CASTELLÓ (EP). La plataforma Oriwa, que surgió a raíz del incendio de Bejís de 2022 que se saldó con más de 18.000 hectáreas quemadas tras arder durante más de 20 días, denuncia que "dos años después, los municipios de la cabecera del Palancia siguen sin inversiones tanto para reactivar la economía como para intervenir en el entorno forestal". En un comunicado, lamenta las consecuencias del incendio para la economía de los cinco municipios que forman esta asociación para la recuperación socio-ambiental: Bejís, El Toro, Teresa, Torás y Sacañet".
En primer lugar, la entidad señala que el paisaje quemado disuade a los visitantes, que representaban una gran fuente de ingresos en las poblaciones de la zona, algo que "amenaza los escasos servicios existentes". "Si no se actúa de inmediato, la despoblación puede verse agravada a corto plazo", advierte.
A esto añade el efecto del incendio en los escasos cultivos que pervivieron, que "provocó durante el primer año una desastrosa cosecha de olivas que en este último ejercicio se ha agravado por la sequía y la prohibición de riego por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), dado el descenso de caudal del río Palancia".
"Tras 24 meses, los particulares han podido sustituir los cultivos perdidos gracias a las ayudas públicas percibidas, pero la sequía impide regar los plantones y deja sin efecto el esfuerzo económico realizado tanto por parte de las administraciones como de los agricultores", expone.
Respecto al estado de la masa forestal, tras la "rápida" intervención del Ministerio para evitar peligros por caídas de árboles en las carreteras y las vías, la entidad explica que se está procediendo a talar y retirar los árboles quemados en algunas zonas reducidas y puntuales de fácil acceso. "Pero queda mucha extensión por intervenir -remarca-. La situación generalizada ofrece una fotografía desoladora con los pinos quemados en pie y muchos rotos. Desde hace unos meses, están comenzando a caer de manera peligrosa tanto para las personas como para el medio".
Por todo ello, la asociación vuelve a solicitar, "con más fuerza que nunca", la intervención urgente de la administración con una política clara y contundente en el aspecto forestal que demuestre "un interés real por recuperar nuestros bosques de manera ordenada".
"La experiencia de las plantaciones de pinos registradas en las décadas de los 50-60 nos debe llevar a un cambio de modelo con montes vivos de especies autóctonas que permita abordar, conjuntamente, la transformación con actividades que puedan mantener el bosque y la población. Todas estas actuaciones necesitan de un apoyo humano y económico de la administración que, desgraciadamente, nos vemos en la circunstancia de volver a reclamar", concluye.
Para este jueves 15, Oriwa ha convocado un acto recordatorio de la catástrofe en el lugar donde comenzó: Arteas de Arriba, una de las atractivas aldeas que "históricamente viene padeciendo una total falta de infraestructuras de comunicación incluso en casos de emergencia, lo que significa un agravio comparativo con otras zonas injustificable".
En esta aldea se realizará un encuentro de las cinco poblaciones, junto al cuadro cerámico de homenaje a los bomberos instalado por los vecinos, con la intención que "no se olvide ni la tragedia vivida ni el trabajo que todavía queda por hacer".
El incendio de Bejís se dio por extinguido a mediados de septiembre de 2022, casi un mes después de declararse el 15 de agosto y después de calcinar alrededor de 20.000 hectáreas de superficie forestal de varios términos municipales de Castellón. Las llamas obligaron a evacuar a 1.500 vecinos y a confinar poblaciones.