Foto: M. Dylan / Europa PressVALÈNCIA. Concluíamos este domingo la Convención política del PSOE coincidiendo con el Día Mundial del Abrazo.
Todos conocemos de los efectos positivos de los abrazos, de los buenos abrazos, porque segregamos oxitocina, esa hormona que nos proporciona una sensación de placer. Porque además liberamos serotonina y dopamina, las que nos regulan el buen humor, lo que nos genera una agradable sensación de armonía y plenitud.
También sabemos que hay muchas formas distintas de abrazar, cada una de ellas con un fin diferente y a lo largo de este espacio entenderán a qué me refiero.
Y es casi inevitable recordar a Eduardo Galeano en El Libro de los Abrazos, esa colección de textos breves, donde “abraza a los demás” de forma muy íntima y humana. Donde a través de historias verdaderas y vividas por él y su entorno habla de vínculos con los demás y nexos que su memoria ha conservado, vínculos de amor y solidaridad.
La Convención Política del PSOE en A Coruña ha recogido el espíritu del escritor uruguayo, concentrando a más de 1.200 socialistas para “abrazarse y abrazar a los demás”, a través del impulso de propuestas políticas para tratar de lo que verdaderamente le importa a la gente: el empleo, la prosperidad y el avance en derechos.
Y es que a pesar de los augurios de destrucción con los que la derecha extrema y la ultraderecha al cuadrado, intenta pintar este país, la realidad es bien distinta. Y así lo explicaba el Presidente Zapatero en su intervención del pasado viernes, cuando decía que España está en uno de sus mejores momentos, y reivindicaba la mejor España, donde con toda razón, recogía motivos tan esenciales como la ausencia de violencia, el mejor momento económico del país porque nunca hubo antes tanta gente trabajando, o con tantos derechos individuales.
Este parece ser el empeño en el que va a continuar trabajando el PSOE con Pedro Sánchez a la cabeza, a pesar de no disponer ni de 100 días de cortesía.
Porque a pesar de las dificultades, la realidad es que en 60 días, el ejecutivo continua abrazando todas aquellas cuestiones que hacen avanzar a un país hacia la justicia social, porque más allá de cuan ajustado sean los resultados de las votaciones, lo importante es el resultado.
Y de todas ellas, resaltaría dos cuestiones, que son fundamentales para el 90% de los hogares españoles, para esa mayoría social que vive de las rentas del trabajo, como son la revalorización de las pensiones y el incremento del SMI.
Unas mejoras que suponen para una mayoría de familias, las que mayores dificultades tienen, poder hacer frente al incremento en el gasto de la hipoteca, del alquiler o la cesta de la compra.
Porque por ejemplo, a las personas que cobran el SMI, que son mayoritariamente mujeres y jóvenes, les supone un incremento desde 2018 del 54% de su salario, que se traduce en 5.500 euros más al año.
Y es que yo me pregunto, ¿quién puede estar en contra de que una trabajadora que dedica 40 horas de su jornada al trabajo, tenga un salario menor a 1.134 euros al mes?
Y, ¿quién puede estar en contra de que una persona que ha trabajado a lo largo de toda su vida, tengo una pensión de menos de 743 euros al mes?
Porque, ¿cuántos de los que están en contra de estas medidas viven con menos de mil euros al mes?
La respuesta es clara, contundente y coincidente. Un Partido Popular cada vez más lejos del centro y más cerca de VOX. Que demuestra con estas acciones que su prioridad es atacar al gobierno de Pedro Sánchez y no el beneficio de la mayoría de los españoles y las españolas.
Porque es tan sencillo, tan fácil como que si verdaderamente les importara el bienestar de los trabajadores y de los pensionistas no se opondrían y votarían a favor de la revalorización de las pensiones y el incremento del SMI, cosa que no hicieron.
Y mientras se oponen al progreso, se dedican a mentir, a practicar la soberbia y a dejar de gobernar en aquellos lugares donde tienen la responsabilidad de hacerlo, como hemos visto estas últimas semanas en Galicia con la gestión de los pellets, con un modelo de gestión del que parecen estar muy orgullosos, con intención de exportarlo y del que el gobierno en la Comunitat Valenciana está dispuesto a copiar.
La diferencia júzguenla ustedes, mientras el PSOE se concentra para abrazar a los que más lo necesitan, para abrazar el progreso de los españoles y españolas, el PP les propone el abrazo del oso, así que tengan mucho cuidado porque ya sabemos que además de ser un gesto falso, sin sentido, ni sentimiento, siempre esconde una trampa.
