VALÈNCIA. El informe que llegó a la Fiscalía de Menores en noviembre de 2017, dos años antes de que se celebrara el juicio por abusos sexuales a una menor contra un educador, exmarido de la vicepresidenta Mónica Oltra, no solo incluía el informe del centro Espill como adelantó Castellón Plaza. De hecho, también incluye una conclusión favorable al educador. Pero este dossier, al igual que el otro, tampoco se incluyó en el sumario del caso y, por tanto, la defensa nunca tuvo acceso al mismo.
Según se puede leer en el informe al que ha tenido acceso este periódico, de la documentación contenida en el expediente de protección, de las testificales y del informe del Servicio de Atención Psicológica a Menores Víctimas de Abusos Sexuales y Menores Perpetradores de la Comunitat Valenciana (Espill), "esta instructora considera que el testimonio de la adolescente no es creíble y, por ello, no existen pruebas que evidencien la comisión de los abusos sexuales sobre la menor por la persona afectada, a pesar de las manifestaciones vertidas por la misma".
Otro de los puntos que llama la atención es que, en el juicio se habló de que la causa se inició a raíz de que la menor le dijo a la policía que la llevaba al centro de menores que estaba sufriendo abusos. Sin embargo, la investigación interna comenzó mucho antes, pues la joven le dijo a una persona del comité antisida lo mismo que a la policía. Fue en realidad esa persona la que dio la voz de alarma el 20 de febrero de 2017. La Dirección Territorial, al ser conocedora abrió un expediente. La policía informó el 22 de junio a Fiscalía y se abrió un procedimiento judicial.
El problema de este informe, tal y como explicaron fuentes de la propia Fiscalía, fue que llegó sin el número de Diligencias Penales del juzgado, por lo que el fiscal de menores que lo recibió no podía saber que estaba judicializado. Este nuevo dossier es en el que sí se hacía referencia al informe del centro Espill. Un informe que pese a ser solicitado por la Fiscalía de Menores, nunca se envió desde la Dirección Territorial.
El informe, cuyas conclusiones publicó Valencia Plaza en exclusiva -del que solo se incluirán las conclusiones pues la supuesta víctima era y es menor de edad-, asevera que tras la exploración y tres entrevistas con la denunciante, la menor "es poco creíble" y que los motivos expuestos por ella "son un dato de sumo interés" en la valoración de los presuntos abusos, considerándose en este caso que "podría tener una motivación espuria" porque "la adolescente tiene motivos para realizar una acusación falsa".
El documento, realizado por una psicóloga del Instituto Espill, especializado en psicología y sexología, también dice que "no se aprecia realismo" o que "no existe coherencia en la narración", además de que la resistencia a dar la información sobre lo sucedido no se deriva de las dificultades propias que tienen las víctimas de los abusos sexuales. Es más, apostilla el informe que no describe las secuencias y sentimientos de forma "coherente".
En el informe que llegó a Fiscalía, no solo se menciona el del centro Espill, también se incluyen las testificales del sicólogo del centro, la sicóloga de la Dirección Territorial y de la persona del comité antisida a la que la menor le refirió los abusos en primer lugar.
En las conclusiones del dossier se dice que el sicólogo del centro, que no declaró ni en instrucción ni en el juicio, dijo que "le llamó especialmente la atención la incongruencia entre lo que relata -la menor- y la comunicación no verbal. Concluyendo no poder afirmar que las manifestaciones de la menor sean creíbles".
La sicóloga, que declaró en el juicio y que fue la única que según dijo no le preguntó directamente por los abusos por protocolo, expuso en su informe que: "no se ha apreciado ningún indicio, palabra o frase a partir de la cual pudiéramos investigar la posibilidad de la existencia de una experiencia en la que ella se sintió abusada sexualmente".
Según la instructora, del conjunto de las declaraciones practicadas, "se advierte contradicción en su relato de los hechos", al tratarse de una menor, este periódico ha decidió no contar esas contradicciones pues afectan a la intimidad de la víctima.
Pero más allá de las contradicciones, sí que hay algo que es especialmente llamativo. Durante el juicio, la policía dijo que se habían enterado de los presuntos abusos durante el traslado de la menor al centro. Dijeron que no quería bajar del coche y que, al preguntarle, les dijo lo que pasaba. Sin embargo, en el informe de la Dirección Territorial se dice que fue el novio de la joven la que le dijo que les contara a los agentes lo que le estaba pasando, hecho declarado por la propia chica.
Por el momento, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial no ha dado acceso a la defensa a ninguno de los dos informes de descarga que existen. Así, sin estos documentos, deberán interponer el recurso ante el Tribunal Superior de Justicia sin tener copia de los mismos. Las fuentes jurídicas consultadas por Valencia Plaza dan dos opciones. La primera, que el TSJCV pida y valore los informes. La segunda, que no lo haga por ser cosa juzgada, y ratifique la sentencia y sea de cara al Tribunal Supremo que se pueda solicitar, una vez sea firme la sentencia, un juicio de revisión por aparición de nuevas pruebas. No será hasta 2020 que se sabrá, finalmente, la decisión del alto tribunal valenciano.
Tras revocar la Audiencia Provincial el sobreseimiento del caso, Instrucción 15 retoma la investigación para dilucidar si la conselleria de Igualdad cumplió su cometido de velar por la menor de la que abusó el exmarido de Oltra
Ordena a Instrucción 15 que retome las investigaciones para saber si cometieron hasta seis delitos, incluida la omisión de auxilio, abandono de una menor necesitada o encubrimiento