Ximo Puig pide aprovechar la reforma fiscal para que Madrid reparta su "plus de riqueza" 

VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha planteado la posibilidad de un impuesto específico para las rentas altas de la Comunidad de Madrid con el objetivo de "armonizar la fiscalidad en todos los territorios". Algo que consideraría una "buena opción" porque "tienen que pagar las personas con mayor rendimiento". El jefe del Consell ha incidido en que "es un muy buen momento" para introducir este asunto aprovechando la reforma fiscal anunciada por el Gobierno. La fórmula, en su opinión, sería introducir un mecanismo de compensación con el que Madrid "reparta con todos su plus de riqueza". Y aunque no va a "improvisar un impuesto" porque lo tienen que "analizar los expertos", ha señalado, sí ha especificado que se trataría de una "imposición específica para que esas rentas aporten un espacio de solidaridad".

Durante un desayuno informativo de Europa Press este miércoles, ha criticado el "'procés' invisible" y la "competencia desleal" que, a su juicio, ejerce esta región respecto a otros territorios porque, según ha dicho, "atrae bases imponibles de otros lugares". Así, se ha quejado de las rebajas fiscales de Madrid para las rentas altas "gracias a las ventajas de la capitalidad, que concentra actividades públicas y privadas y que permite hacer dumping fiscal". "Que España sea Madrid, que todo esté en Madrid, sé que es una verdad incómoda, pero hay que afrontarla", ha proclamado.

Por ello, ha criticado los datos de empleados públicos que acoge la Comunidad de Madrid, "siendo más funcionarios estatales que autónomos hay en 47 provincias"; los datos de gestión de contratos estatales, "casi el 60% de adjudicaciones se hacen desde empresas residenciadas en Madrid" y por último, "las rebajas fiscales".

Puig ha insistido en la necesidad de descentralización de organismos públicos de la capital de España para "salir del kilómetro cero en los mapas y en las mentes". Y una de sus propuestas más destacadas ha sido la de celebrar la Fiesta Nacional cada año en una ciudad distinta para mejorar la cohesión. "A lo mejor después de esto no me dejan entrar en el Bernabéu, aunque soy muy amigo del presidente", ha bromeado posteriormente sobre esta cuestión. 

Cataluña: "una década perdida"

En su discurso, ha enumerado los desafíos territoriales a los que se enfrenta España. El primero, Cataluña y el independentismo. En este punto, ha resumido el balance del proceso separatista como una "década perdida" porque considera que "todas las partes" han perdido "demasiado": "Cataluña ha pasado del impulso modernizador al de la parálisis institucional".

Por ello, ha calificado de "muy mala noticia" que el presidente catalán, Pere Aragonés, haya manifestado ya su rechazo a acudir a la Conferencia de Presidentes que se celebra la próxima semana en Salamanca y le ha invitado a "repensárselo".

Precisamente sobre esta reunión con los mandatarios autonómicos y el Gobierno central, Puig ha propuesto, "para profundizar en la federalización", que se institucionalice esta Conferencia de Presidentes con "al menos" una reunión semestral. También pide que se reglamenten las Conferencias Sectoriales y avanzar, "de una forma pragmática", en la reforma del Senado "para que se cumpla la actual Constitución cuando habla de Cámara territorial".

Elecciones autonómicas

En cuanto a la posibilidad de un adelanto de las elecciones autonómicas al igual que ocurrió en 2019, ha asegurado que su propósito es "agotar al máximo posible la legislatura" porque la prioridad es la reactivación de la economía y la gestión de los fondos europeos. 

En cuanto a la salida de José Luis Ábalos tanto del Gobierno como de sus cargos en el PSOE, ha comentado que ha hecho un buen papel en el Ministerio y que el presidente Pedro Sánchez tiene la obligación de conformar un Gobierno para un momento político determinado, "y es lo que ha hecho".