BRUSELAS. ”Me sentí sola”. En tres palabras, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, describió el sentido de impotencia que le embargó cuando la dejaron sin silla en la reunión de Ankara con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el presidente del consejo Europeo, Charles Michel, quien no dudó en arrogarse el único asiento junto al anfitrión. Así expresó sus emociones quien, desde que ocupó el cargo de presidenta del gobierno de la Unión Europea (UE), ha destacado por su mesura y discreción.
Esta confesión, que se relató en la reunión de la Conferencia de Presidentes del Parlamento Europeo, marca un punto y seguido en el caso del “sofagate”. Durante más de tres horas, Ursula von der Leyen y Charles Michel desgranaron ante la Conferencia de Presidentes del Parlamento Europeo sus sentimientos y emociones ante una situación que nunca debió producirse y que fue propiciada por el presidente de Turquía durante la visita a Ankara de ambos líderes europeos la pasada semana.
Charles Michel, presidente del Consejo, y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión, intercambiaron sus puntos de vista, totalmente divergentes. El presidente del Consejo se explayó al presentar sus disculpas, con semblante sonriente y de forma totalmente irreverente como si estuviera contando un chiste. Sus palabras fuera que lamentaba “profundamente la situación que la presidenta se encontró en Ankara”, y se disculpó con ella y “con toda mujer que se sintiera ofendida”.
Michel prometió que “en el futuro, esta situación se evitará”, ya que su servicio de protocolo comprobará “todos los detalles con mucha antelación”, en estrecha cooperación con los servicios de protocolo de la Comisión. Esta promesa puede tener una corta vigencia en el tiempo, ya que el presidente del Consejo debe revalidar su cargo en unos meses, cosa harto improbable dado este grave incidente y otros desencuentros recientes.
Pese a todas las críticas recibidas, Charles Michel hizo hincapié en que “la unidad entre las instituciones de la UE” era fundamental y lamentó que su imagen se hubiera resentido. En cuanto a las relaciones UE-Turquía y las discusiones mantenidas con el presidente Erdogan, destacó sus logros como presidente del Consejo y se refirió al contenido de la reunión encantó a unión aduanera, migración, lucha contra el terrorismo, cambio climático, Libia, Grecia, disputas marítimas, Estado de derecho, el Convenio de Estambul de protección de las mujeres y la libertad de prensa.
Cabe decir que todos estos temas, excepto Libia, que es acción exterior, son de competencia de la Comisión, por lo que le correspondería a la presidenta Von der Leyen la prevalencia durante la reunión con Erdogan. Hay que señalar que Michel ha justificado su actitud en que ostenta la acción exterior y le corresponde la jefatura del Estado ante terceros países y que está por encima de Von der Leyen, como presidenta del gobierno, en referencia al artículo 15,6 del Tratado de la Unión Europea. No obstante, ambas instituciones tienen la misma relación jerárquica y, ante terceros, le corresponde a la presidenta de la comisión la representación exterior de la UE, como también refiere el Tratado en el artículo 17,1.
A ello se une el hecho de que las competencias de los asuntos tratados en la reunión, corresponden a la Comisión. sin olvidar que, en otras ocasiones, ambos mandatarios se han sentado al mismo nivel, como durante la reunión en Turquía entre Erdogan, Donald Tusk y Jean-Claude Juncker.
Michel destacó, pese a su actitud contraria en Ankara, que deben guiarse por los valores europeos, incluida la igualdad y el respeto individual, por la necesidad de incrementar la prosperidad económica y social de la UE y por la necesidad de incrementar la influencia de la UE hablar con una sola voz. También hizo hincapié en que “la UE debe considerar cómo colaborar con países que no comparten los mismos valores”, exculpándose de la desagradable situación que afrontó Von der Leyen en Ankara cuando la dejaron apartada y sin silla durante la reunión.
En este sentido, la presidenta de la Comisión defendió que los artículos 15 y 17 del Tratado de la UE establecían claramente que el Consejo y la Comisión estarían “en pie de igualdad” en lo que respecta a la representación exterior de la UE y que no había una jerarquía establecida, sino que cada presidente tiene diferentes aspectos que cubrir.
Otro punto destacable es la cuestión de género, ya que ambos mandatarios europeos recriminaron a Erdogan su retirada de Turquía de la Convención de Estambul, sobre la protección de las mujeres contra la violencia machista. Von der Leyen cuestionó fuertemente el Estado de Derecho en Turquía y trasladó la responsabilidad al próximo Consejo para responder a Turquía con firmeza.
Precisamente la escena del sofá, al que fue relegada Von der Leyen, fue una imagen vívida de la consideración de la mujer que tiene el presidente turco y que fue seguida servilmente por el presidente del Consejo, sin objetar nada públicamente.
“Como europea y como mujer, me sentí sola durante el incidente”, proclamó con semblante grave la presidenta Von der Leyen, en contraposición con la sempiterna sonrisa de Charles Michel. Y puso punto y aparte a su sentimiento personal para declara que, “en el futuro, la UE debería defender sus intereses europeos de forma más unida”.
Von der Leyen concluyó que era importante para las instituciones de la UE “implementar la agenda de igualdad dentro de sus diferentes servicios y contribuir concretamente a esta importante agenda europea”, desvelando que no se trabaja con perspectiva de género en todas las instituciones y escalas administrativas de la UE.
Por ello, aseguró que en el futuro el servicio de protocolo de la Comisión estará siempre implicado junto al servicio de protocolo del Consejo, para evitar que vuelva a ocurrir una situación similar. Michel reprochó esta ausencia durante la visita a Ankara, sin tener en cuenta la confianza ciega que le había mostrado Von der Leyen y las restricciones para viajar que se imponen durante la pandemia y que obligan a limitar el número de asistentes.
Tras el relato de ambos líderes sobre el incidente en Ankara, el presidente del Partido Popular Europeo (PPE) lamentó que la misión fuera un desastre diplomático. “El equilibrio de género es importante y los servicios de protocolo tendrían que trabajar juntos”, manifestó en una encendida defensa de la igualdad de género, algo que algunos diputados conservadores no defienden en sus países.
Por su parte, la líder del grupo socialista, S&D, Iratxe García, lo describió como un claro fracaso del protocolo y la diplomacia durante esa misión. Aceptó las disculpas presentadas por Michel y pidió que también se pronunciaran en el próximo pleno del Parlamento Europeo. “La agenda de la UE en materia de igualdad de género debería ocupar un lugar prioritario y seguir avanzando. Los políticos y los representantes de la UE deberían predicar con el ejemplo”, expresó García, quien “se sintió ofendida como mujer y como europea”.
El líder de RE lamentó la retirada turca del Convenio de Estambul, pidió más perspectivas sobre las intervenciones turcas en el Mediterráneo y vio la necesidad de un debate para fortalecer el papel de la UE. Mientras que desde ID se consideró el viaje a Ankara como un desastre diplomático y que la UE debería ser más dura con Turquía. Además, “lamentó que las normas culturales y musulmanas turcas se hayan impuesto a la UE” y que el incidente “muestre claramente que Turquía no es un país europeo”.
El Líder Verde consideró que la UE había sido humillada en Turquía y expresó su simpatía por la presidenta de la Comisión, subrayando que “la igualdad de género debería estar en el centro de la agenda, dentro y fuera de la UE”. El líder del ECR lamentó que la UE haya tenido una mala impresión en el escenario internacional y consideró que los Tratados de la UE aparentemente no eran tan claros en lo que respecta a la jerarquía entre las instituciones.
Desde GUE se puso el dedo en la llaga, al considerar que la situación se había creado deliberadamente para provocar este conflicto entre las instituciones de la UE y expresó su total solidaridad con la presidenta Von der Leyen.
El presidente de la delegación del Parlamento Europeo/Turquía también expresó su solidaridad con la presidenta y exigió que en la próxima cumbre del Consejo, en junio, la UE “debería enviar un mensaje contundente a Turquía, al menos sobre la retirada del Convenio de Estambul”