CASTELLÓ. Toda una hazaña. Así se puede calificar el derroche de valentía que un vecino de Castelló, estibador para más señas, llevó a cabo en la tarde de este miércoles. Y es que P.J.C.C. no lo dudó un momento y se abalanzó sobre el agresor que, portando un cuchillo de grandes dimensiones, trató de asesinar a su expareja. La tentativa de homicidio -así consta en el informe de la detención practicada por la Policía Nacional- se produjo a las puertas del colegio Estepar en el momento en que la mujer acudía a recoger al hijo de ambos.
El caso no acabó en tragedia gracias a la intervención de este inesperado héroe, que, tras escuchar el grito de la madre a la misma puerta del colegio, ubicado en las cercanías del Pavelló Ciutat de Castelló, se lanzó sobre el infractor, cuando este trataba de asestar varias puñaladas a su exmujer. De hecho, tres de los ataques llegaron a impactarle en la espalda, pero las heridas no revisten gravedad y la víctima pudo prestar declaración en la comisaría tras ser atendida en el Hospital General.
Con su intervención, además de evitar la agresión machista, P.J.C.C. consiguió inmovilizar al agresor, un varón de 49 años que ha sido detenido y que se espera pase a disposición judicial en los próximos días, después de los trámites pertinentes. Precisamente, el héroe del Grau prestará declaración ante el juez a lo largo de la mañana de este jueves.
Una vez inmovilizado el agresor, algo que P.J.C.C. realizó delante de la gran cantidad de padres y familiares que se agolpaban a las puertas del CEIP Estepar antes de las 17.00 horas, varias dotaciones de la Policía Nacional aparecieron de inmediato para proceder a la detención. Tras ello, los presentes no dudaron en aplaudir a quien había logrado evitar una desgracia. Entre ellos su mujer, que como él esperaba a sus dos hijas y se llevó un buen susto cuando lo vio actuar.
"No sé qué me ha pasado, lo he hecho sin pensar. Ahora pienso en el cuchillo y no me explico cómo he ido a por él. Era muy grande. De verdad que quería hacerle daño", señala a Castellón Plaza P.J.C.C.
No es la primera vez que este estibador salva una vida. Hace dos años evitó el ahogamiento de una persona que había sufrido una epilepsia en un restaurante de Madrid, donde cenaba con otros dos compañeros portuarios. "Visto que nadie reaccionaba, acudí en su ayuda y lo giré, facilitando así que pudiera vomitar la sangre de su lengua, que se había mordido, y la espuma que produce esta enfermedad". Todo un ejemplo.