VALÈNCIA (EP). España asumirá dentro de seis meses por quinta vez la Presidencia de turno de la Unión Europea y lo hará con la voluntad de que esta sea "la de la unidad europea" dado el complejo contexto actual provocado por la invasión rusa de Ucrania que ha devuelto la guerra a las puertas de Europa, ha explicado el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares.
"Lo que el Gobierno de España quiere es que esta sea la presidencia de la unidad europea", ha indicado el ministro en una entrevista con Europa Press. "No se puede avanzar sin unidad", ha defendido, al tiempo que ha incidido en que en este contexto tan complejo y tan convulso "la única garantía" de que se superará esta crisis es estar unidos como ocurrió durante la pandemia.
Albares no cree que la continuación del conflicto vaya a erosionar la unidad mostrada por los Veintisiete. "Hasta ahora nos hemos mantenido unidos tomando decisiones complejas, incluso impensables unos pocos días antes", ha puesto en valor, remarcando que además todos los Estados miembro son conscientes, también el Gobierno español, de que "la mejor herramienta" para hacer frente a la guerra y a sus consecuencias "es mantenernos unidos en torno a los valores europeos".
Dicho esto, Albares ha dejado claro también que llegado el momento, a partir del 1 de julio, "el Gobierno de España no va a escatimar esfuerzos para mantener esa unidad", al tiempo que ha descartado que el hecho de que España celebre elecciones generales durante su semestre al frente de la UE o el clima de crispación política que se vive en los últimos tiempos pueda afectar.
"Nuestros socios conocen perfectamente el talante europeísta del Gobierno de España", ha esgrimido Albares, incidiendo en que las elecciones "serán al final prácticamente" -se especula que sean el 10 de diciembre- y que no es algo inusual. "Francia las tuvo en medio y no se resintió la calidad del trabajo que llevaron a cabo" durante su Presidencia en el primer semestre de 2022, ha destacado.
Así las cosas, el ministro ha mostrado su malestar con la postura del PP. "Lo que sí sorprende", ha dicho, es que "en este momento tan difícil, tan complejo y tan convulso, el Gobierno de España consigue la unidad con todos sus socios europeos en Bruselas, la UE con sus aliados en el mundo y muy especialmente con sus aliados transatlánticos, y sin embargo el principal partido de la oposición no quiere sumarse a ese consenso europeo".
Tanto el ministro como el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, han venido adelantando en los últimos meses que España quiere impulsar durante su semestre las relaciones con América Latina así como los países de la ribera sur del Mediterráneo.
En este sentido, está previsto que en julio tenga lugar en Bruselas una cumbre de líderes de la UE y la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC), la primera de este tipo desde 2015.
Para Albares, "la UE lleva demasiados años de espaldas a América Latina". "Esto es especialmente grave en el contexto actual", ha defendido, puesto que la UE necesita "más que nunca encontrar socios y aliados en el mundo para que prevalezca la carta de Naciones Unidas, el multilateralismo, la defensa de los Derechos Humanos".
Así las cosas, ha confiado en que la cumbre sirva para retomar "el diálogo político al más alto nivel". En cuanto a los asistentes a la cita, Albares ha explicado que tiene que ser la CELAC la que decida quiénes participan, evitando así aclarar si podrían acudir el presidente venezolano, Nicolás Maduro, o el nicaragüense, Daniel Ortega, cuya reelección en 2018 y 2021 respectivamente la UE no ha reconocido.
Por lo que se refiere a la que sería la primera cumbre con la Vecindad Sur -Argelia, Egipto, Israel, Jordania, Líbano, Libia, Marruecos, Palestina y Túnez-, ha asegurado que el Gobierno tiene el respaldo tanto de los socios europeos como de los vecinos del sur para que esta pueda celebrarse y "elevar el nivel" de la relación con estos países.
Tampoco en este caso ha querido vaticinar si Marruecos y Argelia, que no mantienen relaciones bilaterales y tienen una rivalidad histórica, acudirían a la cita. "No puedo hablar en nombre de gobiernos distintos de España", ha respondido, aunque ha dejado claro que "ambos son socios fundamentales para Europa y así lo percibe y lo impulsa España y ambos estarán invitados".
"Todo lo que ocurre en nuestra vecindad sur tiene de manera prácticamente inmediata un impacto en Europa y viceversa", ha sostenido, argumentando también que muchos de los desafíos "más acuciantes" como la "inseguridad alimentaria, la canalización de los flujos migratorios irregulares, paz y estabilidad o el desarrollo económico" solo pueden afrontarse "conjuntamente".
Por lo que se refiere a la relación con América Latina, Albares ha incidido en que en la región se está produciendo "un cambio de liderazgo muy importante" con nuevos líderes en países como Chile o Brasil que "tienen una agenda totalmente compatible con la agenda del Gobierno español y también con la agenda europea".
Respecto a Venezuela, ha reiterado el apoyo del Gobierno al diálogo que han retomado recientemente el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición en México, y ha defendido la decisión de elevar al rango de embajador la representación en Caracas. España contaba con un encargado de negocios desde noviembre de 2021 tras la salida de Jesús Silva.
"Nosotros apoyamos el diálogo entre venezolanos porque creemos que la solución para Venezuela solo puede venir por cauces pacíficos, democráticos y a través del diálogo entre venezolanos", ha sostenido, recordando que él mismo se ha reunido con representantes de ambas partes, incluidos sus jefes negociadores el pasado noviembre en París.
Según el ministro, España "necesita estar con una figura diplomática de primer nivel como es un embajador en un país en el que además hay 160.000 españoles e intereses españoles de todo tipo que tienen que ser defendidos".
En este sentido, ha recordado que Francia siempre mantuvo embajador en Caracas y que Portugal también designó al suyo hace unos meses. Por todo ello, contar con un embajador sirve para "tener más presencia diplomática de apoyo al diálogo entre oposición y Gobierno y también para defender los intereses de España".
Albares ha refutado que dar este paso suponga un reconocimiento a Maduro, cuya reelección en las elecciones de 2018 no han reconocido ni España ni la UE. "Esto lo que supone es un apoyo al diálogo entre venezolanos que está en marcha entre Gobierno y oposición" y también "poder ser lo más útil a todos los venezolanos".
Por otra parte, el ministro ha ratificado la voluntad del Gobierno de ejercer como país acompañante en el proceso de paz iniciado entre el Ejecutivo de Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
En este sentido, ha asegurado que "cualquier cosa que sea útil para el Gobierno de Colombia en este camino hacia la paz España está dispuesta a hacerla", también acoger una ronda de conversaciones. "No somos nosotros los que lo tenemos que decir, nosotros estamos a disposición del Gobierno y de la paz en Colombia", ha rematado, incidiendo en que es Bogotá "quien marca la agenda".