos licencias de vez en cuando", según el autor que ha explicado que, en este patrón, "ningún alimento está prohibido. Salvo patologías que lo justifiquen, todo se puede comer siempre que se haga en su justa medida", ha dicho.
La dieta mediterránea recomienda también ingerir entre cuatro y seis vasos de agua al día y puede valorarse un consumo moderado de bebidas fermentadas (cerveza, vino, cava o sidra) siempre como una opción responsable por adultos sanos y, de hecho, se especifica una ingesta máxima de 1-1,5 raciones/día de estas bebidas en mujeres y de 2-2,5 raciones en el caso de los hombres. Una unidad es igual a una copa de vino (80-100 ml) o un botellín de cerveza (200 ml) y, si se ingiere, es aconsejable hacerlo acompañado de alimentos sólidos.
La nutricionista y miembro de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA), Andrea Calderón, ha destacado que la dieta mediterránea "es mucho más que comer, engloba un estilo de vida en su totalidad". Se trata de "descansar adecuadamente, hacer ejercicio de forma rutinaria y mantener unas relaciones sociales saludables también contribuye a prevenir enfermedades crónicas y mantener la calidad de vida", ha indicado.
La experta ha recalcado que la base de nuestra hidratación es el agua y explica que "el cuerpo humano contiene alrededor del 50-60% de agua, por lo que es la bebida de elección a lo largo del día, ya que su función es, sobre todo, hidratar a nuestro organismo".
En este aspecto ha detallado para los que tienen el hábito de
consumir cerveza, que la 'tradicional' aporta unas 45 kcal por 100 mL y la sin alcohol 15 kcal/100 mL y que lleva consumiéndose miles de años en la cuenca mediterránea. "Consumirla de acuerdo con las reglas de la dieta mediterránea es interesante y lo ideal es acompañarla siempre con alimentos, tomarla en compañía, como parte de nuestra vida social y beberla con moderación", ha puntualizado.