CASTELLÓ. El lavado de manos, los geles hidroalcohólicos y la desinfección de superficies fueron los grandes protagonistas al inicio de la pandemia, el abc de la prevención de contagios. Sin embargo, con el paso de los meses, y cada vez que se han ido conociendo más detalles del SARS-Cov-2, desde los organismos públicos, y sobre todo desde la comunidad científica, se ha incidido más en la importancia de la ventilación y la mascarilla por la transmisión del virus a través del aire.
"El 12 de noviembre, el Ministerio de Sanidad publicó la actualización de la Información científica-técnica de la enfermedad por coronavirus y por fin han incluido la transmisión por aerosoles como una vía de transmisión del virus, argumentando con relevante evidencia científica la inclusión de esta vía" cuenta la epidemióloga de Borriana Juana María Delgado. Esta científica, Doctora en Ingeniería Química es experta en contaminación atmosférica y lidera un proyecto de investigación de la UJI que persigue la detección del SARS- CoV-2 en aerosol atmosférico en ambientes interiores. Esta investigación pretende ser una herramienta de alerta de posibles brotes incluso antes de que las personas infectadas comiencen a mostrar síntomas.
"Esta idea está basada en que existe un desfase entre el pico de infectividad y la aparición de síntomas en enfermos, y nuestra hipótesis es que la carga vírica en aerosoles presentará una evolución similar a la curva de contagios y fallecimientos, que tristemente nos resulta familiar, pero que será detectable de forma temprana" explica la epidemióloga.
"Ese tiempo que se 'gane' al virus podrá ayudar a la administración a implementar medidas más drásticas para contener la transmisión y ayudará a los centros sanitarios a preparase para la inminente llegada de pacientes con covid", señala Delgado.
Esta investigación ha contado con la financiación de la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital, que ha destinado 200.000 euros al análisis del aire en ambientes interiores. "Vamos a evaluar en este proyecto estaciones de Metrovalencia, así como espacios universitarios, sanitarios y residencias de atención a personas mayores de las tres provincias de la Comunitat Valenciana" explica Delgado.
Además de los fondos aportados por la Conselleria, la Fundación BBVA también ha aportado financiación gracias a la cual se podrán desarrollar herramientas que midan la evolución de la presencia del virus en aerosoles recogidos en ambientes exteriores.
Actualmente los investigadores trabajan con las muestras de aerosol atmosférico facilitadas por el Servicio de Calidad del Aire de la Generalitat Valenciana, pero Delgado detalla que se encuentran "en conversaciones" con las administraciones locales de Castelló, Elx y València para instalar equipos de medida propios en la vía pública de estas ciudades. "Los ayuntamientos de las tres ciudades han mostrado su gran apoyo al proyecto. Confiamos en que pronto podremos obtener nuestras propias medidas", asegura.
Pese a que la investigación es todavía muy prematura, puesto que consiguieron la financiación inicial en septiembre, Delgado cuenta que han logrado detectar la presencia del virus en muestras piloto, "lo cual nos da la certeza de que la adaptación del método analítico se está desarrollando de forma adecuada".
"EL DINERO DESTINADO A CIENCIA E INNOVACIÓN NO ES UN GASTO SINO UNA INVERSIÓN".
Juana María Delgado ha sido distinguida por el pla GenT de la Generalitat Valenciana, un programa de apoyo a la contratación de investigadores con talento para desarrollar un proyecto de I+D+i en la Comunitat. Delgado apunta a que es "fundamental que las administraciones públicas inviertan en investigación y ciencia como motores de cambio y generación de riqueza. Los datos globales nos muestran que hay una asociación clara entre inversión en investigación y desarrollo y el producto interior bruto nacional".
"En España hay mucho potencial científico con excelentes investigadores. Sin embargo, se requiere de una transformación estructural de nuestro sistema de investigación e innovación que favorezca la atracción del talento investigador español, que, habiendo sido formado en España, está contribuyendo su conocimiento a países terceros porque nuestro modelo de inversión en ciencia esta anticuado", considera Delgado.
No obstante, la investigadora matiza que, "afortunadamente, en los últimos años estamos presenciando medidas encaminadas al retorno, atracción y retención del talento, como por ejemplo el Programa Plan Gen T de la Generalitat Valenciana, al que estoy muy agradecida".
Parece ser que una de las pocas consecuencias positivas de la pandemia ha sido poner en valor el trabajo investigador. "Ojalá esta pandemia sirva para inspirar a niñas y niños a estudiar carreras de ciencias, ingenierías, tecnologías, matemáticas y medicina".