Augusto Tauroni, en el centro de la imagenVALÈNCIA (EFE). El exempleado de Augusto Tauroni Joaquín Rafael Blasco (sin relación con el expolítico del PP Rafael Blasco) ha asegurado este jueves que escuchó al primero decir que "tenía que ir a la barraca a llevar dinero al conseller", aunque ha matizado que no sabe si esto era un "farol" o si realmente lo hizo.
El considerado como colaborador más estrecho de Augusto Tauroni en varias mercantiles ha declarado como testigo -aunque estuvo investigado- en la novena sesión del segundo juicio por el desvío de fondos públicos destinados a once proyectos de cooperación internacional, entre ellos la construcción de un hospital en Haiti tras el terremoto de 2010.
"Tauroni y Rafael Blasco eran amigos, no sé si mucho o poco, eran del mismo pueblo", ha indicado este testigo, quien ha confirmado que Tauroni concurrió a numerosos contratos públicos licitados desde las consellerias que dirigió Blasco a lo largo de su trayectoria política.
La afirmación de que Tauroni pudo entregar dinero a Blasco contrasta con el acuerdo de conformidad suscrito con la Fiscalía, en el cual se puso por escrito que el exconseller admite los cargos de mlversación, prevaricación y falsedad pero que "ni recibió ni solicitó ninguna dádiva o presente como contraprestación" a las maniobras ilícitas.
El testimonio de este testigo, marcado por la ausencia de recuerdos y las dudas, no ha satisfecho ni a las acusaciones ni a las defensas, que le han advertido en varios momentos de posibles contradicciones con testimonios de otros testigos, han solicitado careos e incluso se han reservado el derecho a deducir testimonio contra él.
De hecho, otros testigos le sitúan como "mano derecha" de Tauroni en la Fundación Hemisferio -que redactaba proyectos de cooperación para otras ONG-, a la hora de controlar la redacción de proyectos y todo tipo de cuestiones económicas, extremo que ha negado.
El fiscal Jesús Carrasco ha afirmado sentirse "perplejo" por esta declaración y por el hecho de que negase haber ejercido funciones de dirección o de "captación" de ONG susceptibles de ser incorporadas a la trama controlada por Hemisferio.
Este testigo ha admitido que viajó a Haití en dos ocasiones -donde la Generalitat iba a construir un hospital-, en la primera junto al director general de Cooperación Josep María Felip y la segunda con Augusto César Tauroni, y que en este viaje el empresario se reunió allí con el entonces conseller.
"Viajé como acompañante, porque hablaba inglés, porque la gente de Hemisferio no podía ir", ha asegurado, ante lo cual el fiscal le ha preguntado si "cree que alguien en su sano juicio se puede creer eso".
Posteriormente ha negado haber llevado documentos a la secretaria particular de Blasco ni haber recibido o entregado dinero en efectivo a nadie, y ha asegurado desconocer si su abogado alcanzó algún tipo de pacto con las acusaciones para pasar de investigado a testigo en esta causa.
La declaración de Joaquín Rafael Blasco ha estado precedida por la de la extrabajadora de Hemisferio Julia Queralt, que se ha producido por videoconferencia desde Bilbao.
A preguntas del fiscal, esta exempleada de Tauroni ha asegurado que le llamó la atención, en el año en que trabajó para él, que "en todos los proyectos siempre aparecían las mismas empresas" y que "en una búsqueda rápida en Google" pudo averiguar que tras estas firmas, algunas de ellas con sede social en el extranjero, siempre estaban "los mismos nombres".
"En la oficina de la Fundación siempre teníamos carpetas con documentos relativos a otros proyectos aprobados por la Conselleria de Cooperación para basarnos en ellos, nos los facilitaba Joaquín (Blasco) y yo pensaba que eran de acceso público", ha asegurado esta testigo, que decidió abandonar su trabajo ante las sospechas de que se estaban cometiendo irregularidades.
Además, ha indicado, "en el momento de justificar los proyectos en lo práctico o en lo económico -los técnicos- nunca recibíamos información al respecto. Me asusté, me sonaba todo muy raro y decidí salir", ha concluido.
