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el proyecto surgió a raíz del confinamiento

Voluta Coop: la idea innovadora de dos jóvenes de Castellón para volver a tener gallinas en casa

10/12/2020 - 

CASTELLÓ. “La tecnología ayuda, pero ni se come ni se respira”. Ésta es la máxima que ha impulsado a dos jóvenes de Castellón a crear la primera cooperativa del mundo que desarrolla gallineros innovadores con el objetivo de conectar el mundo rural y natural con el mundo urbano. El proyecto, que nació durante el confinamiento, responde a la inquietud de sus creadores por aportar soluciones alternativas y viables para favorecer un modelo de consumo consciente, responsable y de triple impacto: financiero, medioambiental y social. 

“El confinamiento nos ha hecho pensar mucho en qué queremos hacer, pero también en cómo queremos hacerlo”, sentencian. Ingenieros de profesión y vinculados a empresas del mundo tecnológico, Javi y Áxel pertenecen a una generación consciente de que tendrá que enfrentarse a lo peor de la crisis climática y ambiental. El estallido de la pandemia les hizo replantearse su situación profesional y decidieron dejar sus respectivas empresas: “Sentíamos que lo que hacíamos no contribuía a solucionar los problemas que nos preocupan. El propósito de las empresas business as usual en que trabajábamos no nos llenaba y estar encerrados en un piso durante el confinamiento agravó esa sensación”, explican.

Reflexionando sobre nuestro estilo de vida urbano, llegaron a la conclusión de que resulta difícil recuperar lo que estamos perdiendo porque la inercia del modelo de consumo ofrece muy pocas alternativas viables de mercado para consumir de forma responsable y consciente. En ese momento aunaron sus esfuerzos y conocimientos para crear un gallinero innovador que salva las distancias entre las gallinas y las personas con perfil urbano que no se habían planteado nunca su tenencia.


¿Y por qué tener gallinas?

Entre las muchas razones positivas de trasladar un símbolo tan peculiar del mundo rural, como son las gallinas, a los perfiles más urbanos, destaca la posibilidad de consumir sus huevos, una proteína vegetariana de calidad. Además, el hecho de criar a los animales en casa “permite saber en todo momento lo que estás comiendo”, defienden. De esta forma, se reduce además el desperdicio alimentario. En España cada familia tira un 5% de la comida que compra (1,3kg/hogar a la semana). Especialmente, frutas y verduras, que es precisamente lo que las gallinas más agradecen. Entre otras muchas ventajas, los jóvenes también reivindican que se trata de animales dóciles, curiosas y cariñosas; incluso amaestrables. 

Por otra parte, estos animales también son insecticidas y fertilizantes naturales ya que comen insectos y con sus heces se pueden abonar las plantas.
Por todas estas razones, el objetivo es posibilitar que los propietarios de un pequeño jardín o terreno, incluso en una segunda residencia, puedan tener gallinas sin dedicarles esfuerzo ni tener conocimientos previos. “Queremos volver a tener gallinas como nuestros abuelos”, evidencian.


Para conseguirlo, sus creadores han diseñado productos y servicios que, en conjunto han acuñado como Rurban, y que se pueden vender por separado o en conjunto:

HenLoft, un gallinero de fácil instalación, sin herramientas, ergonómico, modular, transportable, accesible para personas en silla de ruedas y niños a partir de 5 años y que se fabrica con materiales desechados.


HenKIoT, la tecnología de "Internet de las Cosas" que se instala en cualquier gallinero y que facilita, a través de una app, la tenencia de gallinas, dedicándole el mínimo esfuerzo y permitiendo compartir la experiencia con vecinos, amigos, clientes y familiares.


IndiHen, una suscripción de servicios veterinarios para asesorar al cliente, asegurar el bienestar animal de las gallinas y garantizar la seguridad alimentaria del autoabastecimiento de huevos.


Denuncian que están "hartos" del concepto de sostenibilidad que abanderan la mayoría de las corporaciones: “Hemos aborrecido el concepto de sostenibilidad (sos-tener = sujetar desde abajo), nosotros defendemos la recuperabilidad: la capacidad de recuperar derechos, ecosistemas, saberes, bienestar, salud, estilos de vida, espacios comunes, confianza, biodiversidad, conciencia de nuestra eco-dependencia, etc.”


Respecto a los animales, con la compra del pack en el crowdfunding que han puesto en marcha, intermedian con un criador que pueda proveer al cliente de gallinas autóctonas (recomiendan solo hembras, los gallos son ruidosos). Han entrado en contacto con criadores de este tipo de gallinas, algunas de ellas en peligro de extinción, para ayudar a conservar las razas y mantener la biodiversidad de las gallinas a nivel nacional: “Lo primero y más importante es que nosotros no mutilamos su pico ni las hacinamos, conservando su bienestar” dicen. “Nosotros huimos de las razas industriales porque, aunque son más productivas, a causa de modificaciones genéticas que han empeorado su salud, son menos resistentes y se adaptan peor al medio, por lo que necesitan muchos más cuidados veterinarios y medicamentos. Todo eso afecta a la calidad del huevo”.


El nacimiento de esta propuesta de economía social abre la puerta a volver a tener gallinas autóctonas en casa, a pesar del ritmo de vida actual, usando la tecnología para transformar el modelo de consumo y acercarnos al mundo rural. 

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