Almassora estudia construir un Centro de Día para mayores en el solar del Grupo B

15/02/2019 - 

CASTELLÓN. El Ayuntamiento de Almassora estudia construir un Centro de Día para mayores en el solar resultante del derribo del Grupo B, previsto para el mes de julio. Según los datos que barajan los Servicios Sociales municipales, el 90% de los usuarios serían enfermos de Alzheimer, dado que es la demencia más frecuente en la población de mayor edad.

Esa es la opción mejor valorada por el equipo de gobierno tras el acuerdo con la Conselleria de Vivienda para el derribo del edificio 167 de la avenida José Ortiz, que no supondrá la construcción de viviendas de VPO en esa ni en otras zonas del municipio, según ha informado el consistorio a través de un comunicado.

La alcaldesa de Almassora, Merche Galí, ha valorado la opción de habilitar este centro ante la falta de plazas para la atención de mayores dependientes. El centro de día de la residencia municipal de la tercera edad de Almassora cuenta en la actualidad con 15 plazas, “a las que se suman las de la residencia de María Rosa Molas, pero que son insuficientes en el conjunto de Almassora para atender a una franja de población que envejece y necesita de cuidados”. Esta será la única construcción que acometa la localidad después del derribo a cargo del Consell tras descartar la edificación de VPO en cualquier barrio de Almassora.

Se atendería en el 90% de los casos a enfermos de Alzheimer y contaría con transporte

Tal como recomiendan los Servicios Sociales, un centro de día para mayores daría cobertura a enfermos de Alzheimer y dependientes y ampliaría la oferta que en la actualidad atiende la Unidad de Respiro. No en vano, la orden de 4 de febrero de 2005 de la Conselleria de Bienestar Social que regula el funcionamiento de estos espacios reconoce como usuarios a las personas mayores de 60 años con problemas de dependencia que presenten enfermedades crónicas o pluripatología, con limitación de su autonomía y que requieran una atención sociosanitaria especializada, supervisión médica, cuidados de enfermería o rehabilitación, que no se puedan prestar adecuadamente en el domicilio.

Quedan excluidos los enfermos mentales, discapacitados psíquicos y dependientes que requieran cuidados sanitarios continuados y aquellas que tengan trastornos de la conducta que perturben gravemente la convivencia. “Se trata de ofrecer un servicio de día para que los familiares de enfermos puedan compatibilizar los cuidados de esas personas con sus rutinas laborales u otras obligaciones familiares”, ha indicado la alcaldesa.

La misma orden autonómica cifra en 100 el límite de plazas disponibles y reconoce la obligatoriedad de garantizar el transporte adaptado a los usuarios, además de ofrecerles servicio de comedor, sala de tratamientos y cura y sala de rehabilitación, entre otras prestaciones para prevenir el deterioro y mantener sus aptitudes con personal cualificado. Los centros de día para mayores dependientes deben contar, como mínimo, con supervisor socioasistencial, médico, enfermero, psicólogo, fisioterapeuta, diplomado en Educación Social, trabajador social y auxiliar de enfermería. También figuran como imprescindibles servicios de cocina, limpieza, lavandería, administración, mantenimiento y transporte, “que supondrían la creación de puestos de trabajo estables en Almassora”, según Galí.

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