VALÈNCIA. El contexto que envuelve a la economía global en este momento, las tendencias en los mercados y patrones de consumo, los grandes desafíos pendientes aún de resolución o el uso de nuevas tecnologías, pueden servir de brújula que oriente a los emprendedores en la ruta a elegir.
Sin olvidar la frase tan repetida en redes de que ningún marinero consulta un libro para hacer frente a un océano encrespado, estas son algunas pistas para ideas de negocio con apariencia certera que podrían funcionar en 2023.
Lo primero es que seguiremos hablando de la transformación digital y de la transición a la sostenibilidad. Ninguno de estos objetivos es nuevo, pero como se trata de un imperativo global que atañe a todas las industrias, culminar su satisfacción exige un largo periodo de tiempo.
Las oportunidades de negocio en materia de transformación digital podrían venir por soluciones de apoyo a las empresas y sectores más atrasados en incorporar tecnologías capaces de aliviar las cargas de trabajo rutinario que se siguen haciendo de forma natural. Un ejemplo lo encontramos en los despachos profesionales, gestorías o consultoras, en general negocios pequeños donde el excel continua siendo herramienta principal para resolver los problemas de sus clientes: en su mayoría pymes y, en el 70% de los casos, sin disponer si quiera de página web.
Según Álvaro García Fernández, CMO, director de marketing de Anfix, software de contabilidad y facturación, la inmensa mayoría de las pymes españolas y la tecnología siguen hablando distinto idioma. Valga como prueba el dato apuntado por García Fernández según el cual, más del 82% de nuestras pymes -el 99% del tejido empresarial y el 62% del PIB español- siguen sin digitalizarse. O sea, que trabajo por hacer, hay. Si no, que pregunten a Factorial, convertida en el último unicornio nacional con su plataforma de Recursos Humanos (RRHH).
También en la transición a la sostenibilidad estamos todavía dando los primeros pasos. A pesar de estar en boca de todos y ver en ello un elemento clave para su estrategia empresarial, lo cierto es que son muchas menos que más las pymes que han implementado alguna medida concreta en esta dirección, menos aún si hay que destinar recursos para ello.
En este sentido, el ‘Barómetro ODS 2022: Alineamiento de las empresas españolas con los ODS’ impulsado por Esade, en colaboración con SEIDOR y United VARs, pone de manifiesto que sólo un 34% de las compañías nacionales coordina su estrategia empresarial con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles. Según el barómetro, las empresas que han empezado a trabaja en esta línea lo han hecho por ahorrar costes y mejorar su reputación.
Si muchos dicen querer, pero no poder, parece clara la puerta que se abre a aquellas soluciones que pongan fácil el salto a la sostenibilidad más allá de vender ordenadores neutros en carbono. The Good Goal, con su herramienta gamificada para cambiar hábitos, la valenciana Climate Trade, con su marketplace climático, Notpla, con sus envases comestibles, o un simple supermercado a granel, como el de Gran Granel, son claros ejemplos de lo que hablamos.
Al margen de objetivos planetarios, el contexto actual plantea una serie de desafíos, igual más terrenales, pero que requieren de soluciones inmediatas porque sus dolores aquejan ya a muchos. Nos referimos los problemas de la cadena de suministro, al encarecimiento de las materias primas, a la inflación, al conflicto geoestratégico que atraviesa Europa…y todos aquellos factores que han propiciado a la aparición del entorno VUCA (Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo, por la siglas en inglés).
Este es el escenario actual en el que se mueven -no se sabe hasta cuándo- no solo las organizaciones, sino también la población en general y que vuelven a poner en primera línea ‘dolores’ que teníamos olvidados. Así que, igual en este momento, la oportunidad de negocio no se halle tanto en anticiparse al mercado, sino en trabajar en el presente y hacerlo cuanto antes.
En este sentido ¿qué tipo de ideas de negocio pueden funcionar? Pues, por ejemplo, las de Trioteca o Colibid que hacen frente a la subida del euríbor ayudando a los usuarios a contratar la mejor hipoteca. También las soluciones que apuntan al ahorro del consumo energético, como las comunidades de generación distribuida, resultan propuesta muy atractivas en momentos de crisis.
Asimismo, según el Banco de España, la economía nacional podría perder hasta nueve décimas de PIB por la crisis de suministros. Para combatir dicho mal han aparecido startups como Triditive, una plataforma basada en la nube para producir piezas bajo demanda a cualquier escala mediante fabricación aditiva. La startup fue seleccionada por el Bank of America como una de las 7 empresas capaces de crear tecnología para el cambio.
También aquellas propuestas que incorporen medidas de protección en las cadenas de suministro para hacer frente a la escasez y al aumento de los costes logísticos suenan prometedoras. Sirva Flexport como ejemplo, una startup estadounidense que ya ha alcanzado una valoración de 8.000 millones de dólares y donde han desarrollado un software de gestión que automatiza la cadena de suministro de sus clientes.
La tecnología es otro parámetro que tienen en cuenta consultoras como Gartner para anticipar las tendencias de negocios que tienen más probabilidades de éxito de cara a los próximos años. Valor inalámbrico, plataformas industriales en la nube, observabilidad aplicada, el valor inalámbrico o las superaplicaciones son algunas de las diez tendencias que se apuntan para 2023.