VALÈNCIA (EP). Los presidentes de Asturias y de la Comunitat Valenciana, Adrián Barbón y Ximo Puig, respectivamente, han asegurado este jueves que no comparten la afirmación de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, cuando dice que "prácticamente todos los niños se contagiarán del virus". "El riesgo cero no existe pero desde luego que trabajaremos para que los centros escolares sean muy seguros", han coincidido los jefes del ejecutivo asturiano y valenciano.
Las críticas más duras contra la presidenta de la comunidad madrileña han venido por parte de Adrián Barbón, que ha acusado a Ayuso de "generar miedo e incertidumbre" a las familias con unas declaraciones que han estado "fuera de lugar". "Quienes gobernamos tenemos que ofrecer certezas, y la que yo puedo dar es que siempre antepondré la salud a cualquier otra cosa", enfatiza el presidente de Asturias.
Por su parte, Ximo Puig ha dejado claro que no coincide con las declaraciones de Díaz Ayuso y considera que los políticos no son epidemiólogos y que se basan en lo que dicen los expertos. Además ha destacado que los niños pueden ser "nuestros aliados" a través de la educación, ya que a lo largo de estas semanas pueden llevar a las familias un conjunto de hábitos que beneficien a la sociedad.
En este sentido, los dos responsables autonómicos han defendido, en un encuentro digital organizado por el diario La Nueva España y patrocinado por el Banco Sabadell, la necesidad de que los escolares vuelvan a las aulas al considerar que las clases presenciales son fundamentales.
"Hasta la vacuna vamos a tener que cohabitar con la cocid-19 y nuestro objetivo es garantizar la mayor seguridad en los centros docentes", afirma Puig y añade que "la no presencialidad tiene elementos muy negativos y hay que buscar formulas para que haya la mayor normalidad posible. Los niños han perdido una parte importante de talento no podemos permitir que ésta generación salga de ninguna manera lastrada por la pandemia".
En este sentido, Barbón ha trasladado a todas las familias que su Gobierno va a poner todo lo que esté en sus manos "para garantizar la vuelta a las aulas con la máxima garantía" aunque ha reconocido que vivimos un tiempo sin certezas y que "se podrían haber explicado mejor las medidas a las familias y a los docentes".
En este sentido ha recalcado que el Principado reforzará la plantilla con 1.000 docentes más, y ha recordado que en Asturias se ha retrasado el comienzo de las clases para ver la evolución de la pandemia.
Ambos dirigentes coinciden en que con los datos actuales de la evolución de la pandemia por el momento se descarta que el Gobierno vuelva a instaurar un mando único para decretar un nuevos estado de alarma. Sostienen en que ahora sabemos más del virus, estamos mejor preparados y por ello el número de pacientes ingresados en planta y en UCI es muy inferior a los datos que había en marzo y en abril.
Para Ximo Puig se abre una etapa de cogobernanza entre instituciones para luchar contra la pandemia y habla de una mejora en la "arquitectura normativa" para realizar esas "operaciones quirúrgicas" en cada territorio afectado y que las CCAA tengan capacidad para restringir algunos derechos fundamentales en el caso de que sea necesario.
Por su parte, Barbón, que comulga con lo dicho por Puig, asegura que el confinamiento ha tenido resultados positivos y ha dejado claro que no había plan B. "Ahora los gobierno autonómicos tenemos la posibilidad de aplicar nuestras competencias y así lo haremos". En este sentido, ha respondido a las críticas de algunos asturianos por las medidas que adoptado el ejecutivo regional, diciendo que Asturias "tiene buenos datos por adoptar medidas drásticas".
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