Un palmo de agua basta para que un niño se ahogue

6/08/2020 - 

VALÈNCIA. Según la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, hasta el 31 de julio, 191 personas murieron ahogadas en España. Lamentablemente, las cifras aumentan cada año. En concreto, el incremento respecto a 2018 ha sido del 23%. Muchos de estos fallecimientos fueron niños.

“Un palmo de agua basta para que un niño se ahogue”, afirma el Dr. Javier Beltrán, especialista en pediatría y médico de urgencias de Vithas Valencia (hospitales Vithas 9 de Octubre y Consuelo) y Castellón.

Los ahogamientos en verano es uno de los motivos que causa más preocupación entre los especialistas en pediatría de los servicios de urgencias. “Cuando se produce un percance de estas características, en cualquier caso, hay que intentar una rápida actuación de primeros auxilios para realizar la reanimación cardiopulmonar, ya que puede ser clave para salvar una vida”, afirma el Dr. Beltrán. Y “pedir auxilio a los socorristas”, añade.

Siempre vigilados

Desde los servicios de urgencias de Vithas Valencia y Castellón, el Dr. Beltrán hace hincapié en que “es común ver en la playa a padres hablando y niños pequeños jugando en la orilla. Es un error. Nunca hay que dar la espalda a un niño que se está bañando; un palmo de agua es suficiente para que se produzca un ahogamiento”. En este sentido, el Dr. Beltrán recalca la importancia de “bañarse siempre en playas, ríos y piscinas vigilados por socorristas”.

Motivos que pese a no ser graves merecen atención de urgencias

El hecho de que en verano se pase más tiempo fuera de casa expone a los niños a ciertos episodios que requieren atención de urgencias, pese a no resultar de extrema gravedad.

Estos son algunos:

Quemaduras solares

Cuando afectan a zonas extensas, sobre todo en niños menores de 3 años. “Es importante que se controlen en un servicio de urgencias cuando aparecen ampollas o se levanta la piel; cuando esto sucede el niño puede incluso tener fiebre”, asegura el Dr. Beltrán.

Cabe recordar que existen zonas del cuerpo que se queman con frecuencia porque “nos olvidamos de aplicar crema; las orejas y la nuca sobre todo”.

Otitis

Las otitis son procesos muy dolorosos que precisan atención de urgencia en aras de mitigar el dolor con analgesia y administrar antibióticos para detener su evolución.

En cuanto al uso de tapones en el agua para prevenir su aparición, “no son eficaces, ya que difícilmente van a ocluir el conducto auditivo externo; es más, pueden dificultar la salida del agua”, explica el Dr. Beltrán. Y matiza que “hay tapones hechos a medida para cada niño que pueden funcionar, pero los comerciales no”.

Picaduras y alergias

El control sobre lo que comemos se reduce en verano, pues las comidas fuera de casa se suceden. La señal de alerta más preocupante  que produce una alergia alimentaria o por picadura de insecto es la dificultad respiratoria, que merece el desplazamiento inmediato del niño al servicio de urgencias .

En cuanto a las picaduras, hay que tener en cuenta que las hay muy dolorosas, como las de las medusas. Son procesos molestos que, si ya son incómodos para los adultos, en los niños conviene que acudan a urgencias “para tratar los efectos” y que se sientan aliviados.

También se recomienda el uso de escarpines en lugares donde se intuya que pueda existir peces araña, difíciles de apreciar porque se entierran en la arena y “presentan una toxina en la espina que produce un dolor muy intenso”.

Cortes de digestión

“Es muy difícil que se produzca un corte de digestión”, afirma el Dr. Beltrán. En este sentido, la creencia de que se precisan 2 horas para digerir lo comido antes de volver a entrar en el agua supone una “tortura” innecesaria para los más pequeños. “Lo que hay que cuidar son los cambios bruscos de temperatura después de comer. Y en las aguas que frecuentamos, eso no suele suceder”. Sí es recomendable mojarse muñecas y nuca e introducirse en el agua poco a poco.

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