VALÈNCIA. Aldaia se encuentra en el epicentro de un acalorado debate que enfrenta dos visiones opuestas sobre el desarrollo territorial y la preservación del medioambiente. La aprobación del Plan de Ordenación Pormenorizada del Parque Comarcal de Innovación 'Pont dels Cavalls', un proyecto que busca transformar más de un millón de metros cuadrados en un área empresarial clave para la comarca de l'Horta Sud, ha despertado las críticas de la asociación Acció Ecologista-Agró, que califica la iniciativa de "irresponsable" por desarrollarse en una zona con riesgo de inundaciones y aún marcada por los daños de la Dana del pasado 29 de octubre.
De hecho, mientras las heridas de esta tormenta todavía no han cicatrizado en Aldaia, las voces críticas y defensivas sobre el nuevo plan urbanístico, aprobado el pasado 15 de noviembre, han alcanzado su punto álgido. ¿Es este Parque Comarcal de Innovación la llave hacia un futuro más próspero para el municipio o un error que podría agravar la ya de por sí delicada situación ambiental de la comarca? Desde el Ayuntamiento de Aldaia, las fuentes consultadas por Valencia Plaza defienden que este proyecto resulta "imprescindible" para garantizar el desarrollo económico del área metropolitana de la ciudad de València. Según explican, el parque industrial permitirá atraer a empresas de alto valor añadido, con la cooperativa Consum como buque insignia del proyecto.
La empresa trasladará su base logística desde Murcia hasta Aldaia, consolidando así su relación histórica con la comarca y generando un impacto económico positivo que trascenderá al municipio. "Esto no solo beneficiará a Consum, sino también a una red de empresas que podrán trabajar para la cooperativa, con lo que se reactivará la economía local y creará empleos de calidad", recalcan desde el consistorio. También destacan que el área seleccionada es la única del municipio que, según la cartografía oficial habilitada por la Generalitat Valenciana, no se inundó durante la Dana, lo que la convierte en una "opción segura" para su desarrollo urbanístico.
Además, el proyecto incorpora medidas técnicas para mitigar el impacto ambiental sobre el territorio, como sistemas de drenaje sostenible, zonas verdes de filtración y una balsa de laminación para retener agua en episodios de lluvias intensas. "Los organismos ambientales avalaron estas medidas y, si fueran necesarias nuevas adaptaciones, estamos dispuestos a implementarlas", añaden fuentes municipales. Con todo ello, desde el Ayuntamiento de Aldaia señalan que las denuncias de la entidad ecologista se alejan de los criterios técnicos y, en su lugar, atienden a motivaciones ideológicas: "Nos acusan de construir en una zona inundable, pero los datos oficiales dicen lo contrario".
Para Andrea Márquez, portavoz de Acció Ecologista-Agró, el nuevo plan urbanístico del ayuntamiento no solo es "innecesario", sino "peligroso" para el equilibrio ambiental de Aldaia y sus alrededores. En declaraciones a este diario, Márquez cuestiona que los mapas utilizados por el consistorio reflejen fielmente la realidad del terreno y, en ese sentido, afirma que ciertas áreas incluidas dentro del proyecto sí se inundaron, "especialmente en el sur y próximas al Barranco de la Saleta".
La portavoz también pone el foco en la impermeabilización del suelo, uno de los principales riesgos que, según la entidad, conlleva la urbanización. "Al construir en una zona natural que ha actuado como esponja durante episodios de lluvias torrenciales, no solo se eliminan estas barreras naturales, sino que el agua será redirigida hacia el casco urbano, agravando las inundaciones", advierte Márquez. Desde Acció Ecologista-Agró, insisten en que el modelo urbanístico actual está obsoleto y debe revisarse a la luz de la emergencia climática.
"Necesitamos desurbanizar y renaturalizar la comarca. No es solo una cuestión ideológica, sino científica: estas áreas actúan como defensa natural ante fenómenos meteorológicos extremos y perderlas sería un error irreversible", defiende la portavoz. Además, la entidad critica con dureza las prioridades del Ayuntamiento de Aldaia tras la Dana. "El municipio todavía está cubierto de barro. ¿Cómo es posible que la administración se preocupe más por aprobar este plan que por atender las necesidades inmediatas de los vecinos?", cuestiona Márquez.
La discusión también ha reavivado el prolongado estancamiento del proyecto para desviar el Barranco de la Saleta, una infraestructura clave para reducir el riesgo de inundaciones tanto en Aldaia como en localidades vecinas. Fuentes municipales lamentan que esta obra, pendiente de un informe medioambiental favorable por parte de la Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio, "lleva décadas bloqueada", por lo que complica cualquier estrategia de mitigación climática a largo plazo.
"El parque empresarial es compatible con el desvío del barranco y otras medidas de resiliencia para el municipio. Lo que no es viable es dejar la zona en abandono, renunciando al crecimiento económico y condenando a Aldaia a la inacción", sostienen desde el ayuntamiento. Por su parte, Acció Ecologista-Agró sostiene que el desvío de la Saleta debería ser la prioridad absoluta y considera que cualquier urbanización en la zona entorpece estas soluciones. "No podemos seguir adelante con proyectos que intensifican los problemas existentes. Es el momento de replantear cómo queremos habitar y proteger nuestro territorio", concluye Márquez.
El futuro del Parque Comarcal de Innovación de Aldaia se perfila como un punto de inflexión para la comarca. Mientras el ayuntamiento y las empresas que respaldan el proyecto lo ven como una oportunidad irrenunciable para la prosperidad económica, los ecologistas alertan de sus riesgos irreversibles para el medioambiente y el bienestar de las comunidades. El tiempo, y quizá una mayor voluntad de consenso, decidirán si Aldaia se convierte en un referente de innovación empresarial o en un ejemplo de las consecuencias de ignorar las voces que defienden un modelo más sostenible.